Cinecritica: Animales Peligrosos

"ANIMALES PELIGROSOS" ("DANGEROUS ANIMALS", AUSTRALIA - ESTADOS UNIDOS - CANADA, 2025) DE SEAN BYRNE

Al inicio de la cinta el pescador y guía turístico Bruce Tucker (un reaparecido Jai Courtney robándose la película) le llama "POM" (Prisoner of your Majestic) a la amable Heather (Ella Newton), pero lo hace de forma tan casual y con gran simpatía, de hecho se disculpa de forma inmediata, como alegando que esta desactualizado, un detalle casi anecdótico, que los dos turistas, tanto la inglesa como el canadiense (Liam Greinke) pasan por alto, pero que nosotros como espectadores experimentados no tanto, y que a la postre sabremos que solo era una pequeña muestra, casi imperceptible, de la psicopatía del antagonista de la historia, unos momentos más Tucker convence a una dubitativa Heather de bajar a ver los tiburones en el océano en una jaula con la popular canción "Baby Shark", y se ve aun más encantador que antes, no pasara mucho para que descubra su verdadero ser, justamente después de esa bella experiencia de tener tiburones por todos lados un encanto que será quebrado por el "welcome aboard" sádico de rigor.

En medio de los créditos al ritmo de "Dancing With Myself" de Billy idol cantado por "The Donnas" conocemos a nuestra protagonista, la correosa surfista Zephyr (entregada Hassie Harrison), una solitaria chica viajante que vive en su van y se alimenta a base de puros panes baratos, no confía en nadie, es aprovechada y vive en un ostracismo que ni el encantador Moses (Josh Heuston) podrá romper, por más que consiga encamarse con ella de buenas a primeras, sea de una buena familia, tenga harto dinero y parezca super modelo, Zephyr es un alma libre como lo dice su tatuaje de pájaros, y evita atarse a lo que sea y quien sea, ya sea por su complicado pasado en lugares adoptivos, o porque ha salido lastimada antes, tiene una coraza que no permite que nadie atraviese, el espécimen perfecto para que Tucker ataque, asi que a la menor oportunidad la secuestra, de hecho la tenia vista y deseada, como le confiesa, y en un momento clave de la cinta vemos que hace esto con otra posible victima.

Tucker la sube a su barco junto a Heather, donde conocemos sus peculiares "aficiones", bajando a sus presas para que sean devoradas por tiburones, grabarlas en el momento de su muerte para luego ver extasiado las cintas snuff que guarda como trofeos con todo y mechón de cabello de las victimas, es decir, estamos ante un Buffalo Bill marino que baila al ritmo de "Evie" de Stevie Wright, y lo que sigue es ver como la luchadora Zephyr hace todo lo posible - y hasta lo imposible - por escapar con vida de su precaria situación, todo esto aderezado por una cinematografía esplendida donde las playas de Australia brillan por su belleza, un ritmo trepidante, y una banda sonora que como se puede notar me encanto, no solo por las piezas sino por el como son usadas - ese momento de "At Last" de Eva Cassidy, y con ese guion que nos regala algunas ideas más que interesantes, en algunos casos hasta pertinentes.

Por supuesto el verdadero significado del tirulo, donde los animales peligrosos no son los instintivos y atemorizantes tiburones, sino el ser humano, la analogía de los dos protagonistas como solitarios tiburones indetenibles, la metáfora de los pescadores y el marlín, y esa defensa de los tiburones al no presentarlos como maquinas asesinas sino depredares implacables, los largos monólogos del villano me fascinaron, ya sea que hablara de lo corto del instinto humano al no comprender asesinos en masa como mosquitos y baterías, pero si temer a los grandes depredadores, el de la serpiente coral y el rey escarlata, y por supuesto, esa critica a nosotros mismos con nuestros gustos voyeristas amantes de la violencia, pero lo más importante al final es el juego de gato y ratón que juegan estos dos, con esos momentos donde vemos la astucia y hasta donde es capaz de llegar esta luchadora, y en los que seguimos a Tucker en sus contratiempos y fallos.

Byrne no nos hace sentir simpatía por él, pero si que vivamos sus dificultades, lo que le añade una capa más a la tensión y suspenso de toda la cinta, de esta forma el villano psicópata se convierte en un protagonista más, con mala suerte, buena suerte, momentos donde pierde el control, donde se equivoca, y de esta manera podemos odiarlo aun más al darnos cuenta de su "humanidad", el otro punto clave son las ideas hitckcockianas, desde el voyerismo, hasta la importancia de las cosas, donde hasta los objetos más sencillos cobran gran valor, y donde cada instante esta filmado de forma sublime para mordernos las uñas, ya sea cuando la camioneta regresa prontamente en medio de un rescate, de un cristal deteniendo un escape, y hasta un regalo sangriento en medio de la almohada, ¿Qué puedo decir? cine en estado puro, y del bueno.

Calificación: Muy Bien