Cinecritica: Espontánea

"ESPONTANEA" ("SPONTANEOUS", EU, 2020) DE BRIAN DUFFIELD

La apática adolescente casi joven adulta Mara (Katherine Langford) escucha desganada a su maestra, cuando se agacha a recoger algo la compañera de adelante explota... literalmente, todos corren y gritan, entran en pánico, y la policía llega a entrevistarlos sin que nadie sepa que ocurrió, en el juego de futbol acontecen otras explosiones, y aquí la cosa se sale de control, el gobierno, el pueblo entero y en especial los adolescentes explosivos entran en pánico ¿por que explotan? ¿es una enfermedad? ¿alguien es el causante? ninguna de esas preguntas importan porque no serán contestadas, el director y guionista solo toma esta premisa como excusa para hacer una historia "Carpe Diem" donde lo importante es que la protagonista aprende a disfrutar la vida, el momento presente, sin que nada la agobie ni preocupe, con todo y rompimiento de la cuarta pared.

Pero el detalle es que uno termina viendo todo el asunto de las explosiones como una trampa por parte del director para llamar nuestra atención, ya que esperamos alguna resolución de la misma pero lo pasan por alto olímpicamente, y entiendo que es solo la premisa, pero ellos mismos le dan tanta importancia, dedicándole mucho tiempo a la solución, que ensucia el resultado final, otro detalle son los cambios de tono de la película, comienza como comedia gamberra con todo y chistes de los explotados y la prota hablando sarcásticamente a cámara, cambia a comedia de adolescentes bobalicona, luego a un intento de thriller ¿critico? de como se manejan las crisis por parte de todos, y luego en un drama existencialista que culmina con un discurso a cámara que parece adoctrinamiento y que termina dando pena ajena.

Y es que el problema ni siquiera es que cambie de tono, sino que ninguno esta bien logrado, mucho menos las transiciones hacia el otro, es como si toda la película solo se hiciera para dar el mensaje final, una chamaca que odia la vida y se enamora de un chico lindo (Charlie Plummer), cuando esté explota (quizá sea metáfora de rompimiento) la chica cae en depresión, hasta que aprende que debe disfrutar la vida, vamos que si el mensaje fuera de resiliencia le daría más valor, pero no es lo que ella dice, habla sobre disfrutar la vida, no creo que en esta época de banalidad total, donde lo único que sea hace es disfrutar la vida y el presente, en especial los jóvenes, tenga que venir alguien a machacárselos más, aun así la película entretiene por momentos, esos donde los taimados adolescentes explotan, son tan estúpidos y ridículos que existe cierto placer culpable en ello, aunque falto gore y no solo agua con colorante rojo.

Calificación: Deficiente