La semilla del logrado díptico "Smile" es un impecable cortometraje de terror que en menos de diez minutos logra con creces su cometido, que no es otra cosa que pasar un desagradable pero buscado susto, y que como en las mencionadas cintas comparte la misma idea de una entidad persiguiendo a un pobre diablo, en este caso a la Laura del titulo (Caitlin Stacey, brillando en el poquísimo tiempo que tiene en pantalla), además tiene la particularidad de que no cuenta la misma trama de las película "Smile", es cierto, también aquí hay un ente que persigue al protagonista, comparte la famosa sonrisa, y que llega un momento en que la victima no distingue la realidad de la fantasía, pero todavía el concepto no estaba desarrollado, o mejor dicho, este evoluciono para convertirse en el ente que todos los amantes del terror conocemos, aquí no hay subtexto de depresión y culpabilidad con tendencias suicidas, ni tampoco el ente se pasa de un huésped a otro, ni siquiera vemos la conocida sonrisa, es decir, el concepto que surge después es bastante diferente.
Aquí se da a entender que el ente persigue a Laura para no dejarla dormir, aunque bien pudiera ser que lo ve porque no duerme, siempre estresada y pendiente de que se le aparezca, eso que ella sabe que es la misma cosa pero con diferente rostro, y siempre sonriente, la pura idea causa escalofríos, y por ello Finn le ha sacado tanto partido, Laura confiesa la pesadilla que esta viviendo a su terapeuta, el Dr. Parsons (Lew Temple), quien la escucha atentamente para de vez en cuando realizar alguna pregunta, ella dice que no puede dormir, que alguien o "algo" la sigue, se le aparece en todas partes, y después de unos pocos minutos la platica empieza a hacerse más confusa, para el consabido y esperado remate final, que aunque uno ya sabe que llegara, lo hace de buena manera, con un remate por medio de dialogo que causa escalofríos, y que da paso a una pesadilla final realizada de forma impecable, tanto en nivel producción como en dirección, con logrados acabados y buenos efectos, a los que se les saca provecho en estos pocos minutos, y que remata con un final de pesadilla que recuerda al cine de antes, o por lo menos al maestro Cronenberg.
Calificación: Competente































