Jules (Sabin Tambrea, bien) trabaja como voluntario de un número que acompaña a personas que se sienten vulnerables hasta que salen del peligro, por ejemplo mujeres por la noche rumbo a su casa, al iniciar suspira aliviado cuando ayuda a una pobre chica, que al parecer seria abordada por un grupo de hombres enfiestados, hace esto debido a que su mujer sufrió un tráfico destino que marcó a su familia, al grado de que este es llamado incansablemente por su padre para saber si esta bien, tiene ataques de ansiedad y arranques depresivos, casi a la media noche entra una llamada, la de Klara (Luise Heyer, bien), una mujer que después de alegar que ella no llamó, confiesa que le queda un par de horas de vida, ya que el asesino del calendario le marco este día como su final, con la opción de elegir entre morir ella o su esposo, con un modus operandi brutal como vimos en el prólogo.
Jules la escucha atentamente y la mujer decide confesar su trágica vida, con un político ricachón (Friedrich Mücke robando foco en cada escena en la que aparece con su desquiciado villano común y más cotidiano de lo uno podría pensar) qué no solo la golpea cada que puede, sino que la maltrata psicológicamente, la amenaza un día si y el otro también, y de paso la lleva a un club torture porn de ricos elitistas porque... Porque si, quia porque ellos se comparten todo, para demostrar que tiene poder sobre ella, o simplemente porque a ese nivel social ya nada les llama la atención, por lo menos nada que parezca común y corriente, por lo que necesitan castigar mujeres que aceptan la degradación por dinero, o que son drogadas como Klara, para representar físicamente, ese poder que tienen en la vida normal sobre todos los demás mortales.
Como ya no soporta esto, la mujer ha tomado una terrible decisión que Jules intenta detener, con su iracundo marido buscándola y con el asesino del calendario al acecho con cada vez menos tiempo para la hora límite, y para acabarla de amolar, parece que alguien entró en la casa del empático Jules, por lo que ahora debe estar atento del posible invasor que uno supone, tiene que ver con la complicada situación que vive la mujer de la llamada. Todo esto con un ritmo pausado y logrando tensión, una ejecución qué pudo mejorar, pero con algo que ya no es usual en la actualidad, suspenso, ya que Klara vive una noche de locos donde cualquiera puede ser el asesino, el viejo que anda buscando pistas, el desquiciado marido, el tipo vestido de santa Claus qué apareció de la nada, etc., y su resolución es tan sorpresiva como centrada en su discurso.
Ya que esta apuesta por la justicia más que por la venganza, y es algo que no es poca cosa, en especial en estos tiempos donde se busca la venganza aun más fuerte como forma de pago, por lo mismo el cierre de la cinta funciona, por este inusual mensaje, y por las varias sorpresas que llegan en tramo final, claro que esta muy lejos de ser redonda, además de algún problema de ritmo y narración tenemos múltiples lagunas que me imagino vienen desde el libro en el que esta basado, pero que si no nos ponemos quisquillosos podemos dejar pasar para disfrutar la fantasía lograda.
Calificación: Recomendable




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