Edee Holzer (Robin Wright, muy bien) le suelta a su psicóloga que no cree que los demás deban soportar su sufrimiento y se va a las montañas de Wyoming, en la América Profunda pero viviendo sola y no atiene a los consejos que intenta darle el vendedor, de hecho Edee se deshace de su vehículo y celular, esta convencida de vivir totalmente sola y aislada en una cabaña en medio de la nada con solo la comida necesaria para sobrevivir el invierno, pero la naturaleza aunque es hermosa es despiadada y las bellas postales vienen acompañadas de un frio que cala los huesos, los bonitos animales de depredadores que no se detienen para atacar y robar comida, a punto de morir es rescatada por el bonachón Miguel (Demián Bichir) que respeta su decisión de vivir sola pero le enseña como sobrevivir en ese tipo de vida, aprendiendo a cazar sin que le tiemble la mano y sembrando su propio huerto.
Esta claro que Edee sufrió alguna situación que la ha llevado al limite de la autodestrucción, a querer estar apartada de todos, y auto-compadecerse en cada segundo de vida, pero con cierto dialogo clave que le suelta Miguel ("si no te importa morir de hambre es que nunca has pasado hambre") queda claro que la mujer no sabe nada de esta vida de la América profunda, ni tiene idea de que desea en realidad, ya vimos que no se suicidara, por lo que aunque conectamos con su dolor siempre tenemos algún reclamo hacia la protagonista, ya sea por su forma de comportarse, como la constante autocompasión sumado a una falta de pericia que no nos permite entenderla, esto es una decisión sabia del guion que no apela al chantaje o al sentimentalismo sino que deja la historia correr y a la actriz hacer su trabajo por medio de gestos, miradas y silencios.
Hacia el final la cinta viaja a momentos más convencionales, con un Miguel que confiesa su secreto a su gran amiga y con Edee aceptando su pasado para poder dejarlo ir, y comenzar a vivir de nuevo, aquí la cinta cae por momentos en lo sentimental pero nunca deja de ser honesta, y si, anote que cae en convenciones pero después de ver todo lo que paso, sufrió y aprendió Edee uno acepta que se lo ha ganado, uno mira con una sonrisa como caza, cuida de un perro o cosecha unas papas, acepta una amistad, se vuelve agradecida, y demuestra cariño a sus seres queridos, Edee ha aprendido a vivir con el sufrimiento, en pocas palabras, ha aprendido a vivir.
Calificación: Vale la Pena
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