Clara (Natalia Señorales) escucha como retumban las tuberías de su casa y se queda completamente ida, cuando su marido Juan (Agustín Rittano) llega a casa este le pregunta porque no hizo cena y ella contesta que porque se escucha que hablan en el desagüe del fregadero, cuando se acerca a escuchar solo se oye el agua irse y Juan deduce que es la tubería vieja o el hecho de que su vecino Walter (Demián Salomón, bien) esta haciendo arreglos en su casa, pero Clara insiste hasta que suelta lo que decían, que la iban a matar, este es el inicio de esta película argentina dirigida por Demián Rugna que ademas escribió el inteligente guión e hizo la música de la cinta, que hay que decirlo, también esta bastante bien, lo que quiero decir es que el director es un gran artífice de una cinta notable que da mal rollo y logra que lo que parece imposible en la actualidad, que una cinta de terror de autentico miedo, y no por cuestiones simbólicas, o screamers, sino por un ambiente tétrico que traspasa la pantalla y que pone los pelos de punta en todo momento logrando hacernos brincar en momentos puntuales sin necesidad de subir el volumen o "sorprendernos".
La historia de Clara y Juan sera la primera de un grupo de tres que ocurren en un barrio de clase media donde la realidad se ve afectada por cuestiones que rebasan toda lógica, una mujer que escucha voces en el caño y su marido que no puede dormir porque se escucha un golpeteo cercano, atención a esta parte que es escalofriante, la segunda que nos cuenta a modo de flashbacks como el vecino Walter no dormía por temor a un ente o entes que lo acosaban en su casa, sentimos la desesperación de Walter a quien la renombrada doctora Mora Albreck (Elvira Onetto, bien) no atiende por cuestiones de trabajo y que poco a poco entra en mas pánico, y la de Alicia (Julieta Vallina) que jura que su hijo recién atropellado y enterrado llego a casa y se sentó a la mesa a comer cereal, el comisario Funes (Maximiliano Ghione, muy bien) no sabe como lidiar con todo esto y llama al forense retirado Jano (Norberto Amadeo Gonzalo como desahogo casi cómico) que es mucho mas abierto a este tipo de casos por lo que ha vivido.
En cierto momento la Dr. Albreck, Jano y el especialista en lo paranormal gringo Rosentock (adecuado George Lewis) hacen equipo para descubrir que sucede con estos entes paranormales que estan causando tanto daño, sustos, locura, sangre, fuerzas invisibles, movimientos magnéticos, y juegos con planos existenciales que harían la delicia del maestro Lovecraft, en especial porque en cierto momento Albreck le suelta al aterrado y enfermo Funes que ellos solo quieren apoderarse de nuestros cuerpos y causarnos daños, ¿porque? inquiere el pobre tipo, "no se" contesta la doctora encogiéndose de hombros, es decir estamos ante terror duro y puro, que asusta, pone los pelos de punta y causa pesadillas suficientes para no dormir, lo cual no es un logro menor, y es que el universo que nos retrata la película no muestra en ningún momento que algo malo haya sucedido antes, o que las victimas hayan causado un mal o se hayan metido con fuerzas extrañas, simplemente son seres superiores que habitan otra dimensión/plano existencial para quienes ¿no somos nada? todo esto con una factura técnica impecable, un ritmo muy bueno, fotografía muy buena, música estridente mas que adecuada, y un final que deja claro que el director ama, respeta y conoce el genero.
Calificación: Notable