"EL MURO NEGRO" ("BRICK", ALEMANIA, 2025) DE PHILIP KOCH Una premisa interesante que parece salir de algún episodio de "La Dimensión Desconocida" o sus inspiradas copias contemporáneas, nunca es una mala idea, incluso el final que aunque bastante resultón resulta inofensivo para la trama de la historia, aunque eso si, con tal de no quebrarse la cabeza y ser más "realistas" toman la opción más facilona y por ende cobarde, pero lo que en realidad afecta esta película es su ejecución, el compendio de ideas que se van sumando que no llegan a nada, los problemas de ritmo, y por sobre todo, los personajes tan detestables que se van sumando a la historia, de tal manera que como a uno - por lo menos personalmente -, no podrían interesarme menos los personajes de la pantalla, mucho menos me interesa que se salven, y hasta arrastran la resolución del misterio, además de que todo se alarga en demasía artificialmente, por ahí hay intentos de meter dramas en todos los personajes, aunque al final resultan ser puro cascajo cliché.
Tim (Matthias Schweighöfer) es un programador que trabaja haciendo videojuegos, y solo piensa en eso, ni siquiera le da por atender a su potable esposa Olivia (Ruby O. Fee) quien tiene esperando que salga de su caparazón dos años, específicamente desde que falleció su pequeña bebe, el caso es que en medio de esta crisis Olivia decide dejarlo pero cuando quiere irse del departamento se topa con el muro negro del titulo latino, este cubre la puerta, paredes y las ventanas, es inamovible, indestructible, y es magnético, además de tener un patrón que repite en cada posible salida, aunque eso uno lo nota de inmediato los personajes lo descubren casi en su tercio final, haciendo que la situación se haga cansada debido a que en lugar de reaccionar como personas normales lo hacen con un histerismo desesperante, como Olivia, que cuando ve el muro culpa a Tim, lo amenaza, grita, y hace berrinche, claro, porque el tipo se levanto en la madrugada, levanto un muro por todos lados sin hacer ruido, con la tecnología mas avanzada disponible.
Entiendo que su relación esta en crisis, y todo eso, pero esta reacción hace perder unos cinco minutos que pudo haberse ahorrado la cinta, lo mismo ocurre conforme conocen a los vecinos en su plan de escape que los lleva a destruir paredes y pisos para llegar al sótano-bunker, todo son peleas, gritos, histrionismo, dramas forzados y demás tonterías, que solo hacen perder tiempo, nadie actúa como persona normal, ni los drogos calenturientos, ni el abuelo enfermo con nieta inclusiva (nada menos que con sangre extranjera, lesbiana y vistiendo como subnormal), ni el loquito suelto conspiratorio que a todas luces se nota es el malo maloso, con todo y sonrisa caricaturesca, y aunque el plan no es malo, y le otorga movimiento a la trama, y un despiste que ayuda a alargar la historia, la verdad es que esta pesimamente implementado.
De tal manera que al final cuando ya están resolviendo como abrir el mentado muro, ya me encontraba harto de los arranques violentos del drogo, la imprudencia de la drogadicta, molesto con la regañona nieta sabelotodo, con la pareja histriónica, el abuelo dramático, y el policía conspiratorio, que aparte aguanto una bala en el centro del pecho para convertirse en super atleta porque si, es ahí cuando yo decía, tiene que haber una explicación más arriesgada que el error militar tecnológico para explicar todo esto, las cámaras, la resurrección del tipo, que el muro no cierre solo el edificio y no los departamentos, y pues no, decidieron ir por lo mínimo, y quizá no estaba mal, para entonces ya ni me interesaba como terminara esta accionista del pánico alemana, solo que lo hiciera, eso si, me llamo la atención un filme alemán protagonizado por un rubio, casi se siente antinatural por su enfermiza tendencia inclusiva.
Calificación: Mediocre
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