17/10/19

Cinecritica: The Mustang

THE MUSTANG (ÍDEM, FRANCIA-BÉLGICA, 2019)
Roman (entregado Matthias Schoenaerts) es un huraño recluso que a las primeras de cambio le dice a su encargada que no le gusta el contacto humano, que incluso lo evita, es decir que no sabe lidiar con este y por lo tanto lo ponen a trabajar fuera de prisión, específicamente en un programa del que se nos informaba al inicio de la cinta donde nos enteramos de que mas de cien mil caballos vagan libres por el territorio norteamericano, es decir los Mustang del titulo, y que los prisioneros los doman y entrenan para despues venderlos y poder otorgarles un hogar, a los que lo logran porque los que fallan son sacrificados, dándonos desde un inicio el contesto humanitario del programa pero también el capitalismo rapaz del mismo, en el lugar Roman se dedica a palear estiércol pero al tiempo es descubierto por el cinico Myles (Bruce Dern, maravilloso) que le da no solo una sino varias oportunidades de redención para el tipo que falla una y otra vez, no solo porque le dan al caballo mas complicado y salvaje sino por sus mismos defectos.

El tipo apenas puede entablar una platica con los demas, se mantiene alejado de todos, y tiene cero paciencia con las personas y con el caballo, pero también es obvio que algo en ese huraño y rebelde animal le recuerda su propio ser y por ello no quiere tirar todo, por mas que en cierto momento incluso se agarre a guamazos con el caballo, literalmente, y que sea tirado y arrojado una y otra vez, al final sabemos lo que ocurrirá, o mas o menos porque el guion de la propia directora Laure de Clermont-Tonnerre, Mona Fastvold y Brock Norman Brock sigue la historia esperada de un sujeto que aprende humanidad del mismo animal con el que se identifica pero al final se decanta por el camino menos meloso pero mas realista, de hecho la cinta esta bien llevada por este lado, la directora es lo suficientemente inteligente para no humanizar al caballo que siempre sentimos salvaje y nunca se va por el camino fácil ni el chantaje.

Eso si, logra algunas escenas hermosas de los caballos entrenados, y hay mucho dramatismo en las conversaciones de Roman con su hija donde nos enteramos porque esta ahi, el porque de la terapia de ira, el porque de la culpa que carga y el rencor de la chica, y finalmente la extraña naturaleza que comparte con el caballo Marquis que viene siendo su versión animal y por ello lo entiende perfectamente, y por ello le busca ese final, como el no tienen salvación y redención, por lo menos no la de forma acostumbrada pero quizá puedan lograrlo de alguna manera poca ortodoxa, o por lo menos eso se queda deseando uno para un personaje tan conflictuado como dañado.

Calificación: Bastante Bien

No hay comentarios: