"LA VECINA PERFECTA" ("THE PERFECT NEIGHBOR", ESTADOS UNIDOS, 2025) DE GEETA GANDBHIR Desde el inicio se nos aclara que casi todo lo que veremos en pantalla son grabaciones de policías, la famosa cámara personal que los sigue a todos lados, para luego pasar a un llamado de urgencia que parece ser muy grave, la patrulla va lo más rápido que puede, y llega donde unos vecinos hacen aspavientos para llamar la atención, este inicio es una manera muy astuta de ganar nuestro interés por parte de la directora, que tiene como principales herramientas la edición y el montaje, ya que después regresamos más de tres años atrás, con la primer intervención de la policía en el barrio, en esa calle, y específicamente en esa casa, por lo que esperamos impacientes como se va desarrollando todo hasta llegar a ese inicio donde todo se sale de control.
Y la promesa es cumplida, casi todo se ve desde las grabaciones policiales, por lo que somos testigos de lo que sucede en todo ese largo lapso de tiempo, la llamada viene por parte de Susan Lorincz, una mujer solitaria, que trabaja en casa, y que es fastidiada por el ruido que hacen los niños del vecindario, los vecinos tienen una versión muy distinta de ella, dicen que los pequeños solo juegan en un terreno que no es de nadie, que practican fútbol, y no molestan particularmente a la mujer, aunque claro que hacen ruido y son juguetones, "son niños" dicen los mismos policías, le avisan a Susan que solo pueden levantar reporte y hasta ahí, al tiempo que le explican hasta donde llegan sus derechos y alcances. No pasa mucho tiempo para que vuelva a llamar por lo mismo, y nuevamente, y otra vez más, y de nuevo, y así sucesivamente, con los policías cada vez mas exasperados y hartos, pero al mismo tiempo notamos, que la situación va creciendo en tensión.
Con momentos donde Susan parece mostrar indicativos de problemas mentales, pero todo sigue, y sigue, con la lucha entre vecinos cada vez más tensa, con la vecina Ajike Owens más enojada con la mujer, y situaciones más exageradas e inverosímiles, el problema se va haciendo más grande, y Susan tiene otros problemas legales más que dan a notar la clase de persona que es, sacando a relucir lo manipuladora y victimista que resulta, hasta que sucede lo inevitable, que ya se venía anunciando, aunque nadie quería darse cuenta, es decir, que el pleito escale hasta el punto de no retorno, donde ya no hay nada que hacer y solo queda lamentarse.
Lo mejor del documental es la forma narrativa, donde no hay voz en off ni grabaciones propias, es como ver un capítulo de cops pero bueno, y más desesperante, con todo y final desesperanzador, y desesperante, en ese interrogatorio cínico con todo y malogradas palabras escritas, un llamado a revisar las leyes gringas de protección personales, que tiene como principal problema meter mucho tema racial, qué no viene al caso al final y un chantajismo al final, que no era necesario con lo profesional que había sido hasta el momento, lo que es innegable, es la potente crónica de un problema que va escalando, de una vecina molesta por el ruido de unos niños, hasta llegar a un tema de vida o muerte, uno se queda pensando en como ocurrió eso, ¿Cómo subió hasta ese nivel? ¿Cómo creció tanto el odio? y hasta en los problemas vecinales en los que uno ha sido testigo, por lo sencillo que resulta que todo se salga de control.
Calificación: Bien
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