Lo primero que pensé al finalizar de ver esta película fue "habría sido mucho más interesante ver un documental", y es que se nota que la película intenta apegarse lo más posible a lo que sucedió en la vida real, y esto no es malo, sino que le da una sensación de realismo que valoro, en especial en tres situaciones al final de la película, el problema es que para llegar a estas tuve que chutarme hora y media de una trama que prácticamente no avanzaba, y es que durante la mayor parte del tiempo vemos al inentendible terrorista Ammar Ajar (Soufiane Moussouli) estar nervioso, distraído y hasta aburrido, sin que conozcamos nada de él, más allá de su historial de problemas mentales y que nada tonto, pide 200 millones en bitcoins, y al pobre diablo del titulo, el rehén búlgaro Ilian Petrov (Admir Sehovic), cuyo único pecado fue querer comprarse unos auriculares de la marca de la manzanita para poder llamar a su esposa, que esta en su país natal, ya que los que tiene fallaban.
Así que, sin deberla ni temerla, queda como la única victima en el lugar, ya que el torpe agresor amenaza a todos, pero resulta incapaz de detenerlos cuando salen como manada sin prestarle atención a las amenazas, y como el único que se quedo e hizo caso de tirarse fue el búlgaro, pues que a ese le toque, por ahí también están una madre y su hija, junto a un tipo grosero y un trabajador de color, que se esconden en un pequeño almacén, y que sirva como subtrama, sin que terminen de importarnos la verdad, aun cuando intentan decir que gracias al trabajador salvaron a otros y no se que tanto, esta parte apenas interesa, mucho menos aun la de las decenas de personas que se escondieron arriba y salieron dizque con una operación critica, pero uno no termina convencido de ello, ya que el torpe delincuente ni sabia que estaban arriba, además los negociadores, que pesados, me terminaron cayendo tan mal que casi la quitaba casi que aparecían.
Con todo esto resulta claro que la película no fue de mi agrado, aunque no esta tan mal realizada, solo que me parece que la historia se alargo en demasía, si todo se hubiera realizado de forma más rápida, más trepidante, quitándole unos veinte o veinticinco minutos se habría llegado al interesante final más temprano, manteniendo el interés para que este no dejara de importar, porque como ya apunte, es aquí donde esta lo verdaderamente interesante, con esos tres detalles que anote inicialmente, primero ese final del terrorista de forma tajante, sin clímax, casi bobalicona, así que uno no se lo espera así, pero de hecho así ocurrió en la realidad, esto ayuda a que en realidad uno se convenza de que esta viendo un hecho real, segundo, la forma en que tratan al protagonista, un pobre tipo que viaja a otro país para mejorar su vida, y al que no pueden asegurar seguridad, ni las autoridades, ni la empresa del negocio al que entro, que va junto con esa inoperatividad de Apple, que aunque intentan blanquear en realidad queda mal parada, y finalmente que el "héroe" que detuvo el terrorista enfrente cargos por hacer su trabajo, porque ad hoc al mundo actual, si detienes un delincuente y este muere o sufre daños en el proceso debes pagar por hacer lo correcto, ahora que lo pienso, esa nota al pie del final seria una historia mucho más interesante, sea como documental o ficción.
Calificación: Mediocre



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