Shideh (Narges Rashidi, bien) fracasa al intentar retomar sus estudios en plena guerra Irán contra Irak qué abarcó casi toda la década de los ochenta, esto debido a la postura política que tuvo durante el alzamiento de la revolución, luchando por sus derechos, por mas libertad, y por ende siendo catalogada de izquierda, de una el encargado le suelta que mejor busque otro sueño, y la mujer no tiene de otra que aceptarlo, como debe de hacer con el nuevo estilo de vida donde debe ocultar por completo su cuerpo - incluso el cabello en ese punto de revisión - y debe tener otro comportamiento, algo que es difícil para la empoderada Shideh, que llega a su casa, se enmalla y pone la videocasetera con aerobics de Jane Fonda para hacer ejercicio, tiene videos de música extranjera, siempre esta descubierta en esa lujosa vecindad, y no practica creencias religiosas, para su mala suerte ni siquiera cuenta con el apoyo de su tibio esposo (Bobby Naderi) que cada que puede le suelta qué quizá fue lo mejor.
Shideh ahora puede ser una mamá de tiempo completo, y enfocarse en la pequeña Dorsa (Avin Manshadi), el problema es que la mujer se siente atrapada por esa responsabilidad con la que no parece sentirse cómoda, y para acabarla de amolar su esposo es enviado como médico a la primera línea de guerra, así que se queda sola, molesta con su marido que si pudo cumplir sus sueños, amenazada con los ataques de misiles, hasta que súbitamente llega uno al edificio, no explota, pero si desencadena una seria de acontecimientos que la mujer se resiste a creer como mujer de ciencia, una muñeca perdida, estrafalarias pesadillas, sombras cruzando por las esquinas, reflejos que en realidad no están, sonidos extraños por todos lados, cuerpos que corren de un lado a otro súbitamente, y apariciones de hombres y mujeres que como llegan se desvanecen.
Aunque intenta negarlo, al final tendrá que admitirlo, esta sufriendo el acoso de un djinn, un genio como los que Disney nos enseñó a adorar, pero en su versión real y diabólica, esos que entran en la vida aprovechando la ansiedad y el temor de las personas transportándose por el viento, y que mejor víctima que una mujer que se siente traicionada por su marido, abandonada por sus conocidos, vilipendiada por su familia, oprimida por su gobierno/pueblo y atacada por los extranjeros que solo desean su muerte. Cinta de terror qué juega mucho con los simbolismos, esa mujer llevada a su límite y acosada por los demonios a los que dio entrada, hasta que acepte su responsabilidad como madre, y que tiene una fuerte carga de crítica social detrás, además de una critica tanto al sistema en el que viven, como el que los ataca representando los intereses capitalistas de Estados Unidos.
El actuar del ente es interesante, poniendo en contra a madre e hija, jugando con sus mentes, haciendo creer que una esta contra la otra, de tal manera que empiezan a verse como enemigas, dándole más poder a estos djinn que parecen regodearse en los defectos y errores de ellas, o quizá es solo que la presión mediática del gobierno, extranjeros, vecinos y esposo hayan llevado al limite a Shideh, que ve en estos entes una muestra de su mente resquebrajada por el estrés, con todo y llamadas desde ¿el más allá? de su esposo, todo esto en un ambiente tenso de terror aún con sus limitados recursos, que tiene mensajes y momentos de gran calidad, que muchas veces no tienen nada que ver con el terror sobrenatural, sino el terrenal, como la amenaza de latigazos por huir a la calle sin burka, o ese temor de que alguien sepa sobre una videocasetera en esa perturbadora escena del contratista escuchando un ingenua petición infantil.
Calificación: Competente




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