Delicada y sentimental historia que sirve para mostrar y exorcizar lo que tuvieron que sufrir los chilenos en dictadura que separo a miles de familias, el director Gabriel Osorio Vargas se basa en la historia de su abuelo para mostrarla simbólicamente en la forma de un oso y su familia, aunque aun sin saber nada de eso resulta muy obvio que es lo que quiere mostrar el director por el hecho de ser una cinta chilena, una historia sencilla que funciona y mueve las piezas exactas.
Técnicamente la historia prueba muchas técnicas de animación y funciona en cada una de ellas, si se compara las traficas computarizadas con las de ultima generación salen perdiendo pero cumplen bastante bien, artisticamente es magnifica, la banda sonora es melancólica y funciona muy bien, y la dirección varia lo suficiente como para que siempre nos tenga interesados. Un oso vive solo y se dedica a hacer un diorama, su esposa e hijo solo aparecen en fotografías y no sabemos que paso con ellos, el oso va a trabajar mostrandole a los niños el diorama a cambio de una moneda, en el se muestra la historia de los animales perseguidos por unos villanos de circo que los apartan de su familia y los obligan a trabajar para ellos.
Esto le sucede a un oso que nunca se da por vencido, se convierte en la estrella y logra escapar, llega a su casa que esta destrozada y abandonada, o eso parece pero al final tiene un final feliz, el que no tiene el oso en la realidad, el que desea un oso que no abandona la esperanza y que seguirá mostrando su historia sin rendirse, una cinta que muestra el sentir de todos lo chilenos que todavía sienten los daños de la dictadura y que ahora se estan animando a aceptar y mostrar esa parte de su historia.
Calificación: Muy Bien
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