Tori Tooms (Riley Dandy) esta atendiendo su negocio de música y películas retro, lleno de luces neón y donde ella deambula como experta en todo, al grado de escoger el regalo del novio para una amiga, al más puro estilo del "Grinch" la muchacha no soporta la navidad y se queja de todo ello, desde la música característica de la temporada, las luces interminables y los llamativos decorados, por esto prefiere tener una cita de tinder que culminara solo en sexo y nada navideño, pero cuando su empleado y pesado pretendiente Robbie (Sam Delich) le abra los ojos sobre con quien va a salir prefiere emborracharse con él mismo mientras platican/debaten/pelean sobre música, películas, cultura popular y la misma navidad, él quiere llevarla a la cama, ella quiere evitar a toda costa que eso suceda, y a mi como espectador no podría importarme menos, por un lado porque los dos personajes que deberían ser atrayentes y mirarse cultos, son pesados y pedantes, algunas veces con pésimo gusto en lo que debaten mientras defienden sus argumentos con detalles superficiales.
Es decir, el intento de Begos de parecer intelectual y conocedor no da en el blanco, y como los personajes aunque parecen vivir en los años ochenta se comportan como jóvenes adultos actuales hablan de cosas que son anacrónicas para estos tiempos, lo que sugiere que el director, guionista y productor apuesta por un nicho muy especifico como target de su película, algo que supongo de antemano ya estaba dicho, ya que se trata de un Santa Claus animatronico que regresa a su programación anterior de guerra y comienza a matar a todos solo porque si. Escribiendo lo anterior pareciera que la cinta no me gusto, pero lo cierto es que la disfrute, pasando ese tramo inicial cansino donde solo vemos a estos dos deambular de aquí para allá con platicas superficiales que se creen profundas y que resultan repelentes, la cosa mejora muchísimo cuando por fin el santa robot (Abraham Benrubi) despierta y comienza a escabecharse cristianos, o en este caso rockeros underground con dejos progresista.
Así que cuando despierta en la tienda, después de ver ese ridículo comercial inicial y ver de pasada en unas noticias que los jubilaron en esas tiendas pero están fallando, ya sabemos que ocurrirá, y el director nos dio la única información que le interesa darnos como excusa, y tiene razón, ni siquiera nos importa que no tenga sentido que nadie le de importancia a estos modelos asesinos causando desmanes, ni siquiera cuando Tori les alerta, ya que tienen el preámbulo necesario para no ser incrédulos, algo que si era creíble en "Chucky" por ejemplo, pero como apunte, cuando el robot asesino despierta y parte a un tipo en dos, estampa por todos lados a una chica calenturienta, acaba con una familia completa de formas vistosas, y da cuenta de la familia de la prota y a toda la policía del pueblo uno se entretiene bastante, más aun con ese final pasado de rosca saqueado de "Terminator", en pocas palabras una entretenida serie B que no escatima en violencia y con buena pinta, tanto en su imagen granulada y luminosa como en su soundtrack.
Calificación: Regular
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