Desde los créditos empieza a maravillarse con lo que ve en pantalla, una especie de plano secuencia falsa que nos pasa por una multitud de accesorios y objetos que demuestran de golpe lo quisquilloso y perfeccionista que es Elliot, y no solo porque son muchísimos y todos presumen una calidad impresionante, sino porque cada uno de ellos tienen presencia e importancia en la cinta, y los que no son ecos de los creadores, por lo que queda claro que dejaron su alma en cada fotograma realizado, en cada foto tomada, en cada pequeño fragmento de mundo creado, pasando estos tenemos a una anciana agonizando que resucitando de forma hilarante solo alcanza a gritar "¡papas!", un momento que rompe la tensión y de paso no informa que el humor negro que va a impregnar la cinta en todo momento, que puede pasar de una mujer llorando la defunción de un ser querido, romper el ambiente de manera exquisita con humor y retomar el tono anterior pero golpeando más fuerte por el astuto cambio de tonalidad, es decir, Elliot sabe como manejar los sentimientos del respetable, pero nunca los manipula, sino que los acompaña.
Este es uno de los puntos fuertes de la cinta de animación en stop motion, el cambio de tono, la movilidad entre escenas, que pasan de ser tan tristes que lloramos desconsoladamente a hacernos reír a carcajadas, a enojarnos con lo injusto de la vida, para inmediatamente reconciliarnos con la misma la ver la maravilla de momentos que es capaz de regalarnos, Elliot sabe que la vida es agridulce, complicada, imperfecta, miserable, maravillosa, dura y hermosa, y nos lo recuerda en cada oportunidad que tiene, de tal forma que uno nunca siente que nos esté manipulando o chantajeando, ni que se regodee en la miseria como otras famosas cintas, por el contrario siempre se siente sincera y honesta, dulce y comprensiva, consciente de la dificultad que es vivir y sobrevivir la vida, pero sabedor de que el aceptarla y afrontarla nos dará la dulce experiencia de ser felices, aunque sea por momentos, por épocas, por etapas, por fragmentos que nos son otorgados por esos pequeños pero valiosos momentos que varían de acuerdo a cada persona.
La animación stop motion es lo más artesanal que uno pudiera pensar, en esta época tecnológica y con el auge de las inteligencias artificiales y los programas por computadora, que Elliot decida hacer todo con las manos junto a sus animadores le da mucho valor, ya que vemos a estos personajes de plastilina imperfectos con las huellas marcadas, con defectos de proporción y marcados brincos en los movimientos, y uno no puede dejar de pensar que tienen algo especial, una notoriedad que la más realista y hermosa imagen computarizada no puede entregar, el hecho de que alguien lo hizo con su esfuerzo y entrego parte de su ser a ese pequeño modelo de plastilina y alambre, que además hace acompañar de ropa hecha a su medidas, accesorios confeccionados de forma detallista, un mundo que los rodea realizado de forma concienzuda y múltiples objetos alrededor realizados y apostados de forma maniática, toda una oda al arte y al trabajo duro, al espíritu humano, que se ve reflejado no solo en esas huellas humanas en los personajes sino en las características y personalidades que los identifican.
El diseño de los personajes y su mundo es otro punto a favor para el director, ya que se amoldan perfectamente a la historia que quieren contar, nos recuerdan que no todo tiene que ser hermoso, ni verse bien, ni ser impecable, por el contrario en esa "fealdad", en esa "imperfección", es donde se encuentra la humanidad y su valor espiritual, en cuanto a los aspectos técnicos solo puedo tener elogios, con un Adam Elliot dirigiendo de forma sublime y con una banda sonora orquestal hermosa de Elena Katz-Chernin apoyada principalmente en piano. Es entonces cuando llegamos a lo mejor de la cinta, la historia que nos cuenta Elliot y como lo hace, cuenta una historia tan humana que mientras uno ve la pantalla olvida que está viendo animación y solo ve a la desgraciada Grace (voz de Sarah Snook) viviendo su vida con la esperanza que la caractriza en casi todo momento - "soy el tipo de persona que siempre ve el vaso medio lleno" - comenta como quien dice que le gustan los días soleados.
Después de la muerte de Pinky (voz de Jacki Weaver) al inicio de la cinta vemos a Grace contarle a su caracol favorita su vida, desde que era un bebe en el vientre de su madre donde amaba estar ya que siempre le ha gustado la seguridad del encierro, pero de donde se vio obligada a salir prematuramente junto a su hermano gemelo Gilbert (voz de Kodi Smit-McPhee), esto causo que tuviera el labio leporino y que su madre no sobreviviera, como su padre había sufrido un accidente que lo dejo parapléjico este vivía su vida alcoholizado, pero siempre dispuesto y atento a su familia a quienes les dejo hermosas memorias antes de fallecer repentinamente, debido a esto Grace y Gilbert son separados, la chica es enviada con una pareja obsesionada con los libros de autoayuda, buenos y atentos pero siempre distantes, en tanto Gilbert llega a una familia de fanáticos religiosos que lo explotan laboralmente y le hacen vivir un infierno por irónico que parezca.
Esto deja a Grace sin nadie que la proteja ya que su hermano no solo había salvado una vez su vida, sino que la defendía en todo momento, aunque esto significara un ojo morado y un diente menos, así que la chica se ve obligada a valerse por sí sola, lo que ocasiona que se recluya todavía más en ella, y su vida se vea resumida a esperar que su hermano llegue a rescatarla como prometió, en tanto se obsesiona cada vez más con coleccionar todo lo que tenga que ver con caracoles en una especia de homenaje a su fallecida madre, pero también como muestra de su propia personalidad, por fortuna conoce a la desmadrosa Pinky, quien ha enviudado dos veces, pero también ha tenido una vida plena que le hacen regresar parte de su felicidad al visitar ancianos, y cuyo mayor miedo es tener Alzhéimer, la cinta nunca detiene de contar situaciones y vivencias, ya que trata sobre al vida de Grace y las personas a su alrededor, que la ayudan a formar su propio yo.
Todo esto mientras se tocan temas tan sensibles como las muertes en el parto, los accidentes inmovilizantes, la depresión, el suicidio, la piromanía, el alcoholismo, la depravación, los fetiches obsesivos, el fanatismo religioso, la homosexualidad, la cleptomanía, lo superficial de la autoayuda, el maltrato infantil, el engaño de pareja, y el enclaustramiento como forma de vida, pero también el otro lado de la moneda, con el sacrificio, el amor fraternal, el valor de la familia, la importancia de los recuerdos hermosos, la abnegación parental, el poder del amor, la belleza del mundo, lo inconmensurable de los detalles pequeños, la valía de los sueños, la gravedad de tener una meta, la magnitud de la seguridad propia, el amor a uno mismo, y por supuesto, lamultitud de momentos desternillantes, hilarantes, resquebrajantes, emocionantes y emotivos que terminan desarmando a uno - por lo menos a este servidor -, y es que como dice Pinky en ese clímax esplendoroso - "Habrá dolor, pero así es la vida, tienes que enfrentarla de frente, se valiente. La vida es un hermoso tapiz que debe ser experimentado, sus pequeños placeres deben ser saboreados, la vida solo se puede entender hacia atrás, pero tenemos que vivirla hacia adelante", habrá que hacerle caso a Elliot, seguir siempre hacia adelante como los caracoles, no mirar atrás, y disfrutar los placeres de la vida en los detalles, como el ver esta hermosa película.
Calificación: Excelente