"NOSFERATU" ("NOSFERATU, EINE SYMPHONIE DES GRAUENS", ALEMANIA, 1922) DE F.W. MURNAU - FRIEDRICH WILHEM MURNAU
En un momento clave de esta obra maestra del impresionismo alemán y del cine en general, el aterrorizado contador/vendedor Hutter (Gustav von Wangenheim) esta en el cuarto que ocupa sufriendo la noche, y la llegada de la media noche, cuando decide asomarse abriendo su puerta para ver si el presentimiento que lo embarga es real ve la figura estática de su anfitrión, el conde Orlok (Max Schreck, maravillosamente perfecto y haciendo honor a suapellido), quien solo esta parado pero en dirección y viendo fijamente a su puerta, a su persona, a su alma, este momento con esa presencia fantasmagórica enfrente nos pone la piel chinita/ de gallina, causa escalofríos y nos regresa las peores pesadillas a la mente, sin estridencias de ningún tipo, sin movimiento de cámara, sin sonidos subiendo de golpe, sin algún intento de susto repentino en el momento, simplemente la imagen de ese conde de piel pálida, largos dientes centrales como colmillos ratoniles, horribles orejas puntiagudas, desaliñadas cejas pobladas, cráneo desigual que parece tener varios picos pero sobresaliendo uno prominente, larguísimos brazos que terminan en delgados dedos con uñas como garras, ojos profundos pero que al mismo tiempo que miran con fuerza parecen salir de sus orbitas, y un cuerpo larguirucho que parece incorpóreo.
El vampiro, el conde Dracula, de Murnau y Schreck es la imagen más terrorífica del vampiro que uno puede concebir, una especie de fusión entre un hombre con rasgos de roedor que al mismo tiempo parece un espectro, y que se mueve como uno, esto logrado por el fabuloso vestuario del villano, por su espléndido trabajo de maquillaje que hace desmerecer incluso a los actuales y toda su tecnología, y a esa interpretación que sin ser teatral eleva nuestras pulsaciones por parte de Schreck que siempre que ve directo a la pantalla no solo parece que quiere acabar con nosotros drenándonos hasta la última gota de sangre mientras su mirada taladra nuestra alma, tanto así que cada segundo que esta en pantalla, que no son pocos, uno queda hipnotizado por lo que hace el vampiro, sea leer un contrato, apilar una serie de ataúdes para después levitar la tapa de uno de ellos, aparecer en ese momento mencionado que culmina con su aparición en la puerta que solo puede desencadenar las peores pesadillas, la forma inhumana en que transporta su féretro cargándolo con una sola mano mientras su embarcación viaja por su pura voluntad y otras muchas más que desde ese momento quedaron marcadas para la historia del cine.
La historia toma bastante del "Drácula" de Bram Stoker, de tal manera que para los que hallamos leído el libro queda claro que es una adaptación, quizá cuando mucho una reinterpretación del libro del autor irlandés, se dice que Murnau ni siquiera intento conseguir los derechos, y así ahorrarse una pasta, otros culpan a los productores, y algunos más dicen que simplemente la viuda de Stoker no quizá venderlos, por lo que estos decidieron hacer la historia cambiando algunas cosas con la intención de evadir la justicia de los derechos de autor, cosa que no salió nada bien ya que esta demando y gano con sentencia que obligaba a destruir todas las copias, por fortuna para el cine algunas sobrevivieron, razón por la cual esta obra maestra todavía puede verse en nuestros días, esta no fue la única polémica en la que se vio envuelta la película, ya que se rumoraba que Schreck era un vampiro verdadero al que Murnau contrato, alimentándolo con un miembro del elenco cada tanto.
Más allá de todas estas situaciones la obra cuenta en rasgos generales la obra de Stoker, Hutter y su hermosa esposa angelical Ellen (Greta Schröder, muy bien) están muy enamorados, Hutter es un hombre positivo rebosante de felicidad, en tanto Ellen es tan buena que sufre por la muerte de las flores en el ramo que le regala su esposo, en su trabajo Hutter es enviado por el extravagante Knock (Alexander Granach, adecuadamente sobreactuado) a realizar un negocio a "la tierra de los ladrones y fantasmas", hasta allá va el tipo sin hacer caso de las quejas de su esposa, en el camino se topa con gitanos que temen el lugar al que se dirige, y se encuentra con un libro que le da múltiples datos de entes sobrenaturales, sin hacer caso de nada se enterca en su encomienda, topándose con un carruaje que viaja como el viento de forma fantasmagórica hasta ese castillo lúgubre y laberintico que más parece unas catacumbas que un castillo de nobles.
En el lugar conoce al horrible Orlok que casi enloquece cuando se hace una cortada, y que se impone ante él haciendo su voluntad, al amanecer olvida sus temores nocturnos pero nota "dos piquetes de mosquito muy cerca uno de otro", los espectadores sabemos que significa, no tardara mucho en que Hutter lo descubra, cuando el terrible conde vea la fotografía de su mujer y compre la casa frente a la suya queriendo partir de inmediato, Hutter nota que es prisionero, y que Orlok duerme en el día en un ataúd con los ojos abiertos, el vampiro parte de inmediato, por carruaje, balsa y barco, llevando a su paso la peste por medio de ratas, en tanto Hutter hace hasta lo imposible por ir al rescate de su amada, y Ellen sufre trances por el llamado del monstruo impío, y ve mucho de lo que sucede en sueños/pesadillas vividas que en realidad son visiones de lo que esta sucediendo.
Desde el inicio Murnau usa perfectamente las herramientas narrativas y estilística a su disposición, en el inicio presenta un mundo idílico, una pareja de enamorados, y su forma de filmar y narrar esta de acuerdo a esto, pero cuando entra el punto de quiebre empieza a cambiar el ambiente, para convertirse en un thriller de aventuras que va mutando hasta el terror más horripilante, en esto el uso de los colores es una parte vital, tanto para representar el tiempo del día, como el ambiente del lugar y hasta las sensaciones del personaje que observamos, de esta forma Murnau nos presenta de forma inteligente y dinámica las reglas de su mundo, que llega a su clímax con ese carruaje fantasmal que va acelerado y luego como en negativo, indicando el cambio de mundo, de la misma manera que abre y cierra con esos iris en los momentos indicados, y sabe como usar a su villano que no tiene nada que ver con esos vampiros trágicos, atractivos y seductores, aquí Orlok es un asesino cruel y despiadado que solo quiere llevar muerte y hacerse de poder.
Su llegada en ese barco fantasma que resulta genuinamente emocionante por tener al héroe luchando por llegar antes hacen que la cinta se sienta además de terrorífica, emocionante, y muestra perfectamente como a partir de la llegada de este ser malévolo todo el pueblo de Bremen cambia, la peste trae la muerte consigo, y Orlok deambula a sus anchas por este pueblo abandonado cual si estuviera la pandemia que acabamos de sufrir, y sus habitantes desquiciados por los fallecimientos no dudan en convertirse en una turba iracunda, es decir, el pueblo es dominado por el mal, justocomo Orlok quería, y esto es mostrado de forma perfecta por el genio de Murnau que usa el impresionismo alemán de forma magistral, con un uso de luces y sombras que nos regalan algunos de los mejores momentos del cine, la manera en que Orlok se levanta del ataúd, la forma en que ve fijamente a través de la ventana, esos movimientos incorpóreos y fuera de campo, con picados y contrapicados idóneos, y esa sombra que sube las escaleras, abre el pomo de la puerta y aplasta un corazón, una maravilla, ante esa escena uno queda atónito, no solo por la genialidad de Murnau, sino por ese desenlace donde una mujer pura se sacrifica engañando al demonio, tiene tanta fuerza que uno pasa del horror absoluto al sentimentalismo más puro, y eso, por supuesto es cine en su más pura expresión y su máximo nivel.
Calificación: Obra Maestra
No hay comentarios:
Publicar un comentario