Al terminar de ver la más reciente cinta del siempre excesivo Aster, no pude evitar acordarme de "La Ley de Herodes", esa obra mayor mexicana que sigue tan actual y pertinente como el día que salió, y supongo esto seguirá así por los siglos de los siglos, me vino a la mente no porque se parecieran, sino porque si la de Luis Estrada hace una metáfora del país por medio de un pueblo, aquí Aster hace lo mismo, pero por lo mismo completamente diferente, Estrada hace una picaresca, Aster toma uno de los géneros norteamericanos por excelencia, lo deconstruye, lo parodia y lo homenajea, todo al mismo tiempo, metiendo thriller y mucha comedia negra ridícula en el coctel, por lo mismo no podrá ser del gusto de todos, Aster como de costumbre no se detiene, los excesos y la pretenciosidad siguen presentes, y en esta cinta vuelven a hacerse presentes, tanto para bien como para mal.
La primera hora de "Eddington" es un batiburrillo de temas e ideas que se van planteando y sembrando, que si la polarización que se intensifico por la pandemia, que si los luchadores sociales peleando por todo, que si los gurús manipulando multitudes, que si las redes sociales ganado terreno y convirtiéndose en la única manera de interacción informativa, que si las teorías conspiratorias de todo y todos, todos estos temas resultan relevantes para la critica que quiere hacer Aster sobre su país, pero algunos no son importantes para el desarrollo de la trama, incluso con algunos personajes que aparecen, desaparecen, o que de plano no sabe que hacer con ellos, y solo quedan para mostrar un punto del director y guionista, lo mismo sucede con algunas ideas como el complejo "Solidgoldmagikarp" que aunque uno entiende el simbolismo, es abandonado muy pronto en la trama.
Para recuperarlo después en esa cortante imagen final, pero para muchos quizá esto no sea entendible, o ya no pegue con la fuerza que requería al olvidarlo tanto tiempo, pero esto es algo que no le importa a Aster, ya que al parecer se siente cómodo retando al respetable, tanto intelectualmente como con su paciencia. Estamos en un pueblo abandonado en medio del desierto donde el alcalde de izquierdas y latino, Ted García (el omnipresente Pedro Pascal) transita con seguridad su reelección sin contrincante, más preocupado por hacer el centro "SolidGoldMagikarp" que por los problemas de los de a pie, después de todo lo que ha hecho en su primer mandado es construir el camino hacia donde estará el centro, Joe Cross (Joaquin Phoenix, excelso) es el sheriff que tiene problemas con este, por lo que cada que se encuentran se agreden, porque Joe, conservador, de derechas y sumamente cuadrado, no quiere usar mascarilla, ya es asmático y negacionista, aunque rápidamente nos daremos cuenta que las broncas vienen desde antes y esto es una extensión.
Con el pueblo polarizado, Joe decide lanzarse como alcalde, por lo que tendremos a este par de idiotas peleando por el poder de un pueblucho en medio de la nada, uno por dinero y el otro por orgullo, a tal grado que Joe va usando todas las tácticas posibles, aunque eso le lleve a perder a su esposa (Emma Stone), lidiar por las marchas armadas del lugar, y perder el duelo "western" frente a todos, aunque esto sera solo el inicio del tercer acto, uno donde Joe toma cada vez decisiones más controversiales, al grado de que ya no hay vuelta atrás, y todo culmina en un baño de sangre que parece salido del primer Rambo -"Rambo: The First Blood"-, todo esto mientras uno mira estupefacto la pantalla, no solo por los cambios tonales y el arrojo de Aster, sino porque ha realizado una autopsia precisa del pueblo americano, con todo y verdaderos enemigos a la luz.
La critica acida va para todos, desde ese alcalde de imagen limpia que es un pedante ambicioso, al sheriff que quiere hacer algo por su pueblo y se olvida rápidamente de este para enfocarse en él mismo, de esa ridícula polarización que solo puede ver sesgos directos sin abrirse al dialogo, todos se manejan por dogmas, esos SJW haciendo marchas de "Black Lives Matter" sin un solo negro en ellas, es más, el policía es el único negro y le vale un cuete, la chica que las lidera quiere llamar la atención de este, otro chico se convierte en activista de izquierda para ligarla y el hijo del alcalde usa todo esto para pura conveniencia personal, así como la hipocresía como el activista de izquierda calenturiento que luego se hace de derechas para ganar dinero, y ligar, y quizá lo más importante de todo, la manipulación y control de nuestros datos en ese disruptivo centro que nadie sabe como tomar ni que significa, y que a final de cuentas solo quiere decir poder financiero, de los que manejan todo desde arriba, sea atacando por medio de la manipuladora "Antifaz" o logrando su cometido sin importar el títere que este en medio, como demuestra ese incomodo final, con todo y sufrido gurú capitalista en redes.
Calificación: Muy Bien





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