"WALLACE Y GROMIT: LOS PANTALONES EQUIVOCADOS" ("WALLACE & GROMIT IN THE WRONG TROUSERS", REINO UNIDO, 1993) DE NICK PARK
Desde el inicio cuando el sufrido perro Gromit es despertado a la fuerza uno abre los ojos impresionados, lo que ve es magia pura, cine en su nivel más puro, esos personajes hechos de plastilina destilan un carisma que pocas veces puede verse en la animación, por un lado, mucho tiene que ver el hecho de que su hechura sea tan artesanal, con esas marcas, esas pequeñas imperfecciones y esas huellas que son imposibles de no dejar mientras semanipulan, y por otra parte porque están perfectamente construidos en su personalidad y características, razón que los hace profundamente entrañables, además de los personajes a plastilina vemos todo lo que los rodea, utensilios, herramientas, muebles, decorados y edificios que están hechos de plástico, plastilina, cartón, papel, o una amalgama de muchas cosas, brillando en cada momento con luz propia y aportando la energía necesaria para que todo funcione, esta es la magia de Park que no se limita a la perfección técnica, con todo y uso del encuadre, cámara y ritmo magistral, sino que nos regala una historia contada de forma brillante.
Después de que Gromit despierta ayuda a su amo a comenzar el día, un botón aquí para levantarse, una palanca por allá para vestirlo, otro movimiento y unas tostadas con mermelada están listas, el distraído inventor Wallace (brillante voz de Peter Sallis) vive rodeado de tecnología, ya que piensa que el avance tecnológico es lo mejor, por ello le regala Gromit de cumpleaños los Techno-trousers del título, unos pantalones electromecánicos que no son tanto del agrado del perro, y además como están ahogados en deudas el soñador tipo decide rentar una habitación, casi de inmediato llega un sombrío pingüino que desde que se presenta nos grita que es malvado - la banda sonora no quiere esconderlo al igual que la melodía "Tie A Yellow Ribbon Round the Ole Oak Tree" - y que se gana la confianza de Wallace, abusando de Gromit al quitarle su cuarto, no dejarlo dormir con ruido insoportable y robando la atención de su amo, cuando el perro decide irse Feathers McGraw pone manos a la obra en su plan para robar un diamante gigantesco.
Para esto usa a Wallace como conejillo de indias en un robo del que casi sale impune, de no ser por supuesto del abusado Gromit que como de costumbre salva el día, todo esto con esos maravillosos gags, chistes, comedia slapstick y juegos de palabras que cuando no lo tienen a uno sonriendo es porque esta soltando la carcajada, con una banda sonora extraordinaria que brilla en ese hilarante clímax final, y con un cortometraje que paso por muchos géneros, aprovechando lo mejor de cada uno de ellos, sea el misterio inicial, el género heist del golpe con hilarantes gotas de sudor corriendo, logrado drama que incluso nos pone tristes bajo la lluvia, para terminar abrazando el western en esa persecución final en tren, con todo y disparos que resulta hilarantemente desternillante, de tal manera que uno termina sonriendo sin remedio, y admirando la genialidad de Park.
Calificación: Notable
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