Critica: Los Que Se Quedan

"LOS QUE SE QUEDAN" ("THE HOLDOVERS", ESTADOS UNIDOS, 2023) DE ALEXANDER PAYNE

"Non nobis solum nato sumus" dice el sarcástico y ácido profesor misántropo Paul Hunham (Paul Giamatti en una actuación espectacular) al inicio de la cinta a su rector/jefe qué alguna vez fue su alumno, quien se queda sin saber que decir, de inmediato el maestro de historia antigua traduce - "no solo para nosotros nacemos" -, esta es la forma de manejarse de Hunham como constatamos en la última clase del

semestre, soltando improperios eruditos, sarcasmos complejos, metáforas complicadas, información detallada y profunda de temas difíciles, y rápidas respuesta ácidas, ante unos juniors ricachones qué están condenados -o mejor dicho nosotros lo estamos- a liderar el mundo, por puro poder y conexiones, y si, Hunham es un sádico desgraciado, nada popular entre estudiantes y profesores, pero por lo menos no se deja mangonear ni amedrentar por sus jefes, porque reprobó a un hijo de papi qué es un idiota, pero con padre en el congreso y pagando gimnasio nuevo, es decir, Paul Hunham es un tipo difícil por supuesto, pero también es un ser humano con una ética clara aun contra el sistema.

Aun así no se puede negar que es un miserable, por como trata a los muchachos, y como rechaza a todo el mundo, levantando barreras infranqueables, un ateo consumado, y cascarrabias de primer nivel, pero muy pronto nos damos cuenta que todos son así, los estirados profesores y los mimados alumnos solo buscan dinero, poder y comodidad, hasta el cura peca de eso. A Hunham le encomiendan cuidar a los "holdovers" que no viajarán a casa durante las fiestas navideñas, ya sea porque están en plena disputa con su padre por el cabello largo, porque están en una misión religiosa en Sudamérica, viven en el otro lado del mundo, le metieron la excusa de que renuevan la casa o simplemente se van de luna de miel con el nuevo marido y solo estorbarían para los efectos de esta, en pocas palabras hasta los ricos pueden sufrir, aunque no para el profesor, que ve en estos chicos a unos zánganos comodinos incapaces de ser hombres de bien por puro nacimiento, al grupo de cinco con maestro enojón se une Mary Lamb (extraordinaria Da'Vine Joy Randolph), la cocinera de la escuela en un doloroso duelo por perder a su hijo.

Todo esto da pie a la interacción entre cinco personajes completamente distintos, de diferentes edades, custodiados por un profesor irascible que tiene que soportarlos, mientras ellos lo soportan a él, todo esto con un tono cómico hilarante, lleno de diálogos agudos e ideas complejas, que llevan mucho subtexto crítico a la sociedad de 1970 cuando sucede la historia, y también con la actual que parece no haber cambiado prácticamente nada, pero en algún momento de la cinta -a los 45 minutos- la historia da un vuelco con la llegada imprevista de un helicóptero, y nos quedamos con solo tres personajes principales,

por un lado el misántropo y solitario maestro que esconde un secreto muy grande que nos hace entender su odio hacia la vida en general, y los ricachones en particular, con Mary sufriendo su duelo en alcohol pero siendo claridosa y centrada a pesar de todo, y el abandonado Angus Tully (Dominic Sessa, excelente), un rebelde que ha sido expulsado de varias escuelas y tiene esta última oportunidad, peleonero pero inteligente, caprichoso pero sensible, y que esconde mucho más dolor del que se pudiera pensar con la primera impresión.

Al estar confinados en el internado, con temperatura bajo cero fuera, quedan condenados a convivir en fiestas navideñas, y aunque al inicio no se soportan, poco a poco irán conociéndose, entendiéndose y comprendiendo a los demás, al grado de empatizar completamente con ellos aunque no puedan ni quieran aceptarlo, y más importante aún, conociéndose a si mismos y enfrentando su yo interno fragmentado, sin abandonar en ningún instante el tono cómico que se vuelve aun más hilarante, pero de la misma manera mucho más conmovedor, ya que conocemos sus complejas mentes sensibles, al grado de qué uno despierta el espíritu navideño, y quiere hacer algo por el prójimo, por más que la vida para la inmensa mayoría sea una escalera de gallinero, "mierdosa y corta", como bien lo sabe  Dunham, quien perdió su oportunidad de éxito ante un príncipe azul pedante y pomposo repleto de inmoralidad, y solapado por un sistema hecho a la medida para que ellos se salgan con la suya.

Y cocinera de malas pulgas Mary que se culpa de la muerte de su hijo por no tener dinero para darle una oportunidad que no fuera el ejército, razón por la que se culpa de su mente, o de Angus y su dolorosa realidad con una madre que solo piensa en ella, un pasado traumático, y un recién llegado que parece solo pensar en como liberarse del pobre chico. Payne filmó la cinta como si estuviera en el año al que pertenece la historia, no solo en el diseño de producción, y porque la historia que cuenta esta situada en esa época, sino en la forma en que esta grabada, el grano de cámara, el formato un poco menos estirado, la tipografía de la letra, el diseño de los créditos, y hasta la forma de filmar, con esas tomas fijas, los zoom, y el ritmo pausado que nos permite reposar el guión, de tal manera que en realidad logra transportarnos a esa época, en ese preciso lugar nevado cercado a Boston en época navideña de 1970, porque la historia no sólo es el estudio sobre el pasado, sino que es una explicación del presente como bien dice un personaje.

De esta manera Payne y su guionista David Hemingson pueden contarnos la historia de tres pobres diablos condenados a la decepción y el sufrimiento, el propio guionista asistió a un internado de ese estilo, por lo que la historia tiene tintes personales, pero con esa magia que Payne le otorgo al guion al hacerla, si bien no un remake ni una nueva versión, si una película inspirada en la película de 1935 de Marcel Pagnol "Merlusse", también con un maestro cascarrabias obligado a cuidar a un grupo de pendencieros chiquillos desmadrosos en plena Navidad, por supuesto esta cinta solo se inspira, pero todo es original, con humanos más quebrados y molestos con el mundo, de tal manera que la decepción y la desesperanza siempre están en pantalla de estos misántropos protagonistas, aunque Payne no los abandona, como a todos sus quebrados personajes les da la oportunidad de redimirse, de crecer, de lograr ser mejores, estableciendo relaciones reales con otros, tolerando sus defectos, amando sus espíritus y peleando por su futuro.

No hay mejor manera de mostrarlo qué con ese final donde el aire dickensiano se vuelve más evidente que nunca, y nadie mejor que el misántropo, huraño y decepcionado Paul Hunham, nadie podría recriminárselo, el tipo tiene ojo vago, sufre una extraña enfermedad hormonal que le hace oler mal, otra que le hace sudar demasiado, todos le odian, los alumnos se burlan de él e inventan cosas, su jefe busca como correrlo, su prometedor futuro fue arrebatado por un idiota ricachón con conexiones -disculpen el oxímoron-, y no podría estar más solo, y aún así, termina creciendo de tal manera que deja atrás ese malhumorado maestro implacable para sacrificarse por alguien que vale la pena, por dar la oportunidad a alguien que lo merece, para enmendar sus errores, y al mismo tiempo obligarse a tener valor ante la vida que lo ha pisoteado tanto, al final uno termina enternecido pero nunca manipulado, y eso lo agradece el espíritu ¿es una cinta sobre Navidad? Tenemos el espíritu, los valores y presenciamos un milagro en forma de fe y humanidad, con la transformación de un gruñón empedernido que no cree en nada y termina comprendiendo lo que es ser humano... en efecto... es un nuevo clásico navideño.

Calificación: Excelente