Un caballo corre libremente por la llanura de Wyoming, el pelo baila con el viento y escuchamos a un hombre que dice que los caballos son animales hermosos y que deberían de tener alas, este hombre es el curtido vaquero australiano Robin Wiltshire que se dedica a aceptar caballos "problemáticos" y los entrena para hacer comerciales y películas, en este cortometraje documental vemos una hermosa fotografía que nos regala postales de esa América profunda que sigue virgen de la urbanización, algunas imágenes de archivo muy interesantes con la talentosa yegua Juniper junto al hombre Marlboro, y fotos que acompañan la narración de Robin de como era un niño introvertido con problemas del habla y que no sabia leer, con un abuelo militar y duro como eran antes cuya mirada lo penetraba y solo le hablaba para decirle que no serviría para nada y una abuela cariñosa que lo alentaba con paciencia y amor.
Por medio del cine Robin se enamoro del viejo oeste, de los caballos, y se convirtió en su sueño trabajar en el medio, entrenando caballos para la gran pantalla, por desgracia cuando llego a Estados Unidos "Star Wars" había puesto en desuso los Westerns pero Robin persevero, y de vez en cuando todavía es parte de la magia, en estos pocos más de veinte minutos vemos la vida de un vaquero junto a su esposa e hijo en la actualidad, un tipo que apuesta por las costumbres, por lo artesanal y que va en contra de los efectos a computadora que parecen destruir este bello arte, ver al tipo que es un gran personaje tratar a los animales con respeto y amor, crear un vinculo con ellos, y regalar imágenes poderosas con ellos que se quedan en la memoria es más que suficiente para recomendar este valioso documental producido por Chris Pine, uno termina con ganas de visitar el rancho de la familia de Robin y pasar un momento mágico con este mago actual.
Calificación: Bien
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