¿Es posible emular el genio de Sam Raimi en su trilogía "Evil Dead"? A la postre pareciera que no, después de todo, ni siquiera Raimi pudo hacerlo cuando lo intento en "Arrastrame al Infierno" ("Drag Me to Hell"), pero nunca podría decir que Lee Cronin y Federico Álvarez lo hicieron mal, sus remakes/secuelas son una gran adición a una franquicia que no pierde el ritmo, y aún en otras manosmantiene esa locura sangrienta y demoníaca qué las hacen tan perturbadoras como llamativas, eso mismo puede decirse de este homenaje/plagio/copia/remake/adaptación asiática de "Evil Dead", una locura desmadrosa qué aunque no puede escapar de la sombra de su fuente de inspiración, si logra algunos momentos de auténtica pesadilla desquiciada que hacen que valga la pena verla, en especial cuando las cosas se desmadran y roza la parodia, pero tambien debo apuntar que su mayor pecado es que a veces se toma demasiado en serio, lastrando asi la locura.
Lesmana (Ray Sahetapy) entra en el sótano de su casa de verano, donde da a una bruja (Ruth Marini) ciertos objetos para un ritual, el tipo se mantiene escéptico, hasta molesto en su incredulidad, hasta que ve a la mujer levitar, en ese momento jura lealtad al amo de la bruja y con ello obtiene harto dinero que parece salir de la nada, con todo y bruja tétrica, una cabra resucitada, y un ambicioso vendiendo su alma al diablo, uno que claro está, se cobrará de otra manera, en los créditos vemos por medio de recortes de periódico como se volvió millonario de la noche a la mañana, y la trágica historia familiar, donde su esposa se "suicido", así como el declive de su éxito, en la actualidad su dolida hija Alfie (Chelsea Islan sin maquillaje) sobrevive como puede, siempre echona para adelante, hasta que llega la noticia de su padre enfermo, a partir de entonces extrañas eventos la persiguen.
Esta es presionada por su madrastra (Karina Suwandi) con quien mantiene una pésima relación, todos se dirigen a la casa del inicio, con tal de sacar algo de dinero por parte de su "familia" adoptiva, y ella para recordar su pasado, ahí las cosas van mal, Alfie y su madrastra se odian, su hermanastra Maya (Pevita Pearce, bien) apenas la soporta, su pequeña media hermana Nara (Hadijah Shabab) apenas la conoce y su hermanastro Rubén (Samo Rafael) intenta ser buena onda pero no puede evitar ser condescendiente, en toda esta milonga familiar tele-novelesca termina cuando abren la puerta del sótano llena de sellos en busca de algo de valor, en ese momento todo se va al carajo, la entidad ahí atrapada empieza a hacer de las suyas con posesiones, embrujos, espíritus agresivos, cabras demoníacas y cambios de la realidad en un baño de sangre, lluvia y lodo sin fin.
La verdad sea dicha, todo este mal rollo resulta terrorífico, con muchos buenos sustos, maquillaje ad hoc, salvajadas varias, violencia inusitada, y esa sensación de peligro constante porque sabemos que los acosa, y peor aún, quienes pueden caer con facilidad, una horrorosa pesadilla qué en verdad da miedo, con algunos momentos muy logrados, sea el ataque de la poseída, el momento del martillo en el espejo, el espectro de rostro pálido apareciendo en las espaldas de los pobres incautos, la muerte con muñeco vudú con incesto incluido, caras arrancadas a punta de jalones, y esa escena donde intentan enterrar viva a nuestra protagonista mientras esta mete la mano en una tráquea y abre un estomago mientras lucha por salvarse, instantes que pudieron salir de la mente y mano de Raimi, y no existe mejor halago para Tjahjanto.
Calificación: Bastante Bien





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