22/3/24

Cinecritica: Misión: Imposible: Sentencia Mortal - Parte Uno

"MISION: IMPOSIBLE: SENTENCIA MORTAL - PARTE UNO" ("MISSION: IMPOSSIBLE - DEAD RECKONING - PART ONE", EU, 2023) DE CHRISTOPHER MCQUARRIE
En un momento clave de la más reciente cinta de la longeva saga "Misión Imposible" el ingobernable héroe Ethan Hunt (Tom Cruise con un personaje que ya es suyo) es interrogado por una de las villanas del filme, ¿por que le perdono la vida? a modo casi de inevitable venganza, y también entre lineas ¿por que no acabo con ella para poder salvar a cierta persona? Hunt no responde nada frente a esto, no tiene porque, para él lo que hizo es lo lógico, lo moral, lo ético, vio en ella algo de humanidad y por ende nunca quiso lastimarla, frente a esto la villana se desmorona, su rostro lo demuestra, ¿por que diablos tuvo que enfrentarse contra un tipo que en realidad representa a un verdadero héroe? a este nivel a llegado el personaje de la saga, un hombre que representa lo mejor del ser humano, capaz de los más grandes sacrificios, dispuesto a todo, confiando en los demás, teniendo fe en la humanidad, y siendo tan profesional que cuando uno lo ve piensa en ir al día siguiente al trabajo y hacer lo mejor posible, no salvaremos el mundo, pero eso es ser un héroe hawksiano.

Y así como Ethan piensa y representa esto, es lo mismo que piensa y representa Tom Cruise, el protagonista de la saga, el verdadero artífice de esta franquicia, se apropio de ella y no puede dejarla ir, porque eso significaría convertirla en algún serial para sacar dinero fácil, algún estreno en plataformas que no le harían justicia al cine de verdad, y la profanación de usar - y usarlo - para vender algún discurso político o progresista, el ego de Cruise no lo permitiría, el mismo ego que le permite saltar desde un acantilado a la nada desde una moto con paracaídas pero sabiendo que es completamente suicida, y no hacerlo solo una vez, sino las necesarias para que la toma sea perfecta, es decir, el ego, el narcisismo de Cruise, es al mismo tiempo su carta de amor al cine y a los espectadores, Cruise es capaz de jugarse la vida a cada momento porque sabe que así cada fotograma sera genial, que despertara emoción en el respetable, que la escena sera memorable, que la película permanecerá en la memoria y porque le tiene respeto al arte del cine, y por ello pone su vida en juego para realizarlo, para regresarle algo de lo que le ha regalado, y lo que queda es cine en estado puro.

Y uno desde la butaca no puede evitar sonreír como bobo (estoy seguro que así lo notaria el que me viera visionándola), reírse a carcajadas después de un buen chiste, emocionarse con las escenas de acción, encajar un ¡ouch! después de cierto golpe bien dado, sufrir con el drama, derrumbarse por alguna muerte, morderse las uñas en las escenas de tensión y hasta gritar emocionado después de alguna hazaña formidable que parecía impensable, o mejor dicho, imposible de lograr, y que sabemos, porque se nota, que lo hicieron en realidad, porque en la cinta de McQuarrel las peleas son de verdad, los saltos son auténticos, si tienen que manejar por las calles en un pequeño fiat amarillo se hace, si se tiene que pelear en algún cerrado callejón se aprende la coreografía y se empalman buenos golpes, si se tiene que pelear arriba de un tren a máxima velocidad se aguanta el viento, y si se tiene que saltar desde un acantilado en moto... pues lo hacemos, ese es el grado de profesionalidad que tienen Cruise y su equipo, el extendido reparto y todo el equipo técnico que parece ser inspirado - u obligado - por la brillante estrella, quizá la única resplandeciente en un firmamento que casi se ha apagado por completo.

Y a todo esto, de que va la historia, porque las escenas de acción no son lo único valioso de la cinta, Ethan debe encontrar dos partes de una llave que abre algo que nadie sabe que es ni donde esta, una de las partes ya esta en manos de su aliada/contrincante Ilsa (Rebecca Ferguson) a quien persigue por el desierto, para luego pasar por una enrevesada parte de un aeropuerto donde conocemos a la ladrona Grace (Hayley Atwell, bien), pasamos a una desternillante persecución en Roma, pasamos a una fiesta en Venecia donde regresa la viuda blanca (una bienvenida Vanessa Kirby), una dolorosa persecución donde una menuda villana sigue dando lata (Pom Klementieff), y un enfrentamiento en un tren que parece no tener fin ya que hasta que termina nos deja respirar, ademas regresando a dos personajes icónicos de la saga como son Benji (el carismático Simon Pegg) y Luther (Ving Rhames), sumado a ellos tenemos a las caras del gobierno encarnadas por el maquiavélico Kirrtridge (Henry Czerny) y el ambicioso Delinger (Cary Elwes).

El villano de ocasión es Gabriel (Esai Morales) que tengo que admitir que aunque lo hace bien queda muy lejos de los mejores villanos de la saga, lo que si es que esa inteligencia artificial que casi es un virus informático indetenible, aunque carece de carisma si da miedo, en especial en el mundo en el que habitamos en la actualidad, con las inteligencias artificiales amenazando los trabajos y la forma de vida del mundo entero, es casi como si Cruise empezara su propia cruzada personal contra esto, contra el mismo hollywood, y el gobierno que esta irremediablemente compenetrado con las sucias industrias y solo
quieren poder, quizá por ello la cinta fue un fracaso de taquilla, aunque la historia es sencilla y las más de dos horas y media se pasan volando toca temas escabrosos y actuales que no agradan a muchos, pero de esta manera llegamos a los villanos actuales, que son más peligrosos pero más sosos que los de toda la vida, por lo menos sabemos que mientras Hunt nos proteja podemos estar tranquilos, ya que como dice en una linea clave, no promete proteger a sus amigos, pero "sus vidas siempre me importaran más que la mía", con un héroe de verdad como Ethan solo queda apoyarlo, como a su contraparte en el mundo real, el incombustible Cruise.

Calificación: Notable

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