Tengo sentimientos encontrados por este documental, por un lado los dos viejitos judíos que se vieron llevados a este negocio de manera casual y que solo buscaban una forma de pagar los gastos nunca lo esconden, de hecho la tienda se llama asi para no tener que gastar, el nombre anterior era Books Circus y solo lo voltearon y añadieron un pequeño of, estos detalles, los de implacables negociantes son los mejores de la cinta, no solo porque supieron como manejar perfectamente el negocio sin chanchullos, que eran normales en esa epoca, sino porque sabían hacerse de la vista gorda cuando era requerido como esas "subidas" al ático donde el viejo Barry se hace tonto, asi como también esa relación que se usaba antes con las mujeres mandando y los hombres obedeciendo, cuando convenía, es decir ella es la que lleva los pantalones y el tipo siempre sonriente es el buena gente.
Esta descripción nos la dicen empleados, clientes y socios, ya que la inteligente pareja, ella periodista harta, el trabajador de efectos especiales en cintas de tal calibre como "Star Trek" y "2001: Odisea del Espacio", terminaron vendiendo un aparato medico hasta quebrar y convertirse en distribuidores de Larry Flint por necesidad y terminando comprando una tienda que se convirtió en un estandarte de la comunidad gay y donde incluso produjeron muchas cintas porno del estilo aunque juran no haber visto ninguna, ese colmillo y habilidad financiera propia de los judios es lo mejor de la cinta junto a su relación complementaria, y algunos detalles mas que son valiosos, las múltiples entrevistas y el material de archivo, y bueno el esconder en que trabajan a sus hijos y amigos junto a la gran fe religiosa de la claridosa Karen.
Por otro lado la directora hija de los protagonistas Rachel Mason no esconde su necesidad de reconocimiento y el hecho de robar cámara, ademas de no manejar el ritmo y el montaje tan bien como merecía una historia asi, un par de ejemplos del afán de protagonismo de la chica, múltiples tomas de hecho y referencias a ella misma y su gusto por el cine desde pequeña, ni siquiera sabemos en que trabajan los hermanos y ella recalca a cada momento que es a pesar de que lo sabemos porque hizo la cinta, y el peor, el momento en que llora cuando su hermano se esta confesando frente a la cámara, un robo tan descarado que me termino dando pena ajena y voltee la mirada, y ademas algunas cosas que se abren y no terminan por seguir como la reacción de Karen frente a esa ofensa hacia ella que llama castigo de Dios y que culmina en su estudio religioso y de pronto ya marcha a favor, son momentos que ensucian una historia que merecía una mejor mano detrás de cámaras aunque fuera menos cercana.
Calificación: Regular
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