Un ejercito de agentes de la ley van en carrera hacia un domicilio, entran en el lugar quitando de en medio a un tipo que grita a una mujer que debe encontrarse en la casa, ahí los policías se mueven intempestivamente buscando desesperados, no dieron explicaciones, entraron a la fuerza, apenas y muestran algún documento que valide lo que hacen, parecen enojados y más que dispuestos a ejecutar en forma de iraa la menor provocación, justo en ese momento mi acompañante me comento que eran unos abusivos, pero no paso mucho tiempo para que este "argumento" quedara invalidado, al ver lo que en realidad sucedía, lo que estaban buscando, a quien perseguían, y en especial que encontraron, mostrando a dos psicópatas que eran además tan cobardes y malditos como para acabar con su vida de inmediato, y así no dar cuentas (por lo menos en este mundo) ni permitirles descubrir la magnitud de su maldad, corte para la siguiente escena, donde el pomposo abogado Akira (el idol Kazuya Kamenashi, bien) es perseguido por un auto que lo sigue.
La cámara esta a ras de suelo, las hojas se levantan con el viento que mueven los automóviles, la carretera serpentea, y la mirada del abogado no indica miedo pero si molestia, acto seguido vemos como el perseguidor termina accidentado, y Akira Ninomiya lo interroga mientras este le pide auxilio, a lo que el abogado responde cortándole el cuello al conocer todo lo que le interesa, este asesino, este psicópata sin escrúpulos, que luego le reclama a su socio Sugitani, un medico también con psicopatía que añora hacer experimentos con personas porque se aburrió de los gatos, que por su culpa lo descubrieron, y que borre todas las pruebas que puedan involucrarlo, para después ser atacado por un leñador enmascarado, con traje incluido, que lo ataca con un hacha con intenciones asesinas, Ninomiya apenas puede escapar, y termina con un golpe en la cabeza que lo manda al hospital, donde la policía lo interroga, descubriendo que su atacante es el "roba-cerebros", un homicida despiadado que les quita el cerebro a sus victimas atacándolos con un hacha.
Al saber esto Ninomiya decide encontrarlo él mismo para así vengarse personalmente, para ello debe hacerlo antes que la policía, que a su vez están avanzando rápidamente gracias a la perfiladora forense Ranko Toshiro (Nanao Arai) que se unió al equipo de detectives en busca del criminal, es así que tenemos tres frentes, por un lado el leñador que ataca cada vez más seguido, eliminando personas abriéndoles la cabeza, y que parece provenir de ese libro infantil ilustrado que leía un pequeño en la escabrosa escena inicial, los policías investigando, en especial la perfiladora Ranko que esa cerrando el perfil del culpable y con ello cercando al asesino, haciendo equipo con el impulsivo detective Noboru Inui (Kiyohiko Shibukawa) quien en el pasado hizo justicia por cuenta propia y se volvió un solitario apartado por los demás, pero aun respetado por la mayoría por su moral justiciera intachable, y finalmente Ninomiya, un psicópata que persigue al asesino en tanto este también lo busca, al tiempo que empieza a liderar un buffet de abogados y va a casarse con la hija (Riho Yoshioka) del anterior dueño, que murió en extrañas circunstancias.
Desde el inicio esta claro que estamos ante una cinta de Takashi Miike, con esa violencia desmesurada e hiper-estilizada, con todo y chorro de sangre que obviamente proviene de una manguera, la imagen sobrecargada pero hermosa, la frialdad ambigua con la que filma, y esa manera tan extraña de brincar de genero a genero sin que se rompa la historia, pero si causando una irregularidad que a todas luces parece buscada, y es que, a pesar de ella la historia nunca deja de ser interesante, tanto por los policías que buscan al asesino y desconfían de una victima, descubriendo más y más cosas, de este caso y las conexiones con anteriores, y él mismo Ninomiya que sigue su propia investigación destapando muchas cosas de su propio pasado, en este oscuro thriller de investigación lleno de sorpresas y volteretas, con un Miike contenido, haciendo juego con su estoico protagonista, y mostrando una faceta más del director, que sumado a ese thriller policiaco con tintes de terror y peleas de acción pone sobre la mesa dilemas morales ¿el psicópata nace o se hace? ¿podemos elegir? e interesantes argumentaciones, el psicópata sabe que es lo correcto pero elige que hacer, todo esto representando por ese ambiguo y contradictorio protagonista, que comparte incluso con los no psicópatas esa doble moral tan humana, al final el monstruo disfrazado de leñador solo quería amigos, pero no lo sabia hasta demasiado tarde.
Calificación: Recomendable





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