Don Arcadio de la Garza y Garza era un ricachón que tenía varias hijas. Fue un hombre austero al máximo. Bueno, mejor dicho un verdadero avaro miserable, aunque tenía mucho dinero. Una de sus hijas se casó con un muchacho que, sin llegar jamás al despilfarro, sabía darse una buena vida pues salía a restaurantes con toda su familia, viajaba de vacaciones, le compraba cositas a su esposa, y en general vivía contento, gastando alegremente dentro de sus medios. Eso le pareció mal don Arcadio, quien cierto día no puede aguantarse y le reclama al yerno: “Gastas mucho, m'hijo. ¿Qué vas a hacer cuando no tengas dinero?” A lo cual responde el yerno: “Pues viviré como usted, don Arcadio.”
22/9/14
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