Cinecritica: Tár

"TAR" ("IDEM", ESTADOS UNIDOS, 2022) DE TODD FIELD

En la mejor escena de esta majestuosa cinta, Lydia Tár (Cate Blanchett, simplemente perfecta) esta dando una clase especial en Juilliard, no le parece la música que quiere dirigir un alumno ya que este no sabe que significa, de hecho Lydia piensa que ni la autora sabe que significa, por lo que le recomienda comenzar por Bach, a lo que el chamaco comenta que para él es imposible, siendo BIPOC (Black, Indigenous, and People of Color) y pansexual, no soporta la idea de escuchar a un compositor blanco, cisexual, y misógino, esta respuesta molesta a Lydia, quien le cuestiona que tiene que ver tiene que ver esto con su obra, el muchacho se mantiene ofuscado, el tipo tuvo como veinte hijos, y recibe un - "cierto, esta

documentado ¿y que?", el chico cada vez más espantado se mantiene terco en su decisión, en tanto Tár no entiende porque no separa la obra de la persona que la creo, argumentando qué se está perdiendo algo bellísimo, que Bach al contrario de él, no era cerrado, por el contrario su obra es un compendio de preguntas sin respuestas que invitan al oyente a responder, desde mi butaca no podía más que afirmar que los argumentos de Tár eran mucho mejores que la ridícula búsqueda de ofenderse por todo del chamaco, pero Lydia al ver que no pudo convencerlo comenzó a dar argumentos más duros, más claros, más cínicos, que golpearon directamente al chico, demostrando su temperamento y alcances, algo que entendemos le acompañó toda su vida y que forma parte de su difícil carácter, para bien y para mal.

Este momento, es toda una declaración de intenciones, por parte del director y guionista Field qué nos tira la pregunta clave en esta época de cancelaciones post metoo, ¿es válido despreciar, menospreciar o destruir la obra de un autor por los defectos personales de esté? La respuesta correcta por supuesto, es que no (por lo menos desde este rincón), pero como Bach, Field se niega a contestar y nos pone en una encrucijada vital, porque Tár también defiende mi argumento pero justamente porque ella no desea que su obra sea medida con su persona, ya que ella sabe mejor que nadie, que esconde muchos defectos y secretos, es así como este estudio de personaje va desarrollándose con un ritmo pausado, tranquilo, armando poco a poco la complicada maraña que es el pensamiento, el actuar y la vida de la talentosa directora de orquesta Lydia Tár.

Que lo mismo da una entrevista pretenciosa donde suelta complejas palabras en hebreo y alemán al tiempo que dicta difíciles referencias para que nadie las entienda, y de esta forma demostrar que es superior a los demás, pero explayándose con seguridad, su gélida belleza, su pensado vestir, y sus palabras casi en verso para que todo mundo quede maravillado, incluido el respetable que la ve a través de una pantalla, de ahí vemos como esquiva a un arrastrado y mediocre director judío (Mark Strong) al que tiene que soportar porque de ahí viene el dinero,por más que sabe que no hay talento ahí, por más que lo compre, para pasar a la mencionada escena tirante con el desquiciante alumno, grabada en una sola toma donde el espacio se maneja de manera perfecta, y seguir con un vistazo a su vida en Alemania, donde la espera su paciente esposa Sharon (Nina Hoss, exquisita), su amada hija Petra (Mila Bogojevic) y la orquesta donde rige con mano de hierro, después de todo "no es una democracia".

Lydia es muy talentosa, es dedicada, ama su trabajo, y en especial adora su música, pero también es cierto que se ama y adora a su misma, de tal forma que siempre esta buscando la forma de engrandecer su figura y leyenda, mirando a todos por debajo del hombro, dándose aires de importancia, y dejando claro que es un genio, porque en realidad lo es, y uno bastante centrado, que no se ampara en ser mujer, ni busca trato preferencial, lo que tiene es por su talento y trabajo, nada más que eso, al grado de realizar pequeñas obras en secreto para personas cercanas, pero conforme avanza la cinta vamos viendo que Tár no es la persona intachable que ella desea mostrar, tiene por ahí un oscuro secreto que siempre intenta evitar con el nombre de Krista, que al final será el detonante de su destrucción, alguien grabo y editó la clase para funarla, han llegado serios alegatos contra su persona, y hasta su círculo cercano la acusa de tener tratos "preferenciales", esto junto a un enojo la llevan a tomar una decisión terrible.

El abandono de los ricachones al primer problema, el no poder dormir, las alucinaciones cada vez más vividas - con todo y espectro deambulando -, el enfrentamiento de su mujer espetándole que todas sus relaciones son transacciones a su favor, y en especial su terrible encaprichamiento con una joven chelista (Sophie Kauer) que no solo la desenmascara, sino que cambia el juego de poder qué ella siempre ganó, al final entendemos que Lydia usaba su poder, su posición, para poder engatusar a las jóvenes promesas, un juego de poder que nada tiene que ver con género ni profesión, sino con colmillo y estrategia, una que por primera vez juega en su contra, y la lleva a acorralarse aun más, perdiendo quizá la único que amaba además de ella, su pequeña hija, ¿o solo la desea por orgullo?

Es cierto, Lydia Tár merece mucho de lo que sufre, pero también es cierto que muchas de las cosas que vive no tienen nada que ver con lo que hizo, y más que ver con destruirla y aprovecharse, porque ante la caída de una persona todos van tras ella, no por justicia, sino por el poder que dejó vacante, sea robándole las composiciones, sea dejándola sola, sea criticarla porque es cancelable, tomando su lugar profesional , destrozando su legado, y denigrando su obra y talento, por lo menos todavía hay lugares en el mundo donde puede resetearse, comenzar de nuevo, recordando que la música sirve para demostrar sentimientos que las palabras no pueden definir, y con ello, llorar quitándose aunque una sola vez la máscara(s) impuesta de por vida en una escena tan sentimental como maravillosa.

Calificación: Excelente