Cuando vi esta película no pude evitar reírme en algunos momentos, sentirme incomodo en otros y finalmente pegarme algunos tacos de ojo en otros más, pero como han cambiado los tiempos, tanto uno como persona como la sociedad, años antes esta película quizá me hubiera parecido un bodrio, cuando uno es joven y comienza a enajenarse por el cine hace caso de los "críticos y conocedores" a los que solo les gusta el cine de "arte" mamador, lo que sea que eso signifique, pero ahora con un criterio propio y mucha más experiencia valoro todo por lo que es, aunque sea una estúpida comedia americana, y segundo, con la corrección política de la actualidad donde ya no podemos reírnos de nada y nadie se atreve a burlarse de nadie cualquier humor de incorreción política es más que bienvenido, al paso que vamos estas reliquias que quedan serán cada vez más valoradas.
Y es que solo vemos una sencilla trama donde un adolescente calenturiento pero con buenos sentimientos (Scott Mechlowicz) es botado por su novia (Kristin Kreuk) para luego enterarse que esta celebrando aniversario con su novio rockero (Matt Damon en cameo locochon), su amigo alemán aprovecha para invitarlo una cita pero Scott lo batea pensando que es gay, al día siguiente su hermano pequeño se burla de su error y como la chica esta de muy buen ver (Jessica Boehrs usada como atractiva visual) decide ir hasta Europa para disculparse ya que lo bloquearon, para ello viaja con su amigo desmadroso bueno para nada Cooper (Jacob Pitts) y dos gemelos ñoños (Travis Wester y Michelle Trachtenberg) pasando por muchas aventuras en el camino cada una más hilarante que la otra.
Es así que los acompañamos en un viaje lleno de estereotipos que se ríe de todo, primero unos hooligans idiotas pero de buen corazón en Inglaterra que no dudan en perseguir a un francés amanerado, una desternillante pelea con un mimo (robot man) francés que roza lo surrealista, se topan en el tren con un italiano gay que no esconde ser un abusador depravado, un evento en una playa nudista donde nos muestran las bonitas curvas de Trachtenberg, un viaje a Amsterdam donde se ríen de la creencia de que todos se drogan ahí y de paso una loca escena con Lucy Lawless como dominatrix, un error los deja en Bratislava, Eslovaquia donde con un dolar pasadito son millonarios y tienen una desquiciada noche de antro, la llegada a Alemania con el papa amanerado y la visita al vaticano con todo y chiste del Papa. Todo esto lleno de humor con clichés y estereotipos que nos permite reírnos con soltura, ademas de que no lo hacen desde la superioridad ya que los gringos son tan o más imbéciles que los europeos, a pesar del facilón final uno queda conforme con el camino.
Calificación: Palomera