Eiza González se despierta en medio de una estación de colonización espacial, encuentra muchos cuerpos ensangrentados en el piso, y de pronto tiene flashes sangrientos con ellos, pero sin que en realidad parezca darle importancia, se pasea, los ve, los revisa, toma un baño, sale para ver que onda hay afuera, saluda a una sombra, y por su gesto casi casi parece que esta aburrida, los que sin duda estamos aburridos somos el respetable, que vemos como esta chica solo deambula sin lógica ni sentido, y sin demostrar sentimientos, en una iluminación que parece provenir de algún antro con colores neón que van cambiando porque si, se supone que debemos sufrir el suspenso, tratar de resolver la incógnita, pero en realidad el director y su guionista no nos ofrecen nada para pensar, por lo que todo va de ver a González en un traje entallado, con super peinado y mucho maquillaje posando en todo momento.
Quizá por ello mismo nunca hace un gesto que la haga ver mal, solo posa, y posa y posa, y uno se aburre, se desespera y se enoja, y el misterio la verdad ni existe, es obvio que ella los mato y hasta suponemos porque - en mi caso adivine en quizá dos segundos -, así que solo queda ver el como se llego a esto, pero para ello tenemos que aguantar una hora de ver a Eiza/Riya deambular sin sentido durante una cantidad ingente de tiempo que nunca recuperaremos, además de que nunca se explica que tanto abarca su perdida de memoria, muy conveniente para el director, así que sabe usar todo lo que esta en la nave pero no recuerda algo tan básico como salir a una atmosfera extraña sin equipo, un sinsentido, el caso es que luego llega Aaron Paul y se supone que uno debe sospechar de él como este de Riya pero el asunto tampoco llega a nada.
Y así llegamos a la parte final, donde se nos revela el obvio secreto, tres de hecho, y hay un poquito de acción que esta mal filmada aunque aplaudo el hecho de que el monstruo usa algo de efectos prácticos y eso siempre le da mayor valor y realismo al asunto, por desgracia para estos momentos ya nos comimos mucho cgi horrible a modo de flashazos, flashbacks que no aportan nada a no ser ver posar a Eiza con otra ropa e iluminación, y demás tontearías sin sentido, que si de pronto mete imágenes tipo monstruo cósmico bonitas es una excusa muy pobre para defender esto, tan anodino que hasta percibía detalles de utilería como un piano y pinturas en la estación espacial, pobremente ocultos, una película horripilante en el peor sentido.
Calificación: Terrible



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