Un grupo de albañiles escuchan música mientras trabajan construyendo una lujosa casa, de pronto uno de ellos cae del piso de arriba de forma inesperada, sin nada que lo avisara, en la siguiente escena también en un plano estático vemos el funeral del trabajador y ahora si corroboramos que Francisco (Luis Alberti, perfecto) es hermano del difunto, luego vemos como regresan a trabajar como si nada, para luego pasar a la visita de Francisco con su cuñada Lupe (Yessica Gálvez) que acaba de ser avisada que no le darán indemnización porque el muertito falleció en estado de ebriedad, o por lo menos eso descubrieron los peritos, el detalle es que todo saben que el difunto era abstemio, no bebía una gota de alcohol y por lo tanto ese estudio es "erróneo" en el mejor de los casos, a partir de este momento Francisco intenta hablar sobre la situación de su hermano y como esto afecta gravemente a su cuñada, pero el capataz solo le da largas y excusas, y el dueño de la construcción ni le interesa y lo ve casi como los ricachones de la obra maestra "Parasitos", no quiere ni molestarse en contestarle, todo esto ira agotando la paciencia de Francisco hasta que una terrible tragedia desencadene su furia.
La edición y el montaje son secos, brincan de aquí para allá con planos medios y lejanos, la puesta en escena es estática, como si fuéramos un espectador más de las atrocidades que vive el ser humano en su día a día, siempre de forma pesimista, echándonos en la cara que el sistema en el que habitamos es tan corrupto que es imposible vivir en el de forma moral, y que incluso siendo inmoral terminaremos pagando por alguien más que se anime a perder su ética, y es que acompañamos en su desesperación a Francisco que regresa a su casucha donde apenas cabe su cama y donde lidia con las goteras todos los días de lluvia, sin dormir y sacando el agua, la casa de su cuñada esta en igualdad de condiciones, y todos sus conocidos están tan o más necesitados que él ya que hasta le piden prestado, como bien notamos rápidamente, Francisco es un tipo bueno y moral, ayuda a sus compañeros que a su vez son sus compañeros de trabajo, apoya a su cuñada y le hace compañía, y hace su trabajo de forma profesional a pesar de su malestar.
Pero su situación, y la de millones de personas, es desesperante, como bien nota Francisco, su caso, aunque el más grave, no es el único, a el "Enano" (Jonathan Sánchez) le descuentan cada semana un espejo que quebró y se supone hace mucho pago el costo, que el pago va atrasado siempre una semana, y que los hacen trabajar horas extras cuando se necesitan si o si, mientras que el patrón (Rodrigo Mendoza) siente que con regalarles unas playeras polo ya esta a mano con todas esas injusticias, pero cuando no quieren escuchar a Francisco este comienza a poner atención, el dueño de la casa no trabaja, tiene negocios que le dan dinero sin hacer nada , la gigantesca casa lujosa sera solo para él, se la pasa de shopping todo el día, y de noche contrata prostitutas de lujo, y no es capaz de pagarle una simple indemnización a su cuñada, cuando suceda la tragedia ya mencionada todo escala hasta niveles insostenibles, uno donde la venganza va más allá de lo que uno pudiera esperar.
Ya para estos instantes Francisco se ha colado desde hace tiempo en la casa, primero por necesidad con cierto "respeto" hacia esta y su jefe, durmiendo en las escaleras, sin tocar los muebles, pero conforme el rencor escale el sujeto ira tomándose cada vez más confianza y atribuciones, de tal manera que la terminara usando como casa propia, y a través de cierto momento clave de la cinta, se apropiara de esta, en una segunda parte de la película que sigue la misma estelanarrativa de la primero pero en un tono más oscuro y misántropo si es posible, si al inicio se nos dijo que el ser humano, y en general los poderosos, aplastan a los débiles simplemente porque pueden, y que la única salida es la perdida moral, en esta segunda parte se nos advierte sobre la facilidad con que se puede caer en lo que se supone que repudiamos, en los vicios tan grandes que despiertan en todos tener un poco de poder y superioridad sobre los demás, y como los que subyugas de la forma que sean pueden hacerte caer sin tener la más mínima piedad.
Esta terrorífica fabula esta muy bien contada y contenida en menos de hora y media de metraje, con algunos momentos sublimes, y sin que sobre ni falte un solo segundo, vemos como el protagonista sufre, nos hermanamos en su sufrimiento, deseamos su éxito aunque este sea inmoral, para luego espantarnos con el cambio que tiene por más que este sea totalmente creíble y orgánico, para finalmente de nuevo aterrarnos ante una nueva realidad que nos recuerda su vida anterior con esa agua causando estragos, y deseando nuevamente una salida, porque por más que haya fallado, los demás personajes también son mezquinos y corruptos, todo esto sin banda sonora, una puesta en escena seca, y una fotografía realista, pero como la historia es tan poderosa, y tan cercana a nosotros, esta historia misántropa de la naturaleza humana inmoral o amoral golpea con fuerza, y más aun ese abrupto final que deja claro que el sistema es para que ganen los mismos, y si algo quiere sacar uno de abajo, debe vender su alma.
Calificación: Notable