Acabo de ver la versión de "Dune" de Frank Herbert por parte de Lynch, con todo y las polémicas de la primer versión de ocho horas que luego redujo a cinco pero que vio la tijera por parte de su productor hasta solo dos horas y pasaditas, razón principal por lo que supongo es una película casi incomprensible, es cierto que suceden muchas cosas, y que la mayoría pueden resultar interesantes, pero la trama aunque puede seguirse nunca se termina de entender, por mas que haya diálogos explicativos a cada momento y un exceso de exposición que resulta terminando cargante, de hecho la cinta comienza con una narración en off, que vuelve cada tanto para explicarnos cosas que no nos muestran, por parte de la princesa Irulan (Virginia Madsen), un personaje que no tiene peso en la historia pero aguanta un close up abarcando toda la pantalla, así sabemos sobre la especia que hace posible los viajes en el espacio, ademas de dar sabiduría, alargar la vida y poner los ojos de color azul eléctrico.
Conocemos que esta solo existe en el desértico planeta Arrakis llamado Dunas donde habitan unos gigantescos gusanos gigantes, y luego se nos hablan de otros tres, el de los buenos donde el futuro mesías Paul (Kyle MacLachlan) es entrenado por algunos buenos actores, el de los malos malosos que son tan caricaturescos como inquietantes, de hecho estos son lo mejor de la cinta, y el del emperador que apenas sale un par de escenas y se presentan siendo regañado por una cigarra con boca de... ya lo verán, el caso es que el emperador les quito el control de Arrakis a los Harkonnen con el complot de luego ayudarlos destruyendo a la casa Atreides, Paul pasa por algunas pruebas, un traidor causa la caída en el ataque planeado, Paul y su madre Jessica (Francesca Annis) escapan al desierto, se unen a los nativos Fremen, termina de despertar y los guía a luchar como rebeldes hasta el final donde montados en gusanos gigantescos ganan una batalla pesimamente montada donde solo vemos explosiones.
Y eso es todo, ah si, vemos una pelea aburridísima donde Sting pierde con el mesías, la música de Toto no me parece mala, y los efectos aunque ya se les notan los hilos cumplen bastante bien, en especial el maquillaje, el diseño de producción es bueno, en especial cuando salen los malos, como ya apunte lo mejor de la cinta son estos, principalmente el Baron Vladimir encarnado por un desatado Kenneth McMillan que roba cada plano donde aparece, ya sea riendo como desquiciado, echando gritos histéricos, flotando en ese traje rechoncho con sus pústulas, escabechándose jóvenes en un goce sexual depravado, disfrutando los baños de contaminación, y devorando con los ojos a un casi desnudo Sting que ademas ¡es su sobrino! Lynch y McMillan construyeron un villano despreciable que se ve lastrado por lo mismo que destruye la cinta, un guion acelerado que intenta dar tanta información que no se entiende nada, pero que presenta momentos extraordinarios con el Barón, las cigarras galácticas, los despreciables Harkonnen y unos gusanos gigantes que si terminan viéndose imponentes, pero que desaprovecha a muchos actores como Sean Young, Max Von Sydow, Patrick Stewart y un largo etcétera, su problema, intentar abarcar mas de lo que podía.
Calificación: Mediocre
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