Un cabeceo en un viaje por metro se transforma en un extraño viaje/sueño/simbolismo por un mundo distopico que parece ser una critica a nuestra realidad actual donde todos actuamos igual y nos regimos bajo las reglas que nos impusieron, solo porque si, porque nos lo dicen, sin que usemos el raciocinio para discernir si son correctas o practicas, así que este viaje coreográfico por este mundo donde todos actúan igual, como lo que vemos, una mecánica pero potente coreografía que casi parece golpear encada movimiento por la fuerza con que se realiza, y que de paso arrastra al que tiene al de al lado porque eso nos han enseñado, y eso vemos hacer a los demás, pero aquí Thom Yorke sale de esa ensoñación con la visión de una mujer sentada en el mismo metro, unos cuantos espacios de distancia, y esta parece notarlo también, cuando olvida su lonchera/bolso decide entregárselo y así darse la oportunidad de conocerla, por supuesto que no sera nada sencillo.
Todo esto lo muestra Anderson con un estilo sensorial, casi etéreo donde apuesta por un mundo de sueño, algo nada habitual en el talentoso director, pero donde no lo hace mal, pero creo que principalmente este es un producto de Yorke, de sus obsesiones, de sus criticas hacia el mundo, de sus problemas de sueño, y hasta de la oportunidad de poder amar de nuevo, incluso la actriz es su ahora esposa Dajana Roncione, y aun a pesar del típico pesimismo y cinismo en las letras de Yorke, que suenan en unas melodías fabulosas de su autoría, al final culmina con un dejo de esperanza, puede que detrás de este mundo de sombras exista luz, y si se transita con la persona amada ¡aun mejor! parece decir, y uno asiente junto a él.
Calificación: Vale la Pena