Esta película promete ser una más de esas comedias desmadrosas gringas (que luego terminan siendo conservadoras en su mensaje) , de adolescentes o jóvenes adultos haciendo desmadre y cayendo en situaciones tan hilarantes como ridículas, y en parte lo es, las risas no faltan, la comedia escatológica esta presente, las groserías, las drogas, el alcohol y por supuesto las fiestas locas, pero conforme va pasando la cinta notamos que existe algo más, de pronto la sonrisa se queda pasmada en nuestro rostro porque nos reímos de un apunte de la loca actualidad del que se supone no deberíamos reírnos, algo de humor negro, esto se va viviendo cada vez más común en la cinta hasta que al final rebela sus cartas y cambia su tono, no es que hayamos pensado estar viendo una película diferente, es solo que su subtexto, ocultó astutamente por la guionista KD Davila se hace más presente que nunca y es cuando comprendemos que hemos estado viendo una cinta más interesante de lo aue creíamos sin traicionar nunca el género que nos prometieron.
Desde el inicio conocemos a la clásica pareja dispareja de amigos, el serio Kunle (Donald Elise Watkins, bien), un estudiante modelo hijo de dentistas que ha tenido una vida acomodada, y el desmadroso Sean (un expresivo RJ Cyler) que parece un negro salido de un cliché, siempre hablando de fiestas, sexo, drogándose y siempre alcoholizado con parientes delincuentes, hacen una pareja extraña pero conforme avanza la trama uno se convence de que tienen una bonita y tierna amistad, como están a punto de graduarse quieren entrar al salón de los primeros de los negros, para ello trazan un plan donde visitarán las siete fiestas en una sola noche, como si fuera esa ronda de esa joyita "En el Fin del Mundo", pero todo se estropea cuando llegan a su departamento y hallan a una chica blanca inconsciente en el suelo, esta notoriamente borracha, quizá drogada, nunca deja de vomitar y más adelante descubrirán que es menor de edad.
Kunle quiere llamar a emergencias pero Sean y el otro inquilino, el freak latino Carlos (Sebastián Chacón), no se sienten seguros con eso, una chica adolescente inconsciente que quien sabe que tomo en casa de tres chicos de color y ¿saldrán tranquilos como si nada? Quizá si o quizá no, nunca lo sabremos porque los chicos toman la decisión más estúpida y quieren llevarla al hospital, o dejarla botada por ahí en uba fiesta para que sea pedo de alguien más, solo que descubren que no es tan sencillo, sumado a esto a Carlos nunca pensaron llevarlo a las fiestas por espanta-viejas pero ya esta ahí, Kunle no atraco el refrigerador por lo que puede perder las muestras para su tesis, y la hermana de la solovino Emma (Maddie Nichols), la pesada Maddy (Sabrina Carpenter) sigue con una aplicación el celular de su hermana y descubre con terror que es llevada en una camioneta a los peores barrios.
Lo mejor de toda la cinta es ese humor acido que nos muestra lo retorcido que esta todo, y apunta para ambos lados a pesar de al final decantarse por el obvio, desde las ridículas lineas donde debaten si algo es racista o sexista perdiendo de vista todo lo demás, la llamada al 911 donde la operadora se toma a juego el que una chica blanca sea subida a una camioneta ¿tomo algo? ¿No fue por su cuenta? le dicen casi mofándose, la sorpresa de una guapa chica (Madison Thompson) al saber que su crush tiene sangre latina, "no lo pareces", la grabación de los vecinos cuando ven a unos negros entrar en su barrio y en oposición una negra llamando a la policía porque el blanco (que en realidad es latino) anda por su barrio en toga, y el mejor chiste con esos rudos negros huyendo despavoridos cuando llegan con la güera desmayada, y por supuesto los apuntes dramáticos con los dos amigos diciéndose las verdades, para Sean, Kunle no es lo suficientemente negro lo que implica discriminación entre ellos, "ellos no saben que eres blanco por dentro" le espeta, y momentos memorables como esa tensa escena del viaje al hospital con la policía llegando, el sentimental momento de confesión de todos, ese momento donde unas disculpas son recibidas por el cierre de la puerta y esas sirenas en el close up final.
Calificación: Muy Bien