En el momento más dramático de esta cinta de espías basada en hechos reales un demacrado Greville Wynne (esplendido Benedict Cumberbatch) le suelta a su compañero en espionaje y gran amigo Oleg Penkovski (Merab Ninidze, muy bien) que gracias a lo que hizo detuvo la guerra, que tuvo éxito, que lo logro, mientras los guardias rusos lo sacan con lujo de violencia, ya sabemos lo que sucederá con el coronel pero ese rostro, esa mirada que más que satisfacción regala tranquilidad aun con el cuerpo destrozado dejan claro como funciona un héroe de la vida real, y es más que pertinente recordarlo en esta época donde cualquiera que tenga acceso a una cámara, espacio en un medio o algún poder político/monetario son considerados héroes es por cualquier tontería que digan o hagan, nunca esta de más recordar que si existen aunque no se parezcan a los que nos quieren vender.
Al inicio de la cinta vemos a Penkovski preocupado frente a su explosivo presidente por lo que busca a unos turistas americanos y les pasa información, tiempo después y ante un doloroso fallo la CIA solicita la ayuda del MI6, el servicio de inteligencia británico, necesitan alguien que contacté con el coronel pero la situación esta caliente, es así que contactan a Greville, un hábil y labioso vendedor que puede servir como el mensajero del título original, con todas las dudas del mundo el tipo hace lo correcto por su familia con todo y la manipulación de una hábil agente de la CIA (Rachel Brosnahan), lo que vemos después de la presentación es el despliegue de carisma del vendedor con todo y borracheras acompañadas de una juguetona banda sonora, el desarrollo de una valiosa amistad donde no importan las diferencias (¡esa escena en el ballet mostrando que somos parecidos!) y el drama de una esposa que se cree cornuda (la siempre bienvenida Jessie Buckley).
Todo esto mientras la tensión va escalando poco a poco, abandonando la casi comedia mientras la tensión del thriller de espías toma más fuerza, hasta su explosión final con todo y dolorosa escena en casa de uno de los protagonistas, en la parte final la película abandona el tono del inicio y nos presenta una dolorosa historia con un entregado Cumberbatch casi en los huesos con todo y banda sonora que también cambia, con ina fotografía en tonos mates que nos remontan a esos años de tensión, algo en lo que nos ayuda el diseño de producción en la lograda recreación de época, ademas la cinta nunca toma tintes patrioteros, el protagonista lo hace por su familia y luego se arriesga por un amigo, se evita mostrar a los rusos como villanos caricaturizados ni diabólicos, al grado de que en cierto momento un agente de la KGB menciona que EU no quiere misiles en Cuba pero los de ellos si les pueden apuntar desde Turquía, en otro momento similar Oleg menciona que "usen la información sabiamente, no como arma sino como medio para lograr la paz", y nos recuerda como son los héroes reales, esos que no se pavonean ni buscan reconocimiento, solo quieren regresar a casa y trabajar en lo que se piensan si vuelven a visitar un lugar duro para ellos.
Calificación: Muy Bien
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