"LAS VIDAS DE SING SING" ("SING SING", ESTADOS UNIDOS, 2023) DE GREG KWEDAR En una escena clave de este drama carcelario que se sale de lo común, uno de los ex presos (Cornell "Nate" Alston) les dice a los reclusos que un día se levanto a las 2 de la madrugada a hacerse panqueques, y la razón del porqué fue -"porque puedo" -, con esta sencilla frase deja claro la importancia fundamental del ser humano de ser libre, para lo que sea, como dice el tipo ahora libre, para ir a trabajar tempranito a una panadería, para salir a pasear con su perra obesa que lo recibe con algarabía cuando llega a casa, para viajar con su perra de copiloto por la carretera mientras disfruta el paisaje con las ventanas abajo para que entre el viento, vamos que es para las cosas más "banales", y por ende más importantes del mundo; una comida, un viaje, una película, un paseo, ver a los chicos jugar basquetbol por la noche, sufrir la enfermedad de un ser querido... Y para este momento el director tiene ganada la partida, porque durante todo el tiempo de la cinta hemos compartido el encierro con este grupo de presidiarios y aquí recordamos lo que estar fuera de cuatro paredes.
Este momento se une a otro más de la cinta, aquel donde cada uno dice su momento y lugar feliz; para uno es un viaje imaginado nunca realizado, para otro convivir con su familia, para otro comer un picnic mientras está a la orilla de un lago con su esposa, estos hombres cautivos nunca nombran dinero, bienes o lujos, porque ya han entendido que de eso no trata la vida, sino de los momentos que ya no tienen y que uno en libertad, da por hecho sin darles valor, así que esta película - que cuenta la verdadera historia de estos presos qué vieron su salvación en un grupo de teatro, y escrita por ellos mismos junto al director - le da mucho valía a lo importante en la vida, que no tiene nada que ver con dinero o lujos, sino con la vida misma aunque suene a extraño. Y los ex reclusos no se contentaron con ayudar a escribir el guión, sino que precisamente son el reparto de la cinta, prácticamente todas las personas que vemos, son ellos mismos haciendo de si mismos - valga la redundancia -.
Apoyados en un entregado Colman Domingo en el papel de John "Divine" Whitfield, con el real en un bonito cameo, se suman a Colman su amigazo Sean San José y Paul Raci qué dan una más que buena interpretación. La historia va sobre el grupo de interpretación teatral en la penitenciaria de máxima seguridad Sing Sing del titulo, cuando al grupo llegue Clarence "Divine Eye" Maclin como él mismo, dejaran de hacer Shakespeare, a pesar de que el tipo lo adora y se sabe las líneas de memoria, para hacer una comedia ridícula que busca hacer reír a los demás para que así escapen de su triste realidad. Justo como hacen ellos cuando están en el taller, olvidan donde están, hacen de alguien más, se ponen ropa bonita, y por un momento, aunque sea un cortísimo instante, son libres, aunque solo sea en su mente, somos testigos de los vaivenes del grupo, y de la rivalidad de John y Clarence, el primero es un tipo culto que quería ser bailarín, que escribe y se especializa en Shakespeare al tiempo que funge como líder moral del equipo, en tanto el segundo es un aventado brabucón que no puede, o más bien no quiere, ser el hábil actor sentimental que desea ser.
Mientras el grupo se hace más unido al tiempo que los conocemos, también tenemos interesantes subtramas, como las inacabables apelaciones de John como persona inocente, con todo y prueba irrefutable (qué villana la negrita del consejo... da coraje verla), y la lucha de otros por salir de ahí, y sobre todo, por ser mejores personas. Porque a final de cuentas de eso se trata la cinta, de la relación que crearon estas personas, de su búsqueda por enmendar sus errores, de la expiación que deben pagar con su castigo, y de esa manera, evita todos los clichés el género, no hay guardias sádicos, ni peleas violentas, ni mucho menos la usual victimización, por el contrario ellos aceptan su culpa y responsabilidad, no es algo usual, y eso se aplaude, tanto como su actuación y su amor por el arte sanando su alma, ah, y con todo y exquisita canción "Like a Bird" qué ridículamente perdió el Oscar ante una de las infumables canciones de "Emilia Pérez".
Calificación: Bastante Bien
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