"AMORES MATERIALISTAS" ("MATERIALIST", ESTADOS UNIDOS - FINLANDIA, 2025) DE CELINE SONG Lucy (Dakota Johnson) es una casamentera profesional, o para explicar, trabaja en una firma donde se ha llevado el capitalismo a un máximo nivel, y donde un grupo de labiosas mujeres intentan empatar a parejas afines, por una tajada del pastel monetario por supuesto, es decir, son como una app de citas pero en versión de lujo, inclusive el seguro millonario Harry (Pedro Pascal) le comenta en algún momento que su trabajo, su puesto, es como un articulo/servicio de lujo que puede pagarse solo la persona que pueda darse esos mimos, y que ella es una experta en venderse, convenciéndolas de que no la necesitan, pero si pueden pagarla ¿por que no? algo que resulta normal conociendo a la materialista Lucy, una mujer que aunque trabaja en el rubro de las citas y las parejas teniendo como meta casarlos, se niega rotundamente a casarse ella misma, a menos claro, que el tipo cumpla con sus requisitos, que vienen a ser, que sea millonario, y que sea millonario.
Desde la premisa y el tema la directora y guionista Song deja claro cual es el tema que le interesa explorar, mostrar, diseccionar y criticar, el capitalismo consumista e interesado que nos manipula en todo momento en esta monetaria actualidad, para muestra la forma en que buscan emparejar a los clientes de la firma Adore, que ya no es por gustos afines, conocimientos, creencias, o química, sino por cosas mucho más... materialistas, que si cuanto es su ingreso anual, cuanto mide, cuantos años tiene, que cualidades físicas posee, cuales son sus bienes, etc. y en base a eso, emparejarlo con alguien que si cumpla esas expectativas, así que vemos a Lucy platicar con estas superficiales personas mientras va marcando como casillas check list los puntos que ellos piden y que cumplen los candidatos, dejando claro en que tipo de mundo vivimos, donde Lucy entra a tranquilizar a una novia, que se convence de casarse porque su futuro marido despierta la envidia de su hermana al tener más dinero, mejor trabajo y ser mejor parecido que su cuñado, y eso a su vez, la hace sentir más valiosa.
Este cinismo en el guion de Song funciona no solo como critica mordaz de la actualidad y la manera en que se rigen las relaciones, con tantas fantasías imposibles de cumplir por todos lados, sino que también lo aprovecha como alivio cómico, al dejar claro la estupidez de todo el asunto, pero nunca tratando de idiotas a sus protagonistas, ya que siempre les otorga humanidad, sin importar lo patéticos que se vean, no podía ser de otra manera ya que su ¿heroína? Lucy no puede ser más interesada, al grado de que cuando el millonario Harry la lleva a su lujoso depa en lugar de estar pendiente de la calentura, anda viendo el lugar, y lo primero que dice al terminar el acto es preguntar cuanto vale, pero para ella esto no esta mal, ella mira las relaciones como transacciones donde los cálculos matemáticos lo son todo, y por ello no entiende como Harry se fija en ella.
Después de todo el tipo es un "unicornio", un millonario con buen trabajo, encantador, alto, que sabe vestir y no esta perdido en vicios, y puede conseguir algo mejor que una chica trabajadora como ella, aunque Harry esta convencido de que es un buen trato, ya que ella tiene los "intangibles" que la hacen una mujer deseada, que bien pudiera ser la cínica seguridad conque se maneja la chica, y que ella misma se da a desear, así que el tipo hace lo que puede para cortejarla, que en su casa es gastar mucho, en pocas palabras, el tipo es el pretendiente perfecto, pero el mismo día que conoció a esté se reencontró con su ex novio John (Chris Evans), que también es perfecto, encantador, educado, bien parecido, alto, pero tiene un gran defecto que es la razón por lo que lo dejo, es pobre y nunca dejara de serlo, ya que es un aspirante a actor que sobrevive trabajando de mesero y vive en un departamento con varios roomies.
Así que, como en su notable opera prima, la directora nos pone en medio de un triangulo amoroso, pero donde la gran diferencia entre los dos hombres a elegir no son las diferencias culturales y los recuerdos, sino simple y llanamente el cochino dinero, un apunte cínico que tampoco es ajeno en el genero de la comedia romántica ya que se viene tocando desde hace más de medio siglo, pero que ahora es quizá más pertinente que nunca, y quizá por ello, por la dificultad de entablar relaciones no superficiales en medio de esta competitividad actual, es que los protagonistas tienen tan densas conversaciones donde piensan y repiensan lo que van a decir y contestar, porque como en la época de las cavernas, se trata de ganar, y debo anotar que Song apuesta por la conclusión clásica, que aboga por el amor, quizá se sienta ya visto en el genero, pero en esta época se siente hasta innovador, con todo y esas preciosas tomas que siempre regala a media distancia, incluyendo la encantadora toma final que nos recuerda porque buscamos pareja, y no, no es por el cochino dinero.
Calificación: Muy Bien
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