John Henry Ramírez está a pocos días de su ejecución, de ha librado de ella varias veces con amparos, pero se los ha terminado, y con ello su cruda realidad, en apenas unos días va a recibir una inyección legar y dejar este mundo, en el documental nos enteramos del atroz crimen que realizó para recibir esa condena, asesino a sangre fría a Pablo Castro, con una cantidad increíble de navajazos, conocemos su doloroso pasado con madre abusiva y padre ausente, su pasado en las pandillas enrolado por su tío, su intento fallido de ser marine, y el regreso a las drogas y el crimen, pero nada de esto es lo verdaderamente interesante del documental, ya que no va sobre el pasado o lo que hizo un hombre, sino sobre lo que cambio a partir de esa dolorosa e implacable situación para todos los involucrados.
Ramírez intenta librar la pena de muerte, tiene un hijo adolescente, y se ha volcado totalmente a la religión, uno pudiera pensar que es sencillo viendo su situación, pero sus confesiones, sus pensamientos, sus palabras, parecen ser francas, John desea más el perdón de la familia de su víctima, qué evitar la muerte, y al mismo tiempo sabe que nada de lo que haga o diga vale algo para ellos, como tampoco valdrían para él estando en su situación, los entiende perfectamente, pero quiere pedir disculpas de la manera más sincera, y para mostrar que esto es real tenemos algunas personas que abogan por él, no es la misma persona que asesino y escapó a México durante cuatro años donde se hizo parte de una familia con un hijo que es todo para él, Israel que a pesar de su sequedad comparte el mismo sentir para con su padre.
Pero para los afectados esto no significa nada, Aaron Castro vivió el asesinato de su padre siendo un adolescente, le toco enterarse, correr a ver si era verdad, verlo tirado, y reconocerlo más que nada por la gorra a un lado del cuerpo, él solo quiere justicia, pero ¿será justicia? El documental no intenta manipularnos de ninguna manera, solo muestra las imágenes, con una edición sencilla y prácticamente sin música, solo los pensamientos de estas personas involucradas en esta supuesta práctica de justicia, y uno, de todas formas termina en contra de ella -no puede ser de otra forma si eres católico-, ya sea por el genuino arrepentimiento qué se ve en Ramírez, en el dolor de las personas que lo aman, pero las importante aún, por el sufrimiento de los que deseaban su muerte.
Que van desde la desesperación al no capturarlo, la altanería en las entrevistas para que pague, molestia ante la posibilidad de que no sea ejecutado, el enojo ante su supuesto cambio, la estupefacción al conocer la noticia y saber que no se gano nada, el sufrimiento por la pérdida de una vida, y las arcadas por el estrés del dilema moral, al final todos llegamos a la misma conclusión, la venganza disfrazada de justicia no otorga nada, y el valor de un ser humano es incalculable, ahora solo falta convencer a casi todas las personas que habitan el planeta, este documental es un buen y poderoso inicio, con todo y despedida final a la persona que más se ama, y a la que más se daño, para poder decir "I'm Ready, Warden" con lo que esto conlleva.
Calificación: Notable




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