10/9/20

Cinecritica: El Demoledor

EL DEMOLEDOR (DEMOLITION MAN, EU, 1993)
En algún lugar de Los Angeles de 1996 todo se esta quemando, el lugar es un caos, estamos ante un lugar sin ley mostrado en una toma aérea y vemos un helicóptero donde John Spartan (un carismático Sylvester Stallone) esta a punto de bajar a un edificio intentando rescatar decenas de rehenes que tiene el maniático socio-pata Simon Phoenix (un hilarante Wesley Snipes adecuadamente sobre-actuado), cuando llega ahí tenemos un desternillante intercambio de frases que eran lo normal en las cintas de acción de los ochenta y noventa, y como en buena cinta de la epoca el enfrentamiento termina con una explosión y el arresto ¡por fin! de Phoenix, pero para mala suerte de Spartan los rehenes estaban en el lugar y murieron, este alega que según la visión termina era imposible pero Simon se encarga de que parezca que simplemente le valia, razón por la cual el policía sufre una peor condena que su arrestado, los dos son criogenizados y años despues la sociedad vive en una utopía perfecta solo manchada por unos cuantos rebeldes que roban para vivir y realizan algunos actos vandalicos de poca monta.

Esto sucede en el año 2032 y justo en una revisión Simon escapa y como nadie ha presenciado tanta barbarie y violencia no saben que hacer por lo que la policía decide despertar también a Spartan para combatir cavernicola contra cavernicola como les dicen, para esto contara con el apoyo de una fanática del pasado, como es la teniente Lenina Huxley (una lindisima Sandra Bullock bastante bien) y el inocente oficial Garcia (Benjamin Bratt), por desgracia Simon sabe usar armas, toda la tecnología disponible, tiene conocimientos de hacker y artes marciales avanzadas y demas fruslerías en tanto Spartan solo aprendió a tejer en el criosueño, ya con este dato, queda claro por donde van los tiros y mas viendo el nombre de la teniente pero no por ello deja de resultar interesante y entretenido, una caza al criminal con mucha violencia al estilo antiguo, persecuciones varias (la de autos es genial), masculinidad, tiroteos, y apuntes agudos en plena balacera y puño limpio, todo esto al mas puro estilo de antaño, a lo Verhoeven aunque el director es Marco Brambilla.

Pero la mayor razón para recomendarla no es ni su cuidado diseño de producción, ni las bien montadas escenas de acción, tampoco el cuidado diseño sonoro, lo mejor aquí es el guión que se inspira en los textos de ciencia ficción de autores tan importantes como Aldous Huxley y H.G. Wells y que tenia una importante carga de humor negro y mala leche autoreferencial que con el tiempo ha tomado mas valía ya que ha ganado un humor hasta inconsciente se podría decir, y es que la critica es una clara critica a los sistemas totalitarios y enaltece la libertad mental y física del individuo, un mensaje siempre importante pero que en estos tiempos de corrección política y dominio global parece mas urgente que nunca, en resumen lo mejor de la cinta son esos chistes sobre una sociedad estúpida y ofendida en la que ahora parecemos vivir y que le da mas fuerte a los chistes que en ese entonces pudieron pasar como exageraciones pero que ahora son reales.

Desde la supuesta utopía donde las personas piensan que son libres y felices pero que no pasa de una ilusión, a esa critica al sistema totalitario de supuestos salvadores superiores que resultan ser la peor escoria de todos, en conclusión una cinta que tiene sus mejores momentos en los apuntes metareferenciales como ese chiste de la biblioteca Schwarzenegger, que Huxley aprendió a pelear con las cintas de Jackie Chan o ese póster con Mel Gibson, y por supuesto los apuntes políticos acerca de una sociedad nefasta que no sabe de la realidad; el chiste de las tres caracolas que nuestro protagonista logra vencer gracias al papel de las múltiples boletas de infracción que recibe que por decir groserías, el hecho de que la carne, la azúcar, la sal, el cafe, el tabaco y el alcohol estén prohibidos, ese bobalicón policía encarnado por Rob Schneider que suelta que la policía no esta preparada frente a ese tipo de violencia despues de que Simon se encarga de varios oficiales, el saludo sin tocarse que ya parece real y la forma en que chocan las manos es hilarante, que solo existe taco bell como unico sobreviviente de la guerra de franquicias a lo que Spartan solo atina a soltar un "No way" devastado, para su fortuna despues come una buena hamburguesa de rata.

Que la música que escuchan son solo comerciales ya que así es inofensiva imagino, mientras el prota ruega regresar al congelador al tiempo que sus compañeros cantan sobre salchichas, la ridícula ropa de todos que no distingue genero justamente porque no parece nada, los tonos grisáceos y cafés de la misma que nunca se han ajustado a un genero, el hecho de que cualquier contacto e intercambio de fluidos este prohibido, que los niños solo se hagan in vitro, que no se conozca la violencia y que todos obedezcan solo con las palabras, frente a este grupo de inútiles es obvio como el villano puede hacer lo que quiera y el héroe apenas soporte este mundo de ridiculeces sin sentido de un tipo que se cree dios y que apenas llega a político mexicano, en tanto por el lado rebelde tenemos un tipo que quiere hacer parrilladas, beber cerveza y correr desnudo por la calle mientras mira una playboy, es decir el otro extremo exagerado que tampoco es bueno pero que aun asi parece mucho mejor que el que se nos pinta en esta película y al que por desgracia parece que nos dirigimos irremediablemente a tal grado que esta cinta se convirtió en una especie de pitonisa con mucha mala leche y esto le sienta genial y la hace mas actual que nunca, lamentablemente.

Calificación: Notable

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