Marina Farfán (una maravillosa Cecilia Suarez) es una ratonil empleada de una tienda de moda que se especializa en uniformes, desde antes del titulo el director Ernesto Contreras nos muestra a la solitaria mujer en el fondo de la tienda doblando uniformes, y de hecho, momentos despues cuando la dueña de la empresa (Ana Ofelia Murguía) sortee el premio anual, se lo ganara Marina y se escucha a alguien preguntar que ¿quien es esa? el director y su hermano, el guionista Carlos Contreras, dejan claro que nuestra protagonista no solo es callada, tímida y solitaria, sino que literalmente es un cero a la izquierda en su trabajo, familia, vida social y amorosa, como el viaje que gana la mujer es para dos personas Marina comienza a llamar a posibles acompañantes, pero lo cierto es que ella no tiene vida social, no sale con amigos, no habla ni mantiene contacto con nadie, y mucho menos tiene alguna relación sentimental con alguien, ella puede tomar el viaje sola pero la opción de poder ir acompañada la hace consciente de su gran soledad, una que terminara y continuara de las formas mas imprevistas.
En una cafetería se topa con Víctor Mina (Enrique Arreola, muy bien), un ex compañero de la secundaria que se acerca directamente a entablar conversación con ella, esta claro que a Víctor le gusta, y siempre le ha gustado, Marina y que las preguntas sobre los viejos tiempos son solo la excusa, por su parte ella no lo recuerda para nada y termina evitándolo, pero cuando se pelee con su hermana (Tiaré Scanda, adecuadamente histérica) al está intentarle quitarle su premio, decide arriesgarse a compartir el viaje con el desconocido Víctor, y para ello tienen una serie de citas que siempre son un fracaso para ambos, en especial para el esforzado Víctor que no sabe como ganarse el corazón de la introvertida Marina. Una comedia romantica que tiene algunos momentos de drama muy bien logrados y que cuenta una historia de amor nada convencional, pero mucho mas real que la inmensa mayoria que inunda las pantallas, y que ademas tiene un regusto a cine clásico, con esa forma de romance que se va construyendo poco a poco y con detalles mínimos y casi imperceptibles.
La cinta deja de lado los clichés y lugares comunes, se arriesga y con ello da en el blanco de la mejor manera, es cierto que apunte que estamos ante un logrado romance y lo sostengo, pero la cinta va mucho mas alla, es una muestra de como nos sentimos los seres humanos en esta epoca donde todos estamos conectados y siempre rodeados de multitudes y aun así podemos sentirnos solos, y mas que nada de dos personajes que esta conectados por medio de su soledad, Marina y Víctor se parecen bastante; ninguno existe en su trabajo, a lo mencionado de Marina se le suma el desconocimiento total de todos los que laboran en su empresa donde esta marginado a sacar copias en algún sótano solitario, no tienen amigos ni vida social, no mantienen una relación sentimental con nadie desde hace muchos años atrás, la relación con su familia es mala, ambos tienen golpes de suerte, ella gana un viaje, el hereda una buena cantidad de dinero, a ambos les pasan por encima por falta de carácter, a ella no le regresan la feria, a ambos les quitan la mesa en el bar, y finalmente los dos son unos torpes introvertidos que no tienen ni idea de como se trabaja una relación.
Esas citas son lo mejor de la película, el café, el cine, el picnic, el bar para bailar, incomodas, con silencios que no terminan, con una Marina distraída que no le da importancia a nada de lo que hace su pretendiente, y con un Víctor desesperado por lograr un avance aunque no tenga ni idea de como hacerlo, y nosotros como espectadores somos testigos de su torpeza, al grado de desesperarnos al mismo tiempo que nos da una ternura muy grande, y hasta soltamos una que otra carcajada, al final uno comprende que desde el inicio ellos se han sentido felices y cómodos con su soledad, les agrada, han aprendido a vivir así y es parte de su vida, por ello en cierto momento uno de ellos se espanta tanto, podría perder la vida que tanto le agrada y que ha construido por años, a final de cuentas es el salto de una forma de vida a otra distinta.
Pero, y aquí viene el gran mensaje de la cinta, no es que Marina y Víctor se amen perdidamente, o bueno si, pero también es a lo mejor que pueden aspirar el uno del otro, es decir alguien como ellos, que los comprenda, que comparta gustos y defectos, y que, más importante aun, les ayude a compartir la soledad, seguir viviendo su soledad pero acompañados por alguien que la vive tanto como el otro, a final de cuentas el amor es una convención maleable, contradictoria y hermosa, y más aun detrás de unos inseguros y distraídos parpados azules. La vida es una mierda, pero una mas llevadera con alguien amado con quien compartirla.
Calificación: Notable
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