En un momento clave y álgido de la cinta de Sanders, la unidad robótica ROZZUM 7134 - Roz (voz de Lupita Nyong'o) corre detrás del ganso que cuido y apoyo como si fuera su hijo adoptivo hasta quedarse al borde un barranco, agarrada de un árbol mientras ve como a la distancia su "pequeño" ha emprendido el vuelo, el longevo Longneck (voz de Bill Nighy) se percata de ello y decide dar la vuelta solo un momento para entregarle unos segundo más de visión a esa madre abnegada antes de que su polluelo enfile vuelo a la distancia en una posible despedida final, la metáfora esta clara, una madre sufre por su hijo - sea adoptado o de otra especie - a quien dedico tanto tiempo y cuidados porque aunque sabe que el que se vaya es el curso natural de la vida no puede evitarlo, algo parecido pero del otro lado de la moneda - el de hijo incapaz de comunicar su verdadero sentir - vive el pequeño ganso Brightbill (Kit Connor) que apenas habrá comenzado el viaje cuando habrá de confesar al sabio líder de los gansos que "olvido decir algo importante" a lo que este contestara que "los corazones tienen sus propias conversaciones", en este justo momento voltee a mirar a la persona con quien visionaba esta cinta, para constatar que al igual que un servidor, teníamos lagrimas corriendo por los ojos.
A partir de este instante la cinta de Sanders basada en el libro de Peter Brown tenía ganada la partida, estos dos como coguionista escribieron una historia repleta de este tipo de momentos sin que en ninguno de ellos se sienta chantajista, por el contrario, todos se sienten naturales y hasta necesarios en una narración que deja casi por completa la grandilocuencia y los aspavientos para contar una historia sencilla sobre la vida, y por ello mismo, más poderosa hacia nuestros corazones y espíritus, el momento narrado deja claro el principal tema de la cinta animada, el como los padres (madres y padres) son capaces de todo con tal de hacer que sus hijos tengan éxito, que sobrevivan, que sean felices, con todo y los defectos y errores que habrá en el camino, en tanto que los hijos serán tan rebeldes y malagradecidos como pueden ser, pero entendiendo en el camino, y en el fondo de ellos, lo que sus padres han hecho por ellos, un mensaje tan sencillo como poderoso, e importante me atrevería a añadir.
Roz llega a una isla después de un accidente donde no puede comunicarse con nada, después de durar mucho tiempo aprendiendo el mensaje intenta nuevamente que alguien le solicite una acción por hacer, una misión, a nadie le interesa, pero luego de un accidente donde aplasta un nido de gansos decide cuidar a un huevo hasta que nace, y como el pequeño ganso no quiere despegarse de ella una harta mama tlacuache (voz de Catherine O'Hara) le da la indicación de que cuide al ganso hasta que sea independiente, lo que significa que debe alimentarlo, enseñarle a nadar y a volar antes de que llegue el invierno so pena de muerte, la robot reclama que no está en su programación ser madre, nadie está programado para ello le contesta tajante Pinktail, como Roz no tiene ni idea de cómo lograrlo el comodino zorro Fink (voz de Pedro Pascal) se ofrece como ayudante, para así sacar el mayor provecho posible, es así que vemos como poco a poco la indiferente robot poco a poco se preocupa más por su hijo adoptivo.
De tal forma que está demasiado pendiente de el al grado de afectar su independencia, pero también encontrando dentro de ella algo que se supone que es imposible, cuando Brightbill le espeta que no es su madre vemos como a Roz se le destruye el corazón (quería meterme a la pantalla para ahorcar al ganso) y como esta madre adoptiva deja literalmente todo para que su pequeño logre salir avante, estos momentos nos van ganando poco a poco, sumado a una animación más artística que actualizada, y que da en el blanco en no pocos momentos otorgando bellas postales, y una banda sonora tan hermosa que suman bastante al conjunto, además de presentarnos con inteligencia personajes multidimensionales que cobran más importancia de lo que uno pensaría en un inicio, pero si me pregunte que seguiría, después de esa despedida amarga donde típico del cine clásico no pudieron verbalizar sus verdaderos sentimientos ¿quedaría esperar el regreso?
Y aunque en parte así es, esta segunda parte nos habla de algo más, nos da un mensaje de como unirnos como sociedad, el ayudarnos unos a otros, el poder de la amistad, y como las diferencias no deben definirnos, de hecho en cierto momento hace un llamado a dejar de lado nuestro instinto/programación en pos de un bien común, para finalmente llegar a una tercera parte llena de acción pero sin perder un ápice de ese corazón épico que ha inundado la cinta, de hecho tiene una siempre bienvenida critica a las empresas todopoderosas, al avance tecnológico por encima de todo y nos recuerda, como en esas imperecederas cintas del maestro Miyazaki, que debemos de amar y respetar a la naturaleza, y si no lo hacemos, atenernos a las consecuencias, tres actos brillantes en los que brilla el corazón de una madre que sobrescribe su programación y olvida sus necesidades por el bien de su descendencia, justo como hace una madre en el mundo real.
Calificación: Notable