1/12/22

Cinecritica: Círculo Vicioso

"CÍRCULO VICIOSO" ("VICIOUS FUN", CANADÁ, 2020) DE CODY CALAHAN
Un hombre de grandes gafas setenteras con el casi pegado al cráneo esta sacando filo a unos cuchillos, en su carro divisa a una solitaria chica en una cabina telefónica, le ofrece ayuda y cuando todos pensamos que es lo que seguirá, el tipo es apuñalado de imprevisto por la chica que por supuesto no es tan ingenua ni inocente como una pensaría, así comienza esta cinta del desconocido (para un servidor) director Calahan, que con un guión propio nos entrega esta cinta homenaje, parodia y referencia del género de terror, en especial de esos años ochentas en los que sucede la acción, una comedia de terror que no rehuye la violencia, el gore ni la comedia escatológica, y que desde el inicio deja claro que aquí nada es lo que parece.

La segunda escena sigue este estilo, con el nerd Joel (un adecuado Evan Marsh), un crítico de cine especializado en el terror, con revista propia pero que es mangoneado por un director mediocre, y luego corrido por su amor platónico Sarah (Alex Steele) quién siente lástima por él y su patética vida solitaria donde solo pasa las noches viendo películas solo para luego escribir de ellas (¡uep! ¿A poco eso es patético?...), el caso es que como buen perdedor sigue al guapillo novio de su roomie pensando en descubrir una infidelidad, lo que descubre es que el tipo parece mejor que él en todo y sólo peca de arrogante, cuando queda tirado de borracho y encerrado en el bar se despierta para descubrir una reunión tipo AA pero de asesinos seriales, haciéndose pasar por uno, pero donde cuando todo explota múltiples secretos salen a la luz causando un derrame de hemoglobina y vísceras tan divertido como bestial.

Además de su original propuesta se agradece que ninguno de los protagonistas sea tonto por conveniencia, y que todos los asesinos sean tan carismáticos como pintorescos, tenemos a un burócrata pretencioso (David Koechner), un tipo gigante con fetiches a lo Jason (Robert Maillet), un apático ¿no son así todos? médico que se disfraza de payaso (Julian Richings), un afamado chef caníbal (Sean Baek), un genio playboy cual Bundy (Ari Millen) y una calculadora mujer muy peligrosa llamada Carrie ( Amber Goldfarb, todo un descubrimiento para un servidor), que cuando todo estalla nos regalan violencia, humor negro, vísceras y uso de objetos punzocortantes en medio de luces neón y sintetizadores potentes en medio de la moda ochentera, con algunas escenas hilarantes como la forma en que ahorcan a un pobre diablo o cuando se presentan y con ello sus gustos, con todo y arco bien hecho de desarrollo de protagonista, cuando todo termina me preguntando cuando vería la segunda parte y en estos tiempos eso es un gran halago.

Calificación: Bastante Bien 

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