"DESTINO FINAL LAZOS DE SANGRE" ("FINAL DESTINATION: BLOODLINES", ESTADOS UNIDOS - CANADA, 2025) DE ZACH LIPOVSKY Y ADAM B. STEIN
Iris (Brec Bassinger, bien) va en automóvil vendada, mientras su novio Paul (Max Lloyd-Jones) le promete una gran sorpresa, que es nada menos que asistir a la inauguración de un flamante restaurante en un la punta de una altísima torre que parece salida de alguna fantasía futurista, con un elevador de cristal que causa vértigo, un restaurante ovalado con vista panorámica y piso de cristal, y mucho lujo en un pequeño lugar, no podía ser de otra manera en los años sesenta, donde se anhelaba el futuro pensándose como una fantasía y realizando obras que pensaban se adelantaban a un tiempo que llegaría después, Iris no ve toda esta tecnología y avance como algo bueno, y menos viendo los detalles alarmistas, que las puertas del elevador fallan, que el piso no se ve seguro y menos con tanto salto, que los cristales no tienen protección, que el fuego se maneja de forma insegura, y que un chamaco malcriado hace y deshace nomas porque si.
De hecho, desde el inicio se nota que este maleducado será el causante de todo, sacando esa moneda clave de la fuente para que se desate el caos, uno que es preparado de manera sumamente macabra dándole importancia no solamente al accidente en si, sino todo lo que ocurre, de tal forma que nos enteramos de la vida y relación de Iris, con todo y embarazo imprevisto, y la bonita relación que tiene con su pareja, además de jugar con suspenso al tenernos siempre en tensión con esas vistas de vértigo, y todos los posibles peligros que ve la chica, hasta su fatal desenlace, que a diferencia de todas las secuencias introductorias anteriores aquí esta trabajada con mimo, un ritmo pausado, y se toma la molestia de presentar y construir un escenario catastrófica que después de ejecuta de la mejor manera posible, con personas que luchan por vivir y no simples npcs esperando turno, sin duda alguna la mejor parte de toda la saga entera.
Pero todo era una pesadilla de Stefani (desabrida Kaitlyn Santa Juana) quien tiene meses soñando lo mismo, por lo que regresa a casa para investigar, topándose con que la mujer de sus sueños es la abuela loca que vive como ermitaña en una cabaña, hasta allá va la chica para escuchar sobre la persecución de la muerte hacia ella, ya que ese día ella debió morir, junto a toda la gente que salvo, pero como fueron tantos la parca se tardo y ha ido acabando con ellos junto a su prole, pero la avispada Iris, que ha diferencia de los demás no se puso histérica salvando solo a la gente cercana, sino que actuó rápidamente para impedir la muerte de todos, ha sobrevivido hasta la vejez tuteándose con la muerte, pero la visita de su nieta desencadena de nueva cuenta la lista que va tachando con muertes rebuscadas.
Lo que sigue después de ese interesante inicio es lo mismo de siempre, solo que ahora no son amigos o compañeros sino familia, así que somos testigos de como la muerte va escabechándoselos uno por uno de las formas más mórbidas posibles, por fortuna la cinta ha abrazado por completo el ridículo y la exageración, todo se lo toma a cachondeo, y la cámara tomando posibles peligro cotidianos con una edición puntillosa ayudan a que uno vea la preparación de las muertes con un voyerismo sádico, que irremediablemente hace reír, incluso a carcajadas, por fin aceptando que todo es un cachondeo, con suposiciones que se vuelven ciertas de forma hilarantes, construcciones de muertes que dan justo lo contrario a lo que apuntaban, con un Richard Harmon en situaciones ridículas, y familiares valemadristas a lo que todo se les suda, no puedo negar que me carcajee al ver el segundo funeral, y que ese final mala leche me dejo una sonrisa en la boca, esto es justo lo que la saga siempre debió ser, y si de paso regala un bonito homenaje póstumo a Tony Todd con todo y entrañable consejo que va acorde a la trama de la saga, no puede pedirse mucho más.
Calificación: Aceptable




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