Critica: Lumberjack the Monster

"LUMBERJACK THE MONSTER" ("KAIBUTSU NO KIKORI", JAPON, 2023) DE TAKASHI MIIKE

Un ejercito de agentes de la ley van en carrera hacia un domicilio, entran en el lugar quitando de en medio a un tipo que grita a una mujer que debe encontrarse en la casa, ahí los policías se mueven intempestivamente buscando desesperados, no dieron explicaciones, entraron a la fuerza, apenas y muestran algún documento que valide lo que hacen, parecen enojados y más que dispuestos a ejecutar en forma de ira

a la menor provocación, justo en ese momento mi acompañante me comento que eran unos abusivos, pero no paso mucho tiempo para que este "argumento" quedara invalidado, al ver lo que en realidad sucedía, lo que estaban buscando, a quien perseguían, y en especial que encontraron, mostrando a dos psicópatas que eran además tan cobardes y malditos como para acabar con su vida de inmediato, y así no dar cuentas (por lo menos en este mundo) ni permitirles descubrir la magnitud de su maldad, corte para la siguiente escena, donde el pomposo abogado Akira (el idol Kazuya Kamenashi, bien) es perseguido por un auto que lo sigue.

La cámara esta a ras de suelo, las hojas se levantan con el viento que mueven los automóviles, la carretera serpentea, y la mirada del abogado no indica miedo pero si molestia, acto seguido vemos como el perseguidor termina accidentado, y Akira Ninomiya lo interroga mientras este le pide auxilio, a lo que el abogado responde cortándole el cuello al conocer todo lo que le interesa, este asesino, este psicópata sin escrúpulos, que luego le reclama a su socio Sugitani, un medico también con psicopatía que añora hacer experimentos con personas porque se aburrió de los gatos, que por su culpa lo descubrieron, y que borre todas las pruebas que puedan involucrarlo, para después ser atacado por un leñador enmascarado, con traje incluido, que lo ataca con un hacha con intenciones asesinas, Ninomiya apenas puede escapar, y termina con un golpe en la cabeza que lo manda al hospital, donde la policía lo interroga, descubriendo que su atacante es el "roba-cerebros", un homicida despiadado que les quita el cerebro a sus victimas atacándolos con un hacha.

Al saber esto Ninomiya decide encontrarlo él mismo para así vengarse personalmente, para ello debe hacerlo antes que la policía, que a su vez están avanzando rápidamente gracias a la perfiladora forense Ranko Toshiro (Nanao Arai) que se unió al equipo de detectives en busca del criminal, es así que tenemos tres frentes, por un lado el leñador que ataca cada vez más seguido, eliminando personas abriéndoles la cabeza, y que parece provenir de ese libro infantil ilustrado que leía un pequeño en la escabrosa escena inicial, los policías investigando, en especial la perfiladora Ranko que esa cerrando el perfil del culpable y con ello cercando al asesino, haciendo equipo con el impulsivo detective Noboru Inui (Kiyohiko Shibukawa) quien en el pasado hizo justicia por cuenta propia y se volvió un solitario apartado por los demás, pero aun respetado por la mayoría por su moral justiciera intachable, y finalmente Ninomiya, un psicópata que persigue al asesino en tanto este también lo busca, al tiempo que empieza a liderar un buffet de abogados y va a casarse con la hija (Riho Yoshioka) del anterior dueño, que murió en extrañas circunstancias.

Desde el inicio esta claro que estamos ante una cinta de Takashi Miike, con esa violencia desmesurada e hiper-estilizada, con todo y chorro de sangre que obviamente proviene de una manguera, la imagen sobrecargada pero hermosa, la frialdad ambigua con la que filma, y esa manera tan extraña de brincar de genero a genero sin que se rompa la historia, pero si causando una irregularidad que a todas luces parece buscada, y es que, a pesar de ella la historia nunca deja de ser interesante, tanto por los policías que buscan al asesino y desconfían de una victima, descubriendo más y más cosas, de este caso y las conexiones con anteriores, y él mismo Ninomiya que sigue su propia investigación destapando muchas cosas de su propio pasado, en este oscuro thriller de investigación lleno de sorpresas y volteretas, con un Miike contenido, haciendo juego con su estoico protagonista, y mostrando una faceta más del director, que sumado a ese thriller policiaco con tintes de terror y peleas de acción pone sobre la mesa dilemas morales ¿el psicópata nace o se hace? ¿podemos elegir? e interesantes argumentaciones,  el psicópata sabe que es lo correcto pero elige que hacer, todo esto representando por ese ambiguo y contradictorio protagonista, que comparte incluso con los no psicópatas esa doble moral tan humana, al final el monstruo disfrazado de leñador solo quería amigos, pero no lo sabia hasta demasiado tarde.

Calificación: Recomendable

Cinecritica: Los Extraños: Capitulo 2

"LOS EXTRAÑOS: CAPITULO 2" ("THE STRANGERS: CHAPTER 2", ESPAÑA - ESTADOS UNIDOS - ESLOVAQUIA - CANADA - REINO UNIDO, 2025) DE RENNY HARLIN

Hay un momento en la película donde la potable protagonista Maya, es decir la apetecible Madelaine Petsch esta posando, así literal, para que nosotros podamos ver ya no solo las piernas sino las bien torneadas nalgas de la mujer, ese momento de eyecandy fue de los únicos donde verdaderamente preste atención, un instante creado para deleite de adolescentes y pubertos, donde por supuesto yo no soy el publico objetivo, pero es que, hay tan poco para ver y analizar que esto es de lo poco que se puede hablar, por lo menos de manera positiva o por lo menos optimista, todo lo demás es un despropósito, una historia de pasadita la hora y media en la que no se cuenta nada, lo que se nota aun más al ser la más larga de la franquicia hasta el momento, y es que del final de la anterior que era un remake/reboot de la original a esta, no pasa nada en cuanto a desarrollo.

Es cierto, durante todo el tiempo la protagonista es perseguida por los asesinos, pero es un juego de gato y ratón que se alarga muchísimo, y que nos regresa justamente a donde iniciamos, es decir, un puente, para que capitulo final (esperemos) donde todo se termine tanto para bien, como para mal, y es que las únicas diferencias que tenia la anterior con la otra - además de su calidad por supuesto - era que se nos daba a entender que todo el pueblo, o por lo menos parte de el, estaba coludido con esos asesinos enmascarados, y los que no, simplemente se hacían de la vista gorda, una especie de secta donde todo cobraría sentido, en cuanto a esa explicación que tanto desean algunas personas, Maya despierta en el hospital donde le confirman que su enamorado murió, los asesinos del cual se nos revela la identidad de uno se enteran como no queriendo la cosa de que sigue viva y van tras ella.

La atacan en un hospital que esta desierto, donde nadie se da cuenta de nada, y que parece más grande que el de una metrópolis a pesar de ser de un pueblito de cuatrocientas y tantas personas, la chica escapa, luego es acosada en un hipódromo, vuelve a escapar, se enfrenta con un jabalí y lo mata para ser atacada en la casa de un grupo de lugareños, y finalmente asesinar a una en un enfrentamiento final, el problema de todo esto es que aquí no hay terror, solo acción, peleas y persecuciones que parecen provenir de una película de ese genero y no del horror que nos quieren vender, de tal manera que no existe la tensión, el suspenso, ni el miedo, solo corretizas y peleas cuerpo a cuerpo, además de muchísimas conveniencias de ambos lados, los extraños de nuevo parecen desaparecer y teletransportarse a voluntad, y siempre saben donde esta la prota.

En cuanto a esta, es una mary sue en toda regla, tiene un plot armor descarado que la hace sobrevivir por suerte, azar, conveniencia, y poderes salidos de quien sabe donde, las heridas no le hacen nada, y como ya apunte, le gano a un jabalí a mano limpia ¿Qué son los extraños para ella? en cuanto a estos, se supone que tienen mas protagonismo pero casi no aparecen, eso si, el pasado de una de ellos se cuenta por flashbacks dispersados por el metraje, así sabemos que la mesera (Ema Horvath) es la asesina - que sorpresa "en tono sarcástico" -, y conocemos su niñez donde era una niña psicópata subnormal como su galancillo puberto, que supongo ahora la acompaña en sus fechorías, la misma explicación de siempre, psicópatas medio lelos fuera de la realidad, ¿tanto show para esto? como dicen en el rancho ¿tanto pedo para cagar aguado?

Calificación: Mala

Cinecritica: Los Extraños: Capitulo 1

"LOS EXTRAÑOS: CAPITULO 1" ("THE STRANGERS: CHAPTER 1", ESTADOS UNIDOS - REINO UNIDO - ESLOVENIA - ESLOVAQUIA - SUIZA - ESPAÑA, 2024) DE RENNY HARLIN

¿Existe alguna razón para realizar un reboot de "The Strangers" que no sea el maldito dinero? la respuesta por supuesto es que no, estamos ante un remake no aceptado, vendido como precuela, y luego como reboot donde ni los creadores parecen estar de acuerdo en que están entregando al publico, mas allá de una película que a todas luces debió ser una pero partida en tres para generar más ganancia, además lo de precuela no tiene sentido, ya que estamos ante un cínico remake actualizado que hace todo lo que ya vimos antes pero peor, y que parece meter algunas cosas como guiños nostálgicos a la original para que los fanáticos de esta no se molesten demasiado, pero es que, fuera de estos momento o puntillos marcados como si fueran una check list no se parece en nada a la original, no tiene su ambientación macabra, ni su hábil manejo del encuadre, ni los juegos de luces y sombras, y por supuesto mucho menos la tensión y suspenso tan marcada en aquella.

Esta claro que es una película, mejor dicho trilogía, recaudatoria, lo peor es que vieron esta oportunidad debido al toxico fandom que se ha empeñado en buscarle tres pies al gato, imaginando un lore inexistente, y discutiendo explicaciones de cosas que nunca existieron, es decir, ellos mismo crearon este problema al sobre-analizar la cinta del 2008 y le dieron la idea a los avariciosos productores hollywoodenses que faltos de idea vieron esta oportunidad como agua de mayo, lo peor, esta filmada por Harlin de tal manera que quiero pensar que esta hecha para que los más jóvenes entren al genero slasher, porque de otra forma no me explico tantos tópicos, estereotipos y conveniencias del genero juntos y en tan corto lapso de tiempo, filmada además casi como una historia de acción dejando de lado por completo el terror.

Al inicio vemos la muerte de ejemplo y los tres extraños enmascarados del titulo, para luego presentarnos a la pareja de tortolos en viaje por aniversario, llegan a un pequeño pueblo de Oregón que no llega a los quinientos habitantes y al entrar al restaurante todos los lugareños los ven feo, y los tratan mal, saliendo su camioneta no sirve y unos mecánicos paletos se ofrecen a repararla, al tiempo que les recomiendan una cabaña en renta, todo huele a chamusquina como dice Ryan (Froy Gutierrez), y así es, una trampa en la que caen para ser acosados por los enmascarados, pero con escenas tan malas como la del baño, donde el villano de plano se desvanece, o la del piano que no da sensación de nada, lo peor es que casi todas intentan emular otras mejor resueltas en la primera, por lo que también pierden en originalidad.

En la primera preguntan por Tamara, aquí también y justo cuando van a tener relaciones, pero aquí esta mal hecha, la del enmascarado cerca de la protagonista también pero peor realizada, aquí también el prota mata a un inocente al confundirse, pero lo que en aquella era un doloroso dilema moral, aquí es una casilla a marcar, en aquella la dejaba sola para ir por cigarros, aquí va por comida, intentan escapar en una camioneta, aquí también pero todo muy aparatoso, y las que son originales son terribles como esa donde puede matar a un asesino y mejor espera a que lo noqueen, todo es escandaloso, aparatoso, exagerado, con personajes clichés que parecen adolescentes aunque son adultos, y con una relación menos compleja, eso si, aquí la protagonista Maya encarnada por Madelaine Petsch (quien también es productora) se pasea enseñando pierna, en modelitos que resaltan sus atributos - en especial los delanteros - y escena de ducha, para que los adolescentes que miren esto no se aburran, vamos que viéndola tampoco me aburrí, aunque si me moleste con lo que veía en pantalla que no fuera el taco de ojo de ella.

Calificación: Deficiente

Cinecritica: Los Extraños: Caceria Nocturna

"LOS EXTRAÑOS: CACERIA NOCTURNA" ("THE STRANGERS: PREY AT NIGHT", REINO UNIDO - ESTADOS UNIDOS, 2018) DE JOHANNNES ROBERTS

En cierto momento de esta tardía secuela del eficaz filme home invasion slasher "The Strangers" la protagonista le pregunta a uno de los asesinos porque hacen lo que hacen, es decir asediar, torturas y matar cristianos, y le contestan con un cínico "¿por que no?", esta línea, y este momento, sin duda son lo mejor de esta cinta que peca de común pero nunca de corriente, ya que bebe muchísimo del genero, al grado de que muchas de las escenas son calcadas, no solo de su predecesora, sino de algunos otros clásicos del terror, como el escape en camioneta de "La Masacre de Texas", y hasta algún muerto que parece provenir de "El Aro", pero lo cierto es que nunca usa estos momentos muy bien, y a ´pesar de lo entretenida que es, y lo rápido que pasa, no dura ni hora y media como la anterior, la verdad es que hacia el final todo se desbarranca de tal manera que aunque uno estaba dejando pasar las cosas malas y sin sentido es imposible terminar sin pensar que se vio una tontería, una entretenida, pero tontería al fin y al cabo.

Pero como apunte, esa línea es lo poco que nos remite de manera real a la idea de la fuente original, unos extraños que matan a otros extraños solo porque si, porque se puede, porque estaban en el momento y el lugar equivocados, mientras los asesinos actúan de forma sádica por el juego, pero fríos en sus ataques, porque al final aunque lo disfruten no caen en la exageración del goce demostrándolo, y aunque esta idea se mantiene ya que el guionista sigue siendo el Bryan Bertino, escritos y director de la original, como que se pierde por el camino, cayendo en los tópicos de los slahers mas comunes, con todo y final girl invencible, y villanos inmortales, una pena, porque la idea primordial era buena, pero como que la presión de los que pedían mas acción y muertes con ritmo más frenético gano, y nos terminaron dando justamente eso, una historia que al final se vuelve tan exagerada que parece de otro universo.

Una familia conformada por la madre estricta (deliciosa Christina Hendricks), padre empático (Martin Henderson), hijo centrado (Lewis Pullman) y adolescente rebelde genérica (Bailee Madison, muy mal) deciden pasar un ultimo viaje juntos antes de mandar a la fumadora grosera Kinsey a un internado, para ello llegan a un camping de remolques regentado por sus familiares, para su mala fortuna, justamente ahí están los asesinos quienes ya se echaron al plato a los tíos, y ahora van por la familia de quien se enteraron que venían por mensaje en la contestadora, y es aquí cuando llega la mentada carita feliz, una incorporación de marca que no da nada a la narrativa de la película pero si puede vender mercancía, después de preguntar por Tamara de forma anticlimática y mal construida comienza la cacería del titulo, donde van cayendo uno a uno los integrantes de la familia.

El problema, es que no existe construcción de la tensión ni el ambiente, no como en la anterior, era imposible en este ambiente de casa remolque, aquí los tipos se meten de una para matar a sus victimas, todos persiguen a los demás a máxima velocidad, y la verosimilitud es abandonada con tal de darnos algunos sustos imposibles, así que estos se esconden en los lugares más extraños y random que pueden existir esperando que lleguen ahí para asustarlos, ¡y lo logran! como si vieran el futuro, además de la familia ahora si actúan de forma muy estúpida, y las conveniencias para ambos lados que nunca paran, por lo menos la escena de la alberca esta muy bien construida, lastima que luego llegue la de la persecución en auto y sea de pena ajena, con todo y doble remate final aun más terrible, y peor aun con esa protagonista.

Calificación: Palomera

Cinecritica: Los Extraños

"LOS EXTRAÑOS" ("THE STRANGERS", ESTADOS UNIDOS, 2008) DE BRYAN BERTINO

Esta cinta es increíblemente subvalorada, ya que al final no es explicada la maldad de los psicópatas, en una época donde todos requieren que se les desglose todo, y donde la maldad se ha dejado de ver como algo inherente del ser humano - y con gran cabida en algunos -, para ser objeto de estudio, si alguien es malo, tiene que serlo por una razón, ya sea un trauma de infancia, una venganza que lo haga perder los estribos,

o la obtención de algo material, como el cochino dinero, y cuando no es así, se ataca y crítica conque es mala escritura, o no tiene sentido, algunos hasta se enojan, cuando la maldad existe en muchos y diversos tipos, y algunos simplemente no tienen explicación por más que la busquemos. Justamente eso sucede en esta cinta de terror home invasión, donde nada tiene explicación, por lo menos no la que se espera, pero aún dejando eso de lado toda la parte inicial, la primer media hora, es un notable ejercicio de suspenso y tensión qué no puede dejar indiferente, filmado de forma magistral por Bertino en su debut, y con un final también notable, donde podemos ver la maldad moral en todo su nefasto esplendor.

Kristen McKay (Liv Tyler, quizá en el mejor papel de su carrera) y James Hoyt (Scott Speedman) llegan a la casa de campo de la familia del chico, ambos se encuentran mal, no están peleando, pero si están distanciados, rápidamente vamos a conocer porque, con un directo flashback qué nos explica porque están así, James se siente dolorido y avergonzado al ser bateado al proponer matrimonio, ella simplemente no se siente preparada, pero lo ama e intenta dárselo a entender, no pelean, intentan conversar, son empáticos el uno con otro, como una pareja normal y madura, él irá a buscar los cigarrillos que ella necesita para dormir, pero en eso tocan fuertemente a la puerta, pasadas las 4 de la madrugada, y cuando abren se encuentran con una menuda chica (Gemma Ward) qué hace una simple pregunta que nos pone los pelos de punta ¿se encuentra Támara? al escuchar que no insiste - "seguros" -, y acto seguido se retira con una despedida cordial que al mismo tiempo se siente como amenaza - "nos vemos luego" -, un juego de palabras que da inicio a otro juego, uno donde Kristen ahora sola es asediada por los extraños del título sin que siquiera lo sepa.

Es aquí donde la cinta brilla, nos presento a los protagonistas, nos interesan, nos pusieron en alerta, y ahora vemos a Kristen deambular por la casa con pequeñas pistas que parecen darle a entender - y a nosotros -, que hay alguien ahí, un cigarro dejado en el cenicero cuando se habían terminado, la chimenea cerrada cuando no parecía estarlo, la alarma de incendios en otro lugar, y los sonidos, que apenas se perciben pero no son naturales; pasos secos, el crujir de la madera, el rechinido de alguna puerta, un rasguño en algún lugar, el sonido de un piano, existe un momento donde desde las tinieblas uno de ellos mira fijamente a la chica tomar agua, y no hace nada, esta ahí, en el encuadre, sin que ella no note, y la tensión es palpable, porque sabemos que en algún momento van a atacar y cuando lo hagan, seremos castigados por desear ver un slasher, esto al más puro estilo hitchcokiano.

El asedio es bestial, cuando llega James ambos actúan de forma coherente, no son escépticos, pero si humanos y cometen errores sin saber como afrontar la situación, un juego de gato y ratón qué da mucho terror, que da miedo, deja mal el cuerpo, terror psicológico hasta su inevitable final que culmina con esa única explicación de porque hacen esto - "porque estaban en casa" -, una sentencia que pone los pelos de punta, porque no hay explicación, solo estaban ahí, lo hacen porque pueden, y peor aún, como deja claro otra línea lo volverán a hacer - "la próxima vez será más fácil" -, buen slasher qué bebe de los clásicos de los setenta y ochenta, tomando lo mejo de ellos y usando los clichés de manera muy eficaz, por si fuera poco uno acaba con mal cuerpo al saber que esto es relativamente común en Estados Unidos, que un día cualquier un extraño puede hacer esto a otro extraño solo porque si.

Calificación: Bastante Bien

Cinecritica: Pecadores

"PECADORES" ("SINNERS", ESTADOS UNIDOS - AUSTRALIA - CANADA, 2025) DE RYAN COOGLER

Hacia la mitad de esta peculiar cinta, el joven aspirante a músico de blues Sammie Moore (el músico Miles Caton, debutando en pantalla grande) apodado "Predicador", por fin esta desatado en la guitarra, acompañado por el piano del alegre borrachín Delta Slim (Delroy Lindo) logrando que todos se pongan a bailar y zapatear como desquiciados en ese granero convertido en bar musical, prácticamente llevados por la locura colectiva, en medio de cuerpos sudorosos moviéndose al son de las notas, de tal manera que uno quiere levantarse y acompañarlos en la enérgica fiesta, y más aún por la forma en que el director y su director de fotografía Autumn Durald arman ese poderoso plano secuencia, donde vemos a los músicos de ese momento tocar con enjundia para luego pasar a ver músicos ancestrales con instrumentos sencillos haciendo música africana quizá, y luego rockeros de los sesenta y/o setentas tocando guitarra, raperos, cantantes de hip hop, disco, y hasta unos orientales colándose por ahí en danzas folcloricas, todo esto mientras la cámara sigue a unos y a otros, se mueve con clase y seguridad entre todos, para finalizar con una toma al techo quemándose para luego ver las estrellas y alejarse mostrándonos todo desde fuera, sin cabaña-bar, para simbolizar qué son libres, aunque sea solo espiritualmente, y solo por un instante, y presentarnos de manera directa a la amenaza de forma precisa de espaldas.

Este momento musical no es solo desde ya, una de las mejores escenas del año, sino que demuestra perfectamente todo lo que desea mostrar Coogler, y lo hace de manera fantástica, sin dejar de enseñar lo que hacen todos los personajes para dejar claro donde están todos, y los deseos del villano de la historia, que nada tiene que ver con destrucción, odio, racismo, animadversión o cualquiera de esas cosas que pregonan los amantes de la victimización, aquí el problema no es el odio y la muerte, sino algo aún más peligroso y amenazante, el hecho de que alguien llegue y te robe lo tuyo, lo que te hace ser tu mismo, que se "apropien" de tu cultura, de tu ser, de tu mente, y te lleven a pensar como una colmena, de tal manera que nunca puede salirse uno del matiz principal, uno que llama a la inclusión y fraternidad, pero que en realidad solo significa la pérdida de individualidad y pensamiento propio, por lo que inevitablemente muere el espíritu.

Apunte que "Sinners" es una película peculiar, no podría ser de otra manera con su mezcla de géneros y multitud de ideas, la cinta comienza con un Sammie ensangrentado siendo evidenciado por su padre  pastor (Saul Williams), para regresar un día antes donde conocemos a unos gemelos, el tenso Smoke (Michael B. Jordan) y el relajiento chulo Stack (Michael B. Jordan por partida doble), estos regresan de Chicago a Clarksdale Mississippi el 15 de octubre de 1932 para comprar un granero a un ricachón escupidor racista, ahí planean hacer "juke joint" para que los negros que viven trabajando en los plantíos de algodón puedan disfrutar un poco de la vida, los gemelos deambulan por el pueblo preparando todo, comprando lo necesario, consiguiendo al personal idóneo, y visitando viejos conocidos ahora que han regresado de Chicago con una pequeña fortuna supuestamente ganada por trabajar con el mismísimo Al Capone y tener muchísima bebida, incluida una cerveza irlandesa y un vino italiano, que esconden más de lo que aparentan.

Así que el trío de parientes suman al músico blues Delton Slim, al monstruoso ropero Cornbread (Omar Benson Miller) como cadenero, la cántate Pearline (Jayme Lawson), los profesionales comerciantes Bo y Grace  Chow (Yao y Li Jun Li), y hasta la mujer de Smoke, la orgullosa Annie (Wunmi Mosaku) para preparar la comida, esto también nos lleva a ver el enfrentamiento de Smoke con su (ex) mujer, con todo y doloroso pasado, y el del chulo Stack con la briosa Mary (Hailee Steinfeld), con quien también arrastra un complejo pasado, esta cinta de época perfectamente mostrada con un diseño de producción espléndido, y un apartado musical exquisito hacen que nos interesemos y se pase el tiempo volando, y es entonces, a los cuarenta minutos de metraje, que entra en escena un personaje que literalmente cae a la pantalla, quemándose, un tipo perseguido por unos indios, y que es ayudado por una pareja de blancos por pura ambición, solo para descubrir que han dado permiso de que comience una pesadilla que cambia el tono de la cinta, y la muta de una cinta de época musical a una de terror qué abraza la violencia y la sangre, pero aferrándose más que nunca a la música.

Justo ahí, después de ese magnífico plano secuencia aparece Remmick (Jack O'Connell, entregando nuevamente una interpretación formidable), un blanco irlandés que llego a América, trae promesas de igualdad, fraternidad y familia, valorando y apoyando el talento, por lo que al escuchar a a Sammie no duda en buscarlo, casi extasiado, necesita conocer a ese guitarrista prodigio, el mismo es un músico country qué se avienta dos canciones, la primera socarrona, la segunda muy bella, y por supuesto, el tipo no descansará hasta poder entrar y hacerse con la "amistad" de Sammie, a como de lugar, usando sobretodo una labia que parece salida de algún comunicado buen rollista de cualquier empresa negrera, esclavista y asesina, sumado por supuesto a ese mensaje contradictorio - y por ello más interesante - de un villano irlandés, un pueblo tan oprimido como golpeado, y que aquí mismo da pistas de lo que ha vivido/aguantado, como prueba, la magnifica interpretación/escena de "Rocky Road to Dublin".

La metáfora es obvia, y bastante inquietante, Remmick no es un tipo racista sino algo más peligroso, es alguien que toma lo que le gusta, que se apropia del talento, la cultura y la historia de los que desea, e impone sus propios pensamientos, gustos, historia y moral a los demás, es decir, Remmick es mucho más peligroso que los extremistas racistas del Ku Klux Klan, es un tipo que se vuelve dueño de todos sin que estos se den cuenta, y que al final gustosos aceptan lo que parecía inaceptable, un obvio simbolismo a esa élite capitalista y rapaz, a los hombres poderosos, a los que se vanaglorian de ser "inclusivos", y que por supuesto son racistas como son clasistas, pero de manera educadamente maquiavélica, por ello el Remmick de O'Connell desea eso nuevo de valor qué acaba de descubrir, más que nada en el mundo, y para ello puede derramar la sangre que sea necesaria.

Y si esto es mostrado con una carnicería sangrienta, acción que parece salida de los años ochenta, simbolismos por todos lados, un villano memorable que brilla bailando danza irlandesa en una escena magnífica, buenos sustos, una banda sonora majestuosa, poderosas canciones melodiosas y pegadizas, respeto por las reglas de los vampiros usadas de manera eficiente, y personajes que son centrados, poco más puede pedirse, con todo y cierre revanchista, y mensaje valiente de que todos somos pecadores, pero a pesar de las consecuencias debemos mantener firmes nuestras creencias, y pelear por ellas, ya sea a balazos, o haciendo vibrar una guitarra hasta el fin de nuestras vidas, aunque nos pueda tocar visita de estos chupasangre otra vez, quizá sesenta años más tarde, con ellos siendo diferentes pero iguales, y solo contenidos por nuestra fe.

Calificación: Sobresaliente

Cinecritica: El Mono

"EL MONO" ("THE MONKEY", ESTADOS UNIDOS - REINO UNIDO - CANADA, 2025) DE OSGOOD PERKINS

"Les dijera que se quedarán aquí, pero arriba parece ese restaurante de la fiesta del espagueti", algo así le dice una policía a nuestro arisco, torpe y traumado protagonista Hal (Theo James), esto ejemplifica perfectamente el tono de una cinta socarrona qué nunca se toma en serio, que presume un sentido lúdico, y que apuesta por el humor negro, el absurdo y el splatter, con tanto gore que quizá no sea para estómagos sensibles, aunque esto ya venía desde antes, desde el inicio de la misma, sin que por ello renuncie al terror, ya que presume un ambiente malsano y terrorífico que regala algunos buenos sustos, y muchos momentos incómodos, además de un villano con presencia, a pesar de solo ser un mono de juguete que toca el tambor, no los platillos como en la historia de Stephen King, ya que los derechos del mono con platillos es de Disney (wtf, entonces se puede patentar lo que sea).

La historia inicia con un hombre desesperado, que quiere deshacerse de un mono, y que parece sobresaltarse solo de verlo, apenas alcanza a explicar que cuando toca el tambor pasa algo malo cuando vemos el primer destripamiento, tiempo después vemos a los dos hijos del tipo, el blandengue Hal, y el pedante Bill (Christian Convery, bastante bien en ambos papeles) encontrar el mono de marras para darle cuerda a ver si funciona, y aunque la llave en su momento no causa nada, cuando el mono por fin se mueve sucede una muerte horrible, Hal comienza a sospechar de él, y una dolorosa decisión tomada por el bullying que sufre, lo llevará a cargar con una culpa y un temor de por vida, porque al girar la llave del mono este toca en algún momento, y cuando lo hace, alguien muere de la peor forma posible, el detalle es que, el mono no sigue reglas, no acepta peticiones, hace lo que quiere cuando quiere, y por ende, mata a quien quiere cuando lo desea, no al que le pidan matar.

De hecho pareciera que sigue dos reglas no escritas, que obviamente son deseo propio del mismo muñeco, nunca acaba con quien gira la llave para que este siga haciéndolo, y tampoco mata al que desea la persona que giro la llave, haciendo sufrir a la misma y el mismo tiempo invitándolo a seguir girándola, es decir que el mono es un cabroncete, cuando Hal entiende esto, intenta deshacerse del mono junto a su hermano gemelo, y parece que así es, hasta que 25 años después el mentado mono reaparece para seguir cobrando vidas, y forzando a Hal a dejar de escapar, ya que tiene un hijo que pudiera morir en cualquier momento, ayudado por un Bill (también Theo James) que parece no haber cambiado mucho tampoco.

Basado muy libremente en el relato de King, y mejorado de acuerdo a mi sentir, aquí tenemos la historia de un chamaco perdedor y su gemelo patán, que sufren los designios de un ente maléfico, y que crecen como perdedores patéticos para ser torturados de nueva cuenta, pero todo tomado con un humor relajiento donde todos mueren, sean familiares, protagonistas, secundarios y hasta extras, porque para Perkins todos son basura, sean los chacales qué se aprovechan de la muerte para capitalizar, los resentidos, los pervertidos, los inmorales, amorales, y hasta los loquitos fanáticos que celebran esa ola de muerte qué azota Cascos, Maine, con un ritmo y una edición sobresaliente, Perkins siempre sabe donde cortar o como hacer funcionar de mejor manera el gag, invitando siempre a la carcajada, y con una escritura que logra hilarante construcciones cómicas como ese "It Sucks!" del valemadrista jefe de Hal, que dice lo mismo significando cosas diferentes y termina con el mismo chiste de forma hilarante en un momento azaroso del filme en el que uno no puede evitar reír a carcajadas y repetir "It Sucks!".

Pero no todo son risas y tripas, Perkins usa esto como metáfora de la muerte, de como es inevitable, azarosa, ridícula, impredecible y amoral, y solo queda aceptarla, aunque signifique vivir con el temor de que llegue en cualquier instante, nada mal para una historia que se ríe de la misma desde el respeto, y nadie mejor para decirlo que Perkins con su durísima historia familiar, con todo y masacre final en un pequeño pueblo donde la muerte y la maldad no respetan a nadie, para muestra la carriola en llamas, y de nueva cuenta, el tipo cambia de tono en el terror y sigue dando en el blanco, lo hizo con "Longlegs", "Gretel y Hansel", "Soy la Cosa Bella que vive en esta Casa" y "La Enviada del Mal", hay que reconocérselo, de verdad que es un experto en el terror y su mente es retorcida, quizá para mal de él, pero bien de nosotros.

Calificación: Bastante Bien

Cinecritica: Presencia

"PRESENCIA" ("PRESENCE", ESTADOS UNIDOS, 2024) DE STEVEN SODERBERGH

La cámara esta en un armario, de pronto se mueve y deambula ágilmente por toda la lujosa casa con escalera de madera y espejo de cien años, esta desocupada, oscura, la cámara regresa al armario y se corta la escena, todo sin un solo corte en una toma continua de gran belleza que logra hermosos encuadres, regresamos a este, de nuevo con la cámara en el armario, se asoma por la ventana y vemos a una vendedora inmobiliaria que entra al lugar, medio lo apareta y recibe a una familia conformada por una exitosa ejecutiva (Lucy Liu, al parecer incapaz de envejecer), un tibio esposo (Chris Sullivan), un atlético joven pedante (Eddy Maday) y la introvertida y melancólica Chloe (Callina Liang, bien), no pasará mucho tiempo para que la familia se mude a esta casa, que para estos instantes ya sabemos que tiene otro inquilino, uno al que hemos acompañado en todo momento, porque justamente vemos a través de sus ojos.

Pero sin necesidad de esconderse porque nadie puede verlo, ya que es un ¡fantasma! ánima en pena, espíritu, o como quieran llamarle, y por si acaso algún despistado no lo ha captado nos ponen la escena de los contratistas con el cliché de latino (mexicano además) qué se rehusar a meterse al cuarto del armario, donde siempre está el fantasma, nomas porque si, ahí no se mete porque hay algo y punto, las malas vibras, o lo que sea, ya sabemos que para los gringos tenemos una intuición especial para estas cosas, así que la película va sobre lo que ve este fantasma, que habita el lugar viendo y escuchando muchas cosas, como si fuera un aventajando voyerista capaz de espiar sin inmutarse en todo momento a la familia disfuncional que esconden algún que otro secretito, y varios traumas en el proceso.

De tal manera que seguimos el día a día de la familia, sus dramas, sus problemas, la mamá impositiva que hizo algo turbio aunque haga como que no pasa nada, el padre mandilón que ya no aguanta a la esposa y prepara el divorcio en secreto con todo y cuernos incluidos, el sangrón chamaco deportista que se jacta de las bromas pesadas y sus estupideces, que pueden llegar a ser claros delitos aunque sean festejados por su mamá a risa abierta, la depresiva Chloe qué ha perdido a dos amigas, una de ellas su mejor amiga, por culpa de las drogas, y que sufre el bullying de su hermano y el desprecio de su madre que no oculta qué quiere más a uno que a otro, como es normal en estas películas, la muchacha empezara a sentir la presencia del título, que a su vez intenta comunicarse con ella, sin que nadie lo pele mucho, pero que quizá esta ahí para hacer algo importante aunque ni él conozca de que se trata su misión en este mundo.

Este ejercicio de género rebasa ser solo un juego de estilo, la hermosa fotografía del mismo Soderbergh siempre luce, y la edición también de él mismo es sumamente puntillosa brillando justamente porque ni siquiera se nota su existencia, lo que causa que pareciera que siempre seguimos los pasos del fantasma, su mirada, sin que se corte la imagen en tomas larguísimas que esconden muchos detalles interesantes para el que este pendiente, sumado a su corta duración de hora y veinte logran que sea un experimento más que exitoso, con su historia melodramática de expiación de culpas y suspenso que al final se da el lujo de jugar con paradojas, haciendo que pegue más fuerte de lo que uno podría soñar en un inicio, por lo que por más que conjeturas que uno haga lo más seguro es que uno termine sorprendido de buena manera, increíble pero esta rareza lo logro, una cinta en primera persona/punto de vista subjetivo con pocas escenas en tomas sin cortar, el prolífico director lo hizo de nuevo.

Calificación: Bastante Bien

Cinecritica: El Exorcista: Creyentes

"EL EXORCISTA: CREYENTES" ("THE EXORCIST: BELIEVER", ESTADOS UNIDOS, 2023) DE DAVID GORDON GREEN

En uno de los muchos infames momentos que tiene esta película, la superviviente de la primer e inalcanzable obra maestra "The Exorcist" ("El Exorcista"), Chris MacNeil (Ellen Burstyn, aceptando el papel con el doble de sueldo ofrecido inicialmente para donarlo), le dice al angustiado (se supone) padre Victor (Leslie Odom Jr. muy mal) que ella se especializo en exorcismos de todo tipo, de todas las religiones, a pesar de que no la dejaron presenciar el exorcismo de su propia hija, ella supone que porque no se lo permitieron esos tipos por el patriarcado opresor en el que viven, y uno no puede evitar pensar que esto no es algo que el personaje original diría, ya que estos "machistas opresores" fueron los que salvaron a su hija, y que además dieron su vida por ello, pero la película esta plagada de muchas estupideces y sandeces como esta, que hacen a uno casi vomitar como si estuviera poseído.

La historia comienza con el fotógrafo Victor en un viaje por Haití con su esposa embarazada (Sorenne Fielding) cuando un terremoto le arrebata la vida su mujer, doce años después cría solo a su hija Angela (terrible Lidya Jewett) con quien se supone (pongo así porque esto nunca se ve en pantalla, pero un dialogo explicativo expositivo lo aclara) tiene una relación cercana, cierto día Angela va con su amiga Katherine (Olivia O'Neill) al bosque, donde hacen una sesión espiritista para contactar con su madre fallecida, desaparecen tres días, y cuando regresan obviamente están poseídas, pero como Victor es ateo a partir de la muerte de su esposa - y más aun porque prefería la vida de esta sobre la de la hija - no cree nada de esto, hasta que cree, y reúnen a un grupo de avengers de la religión para el exorcismo del titulo, así tenemos a una mujer negra que practica vudú, un protestante cristiano, una aspirante fallida a monja y un sacerdote católico.

Y de todos no se hace uno, ya que al final todo se resuelve por el poder del amor, con un abrazo y una prenda con el olor de mama, todo esto es ridículo, y una ofensa para la cinta original, aquí no existe una historia, solo una excusa para usar el nombre, y quiere hacerla pasar como la "verdadera" secuela, lo único en lo que pensaron es que ahora sean dos poseídas en lugar de una y ya, el protagonista no tiene arco ni desarrollo, siempre es el mismo pesado pedante que se la pasa quejando y reclamando a los demás, las poseídas no tienen mayor interés que algunos gritos y el maquillaje, como si hubieran salido de cualquier película serie B de exorcismos, y los demás personajes son detestables, tanto porque caen mal, por lo mal utilizados y mal escritos que están.

Por ejemplo la familia creyente, lo lógico es que busquen ayuda antes que el ateo, y no, solamente se derrumban y rezan, como diciendo que todos los creyentes son fanáticos loquitos, y egoístas como muestran al final, los exorcistas hacen rituales que vieron en tik tok, y el católico es fuertemente criticado, y cuando entra es para burlarse de él, y al final el exorcismo no tiene relevancia, todo se resuelve con un "te quiero hija", y la que no es de color políticamente correcto es arrastrada al infierno, no importa que sea una niña inocente, ni que lucharon por ella, ni que ella desea salvarse, como si a Dios no le importara, es como si todo el legado del "Exorcista" original se hiciera añicos, quizá esa es justamente la intención, pero además de ello, pesimamente hecha, con un montaje y edición horrible, cámara terrible y efectos cutres.

Calificación: De lo Peor del Año

Cinecritica: Camina o Muere

"CAMINA O MUERE" ("THE LONG WALK", ESTADOS UNIDOS - CANADA, 2025) DE FRANCIS LAWRENCE

Cincuenta jóvenes elegidos por un "sorteo" van a participar en "La Larga Marcha" del titulo original, uno de cada estado de la "tierra de la libertad", los Estados Unidos que desde alguna "gran guerra" en el pasado, quedo devastada y manejada por un sistema militar totalitario, la primera imagen que vemos es la carta que recibió nuestro protagonista, donde se le informa de que tuvo la suerte de ser elegido, y por ende el orgullo de representar los ideales del sistema, y por supuesto la oportunidad de ser el ganador, después de esto vemos a Raymond Garraty (Cooper Hoffman, el Gary de "Licorice Pizza") llegar al lugar de inicio acompañado por su madre (Judy Greer), quien sufre desesperadamente porque ya sabe lo que se viene, nosotros todavía no, no podemos ni imaginarlo al ver a todos tan tranquilos, sonrientes, bromistas y hasta esperanzados, pero cuando comienza la marcha todo tiene sentido, los participantes tiene que caminar sin una meta al final, el que prevalezca será el ganador, y los perdedores... perderán todo.

Es así que estos chamacos arriesgan todo por una oportunidad que de otra manera nunca tendrían, tanto dinero que serán multimillonarios toda su vida, y el acceso a un deseo que puede ser lo que sea, siempre y cuando no vaya contra el sistema o sea una subversión contra el mismo, es decir, aunque se escucha muy bonito lo de pedir lo que sea, la realidad no es así, solo es una propaganda para que los espectadores, que siguen a los participantes por las grabaciones de esas cámaras en los tanques que los acompañan, se emocionen a más no poder con esta lucha encarnizada por sobrevivir, de tal manera que justamente después de la competencia, los resultados del trabajo mejoran, el animo de las personas aumenta, y el optimismo se va por los aires, lo que se convierte en utilidad para el gobierno y los poderosos, las reglas son sencillas, todos deben caminar hasta que quede uno solo, el ritmo debe mantenerse en cinco kilómetros por hora como mínimo, el reloj que cargan muestra la velocidad, y cuando baja de estos reciben una sanción, tres son el limite, y después de esto simplemente les pegan un tiro en la cabeza.

Caminando a la velocidad correspondiente por una hora seguida los hace perder una multa, si se salen del camino también son eliminados, y no hay concesiones de ningún tipo, deben comer, beber, orinar, dormitar y hasta cagar mientras siguen caminando, no existe vuelta atrás, nadie puede salirse, y solo puede haber un ganador, Stephen King escribió esta historia como una critica directa al sistema militar estadounidense en plena guerra de Vietnam, donde los sorteados tenían eran obligados a ir a morir en esa desastrosa guerra, el libro se edito más de una década después bajo un seudónimo, y nunca se considera entre sus mejores obras, siendo sincero no la he leído, quizá salio a la venta cuando la analogía ya no era tan pertinente, pero en estos tiempos, en estos momentos cuando el vecino del norte esta tan militarizado, con redadas por todos lados, y un bufón como presidente que miente cínicamente al tiempo que se vanagloria a si mismo mientras lleva al país a un hoyo este discurso no queda tan lejano de la realidad, se podría decir que es más pertinente que nunca, una situación que podría hacerse realidad en cualquier momento.

Este futuro distópico es mostrado por Lawrence de manera seca, minimalista, casi fría, con una puesta en escena que opta por ser eficiente, y sin grandes dramas ni tragedias, todo se sigue con la cámara, vemos las platicas de los muchachos, la camaradería que surge entre ellos, los diferentes tipos de vistas, las diferencias en sus vidas, la animadversión rugida entre algunos de ellos, y la amistad sincera que nace entre otros, además de que la empatía nunca deja de existir, a pesar de que conozcan que es imposible que los demás sobrevivan si quieren ganar, o que no morirán para que el otro persista, todo esto en una fotografía hermosa con tonos apagados, grisáceos, y un diseño artístico que nos lleva a una versión del purgatorio, sin nada alrededor más allá de autos quemándose, casas abandonadas, y personas curiosas que ven a los participantes con morbo y aprehensión, junto a una música que aparece lo justo, para nunca estorbar en esa violencia cruda, que aparece como termina, sin aspavientos, regodeos ni dramatismos, obligándonos a ser como los pobres condenados que no pueden mirar atrás ni detenerse.

Pero más importante que era lectura anti-militar, es esa necesaria analogía del capitalismo que hace el guionista JT Mollner a la historia, donde nosotros justo como ellos no podemos detenernos porque moriríamos, no tendríamos dinero para sobrevivir, el sistema nos obliga a levantarnos ansiosos, matarnos trabajando, y morir en la esperanza de tener éxito en el sistema, que es simplemente hacer más y más dinero, somos ese galgo obligado a perseguir al conejo como confiesa uno de los participantes, pero el galgo nunca podrá alcanzarlo, justo como nosotros, a quienes se nos vende la idea de que esforzándonos al punto de darlo todo podremos convertirnos en uno de esos lideres militares que manejan todo, pero es una ilusión, nunca lo seremos, solo nos utilizan para ellos no tener que esforzarse, nos martirizan para con nuestro sufrimiento disfrutar una cena deliciosa y descansar un sueño reparador, como el Mayor encarnado por Mark Hamill, si uno sale del sistema es liquidado, y lo que es peor, nos obligan a pelear entre nosotros convenciéndonos de que necesitamos superar/aprovechar/liquidar a los demás para poder tener éxito, pero ¿a cuantas personas conoce uno que trabajado honradamente y por puro merito venzan al sistema? 

Por lo menos Mollner y Lawrence no son tan desesperanzadores, si no se puede vencer al sistema, por lo menos si se puede elegir a las personas que tenemos a nuestro lado, reír, bromear, llorar, sufrir, ayudar, y pelear con ellos, justo como Garraty y el optimista Peter McVries (David Jonsson, bien), quien siempre ve el lado amable de la vida, y de todos los demás, el creyente Art (Tut Nyout), el bromista Hank (Ben Wang), el aguerrido Collie (Joshua Odjick), el soñador Richard (Jordan Gonzalez), el pesado Stebbins (Garrett Wareing), y hasta el desquiciado Gary (Charlie Plummer), solo por eso, vale la pena la dolorosa caminata, aunque tampoco estaría mal algo de rebeldía solo para no dejarles las cosas tan sencillas, ser aunque sea una piedra en el zapato de esos sádicos que pueden sacrificar vidas ilimitadamente para su propio beneficio.

Calificación: Muy Bien