RETABLO (ÍDEM, PERÚ - ALEMANIA - NORUEGA, 2017)
Segundo (magnifico Junior Béjar Roca) y su padre Noé (Amiel Cayo, artista plástico en la vida real) estan tomando información visual de una familia posando, específicamente el maestro artesano Noé esta cubriendo los ojos de su hijo Segundo y este le describe con una sorprendente exactitud la forma en que estan dispuestas las personas y lo que visten, Noé esta entrenando a su hijo en el arte de los retablos, unas figuras artesanales hechas con pasta de papa y coloreadas que reflejan alguna imagen o escena, ya sea religiosa o de indole particular, dentro de cajas dibujadas con muchos colores, la cinta dirigida y escrita por Álvaro Delgado-Aparicio se toma su tiempo para presentarnos el mundo de la historia, en la sierra de Perú donde las costumbres son diferentes, alejados de todo mundo y hablada en Quechua la cinta regala una pintoresca postal de esos pueblos pero sin idealizar en ningún momentos estos lugares, por el contrario el director se muestra critico de los usos y costumbres que imperan en estos lugares.
Somos testigos de un sitio donde los roles de hombres y mujeres se encuentran muy definidos y donde los hombres buscan la violencia como una manera de reafirmar su masculinidad, esto se nota en esa violenta costumbre de pegarse en las fiestas, en esos cruentos enfrentamientos, así como mostrar que ahí la sociedad funciona como un ente que es capaz de tomar justicia por propia mano, como se ve en la escena donde un pobre diablo es castigado a latigazos por presuntamente ser culpable de un robo, justo en esa escena Noé se nota incomodo, temeroso, como si supiera que esta en peligro, ya para este momento nosotros presentimos que algo no esta bien, el director construye hábilmente en el que parece que hay algo raro y que en cualquier momento explotara, podría ser que Segundo piense que nunca podrá ser como su padre, algunas personas se lo hacen notar y no puede lograr la calidad de su padre, despues de todo no es de echarle ganas sino de talento, o quizá el chico sienta que no lo valoran, todos felicitan a su padre y a él ni le dirigen la palabra.
¿O sera la sensual vendedora del mercado que atiende con mucha coquetería al maestro? quizá el robo que ha sucedido últimamente en las tierras, debido a esto cuando se nos revela el secreto de la trama cae como un balde de agua fría, algo que nadie esperaría y que rompe la relación de amor y respeto que existía de Segundo hacia su padre, ahora el chico lo reta y se intenta separar de él, al tiempo que carga con un secreto que cambia completamente su vida y que no puede salir de él, ni siquiera a su estricta madre Anatolia (la siempre bienvenida Magaly Solier) ya que es algo que cambiaría la vida de ambos, la cinta entonces se mueve hacia un drama donde segundo apenas puede soportar el rencor y la tensión, para pasar a un acto final donde todo explota de la peor manera, y donde Segundo se vera obligado a cargar con los pecados de su padre, y mas importante aun, tendrá que tomar la difícil decisión de reafirmar su posición inicial o convertirse en el hijo que necesita Noé que paso de ser un maestro respetado a una paria, todo esto con una dirección que por momentos nos remite a los retablos que hacen padre e hijo, encuadres cerrados o medios con cámara fija donde los personajes interactuan, es decir la vida vista como un retablo que como aprende Segundo, pueden ser tan hermosos como los que entregan a familias pudientes y al templo, o tan horribles como el que lleno su pesadilla.
Calificación: Muy Bien
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