Segundo largometraje de Michael Petroni que es productor, director y guionista, una bien hecha y disfrutable cinta que a pesar de acusar algunos defectos sirve perfectamente para pasar el tiempo, el psicoanalista Peter Bower (Peter Brody, adecuadamente sufrido) ha regresado a Sidney para pedir ayuda a su mentor Duncan (Sam Neill) quien le pasa ciertos pacientes, a punto de llegar el aniversario de muerte de su hija el tipo esta en constante depresión y sigue sin recordar que lo distrajo cuando atropellaron a la pequeña, apenas si presta atención a sus pacientes, una mujer que es invisible para su hija, un tipo que piensa que vive en los ochenta, y una extraña niña que parece desaparecer, hasta este momento el visionado es confuso, no sabemos que es verdad o mentira como el mismo Bower, pero como la chamaca no se anda con rodeos se dará cuenta que es un fantasma que no lo dejara en paz hasta que lo ayude y con ello se ayude a si mismo.
Bower descubre la verdad sobre sus pacientes y su mentor en la primer vuelta de tuerca, decide ir a su pueblo natal para enfrentarse al pasado el cual ha ido recordando poco a poco, así el tipo habla con su amigo de la infancia que se niega, se queda en casa con su padre con el que lleva una pésima relación, y visita las vías del tren ya que esconde un oscuro pasado donde el jugo parte clave en un descarrilamiento y por ende de la muerte de muchas personas, ¿de esas que lo persiguen? el tipo declara y acepta la culpabilidad solo para darse cuenta de que no lo dejan en paz y están mas furiosos que nunca, es hora de que se deje de cuentos sin sentido y acepte la realidad de su pasado, uno que poco a poco va regresando y que lo llevara a lo mas profundo del infierno.
Al final todo se descubre y el secreto es una vuelta de tuerca que de todas formas se veía venir sin son fanáticos de los thrillers y mas aun si estos están fusionados con fantasmas, eso si, resulta satisfactorio a pesar de que el final se sale un poco. Algunos buenos sustos y una trama que tiene como lastre que no nos deja participar en ella ya que en lugar de seguir pistas casi dependemos totalmente de la memoria de Bower.
Calificación: Palomera
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