Resulta increíble la epoca en la que vivimos, casi todas las opiniones sobre el primer largometraje dirigido y escrito por Remi Weekes hablan y alaban exclusivamente el "drama de inmigración", no se que cinta vieron pero mas bien parece que se suben al carro de moda de la corrección política para hablar de cosas que suponen necesarias, en cierta critica un usuaria señala que les daría vergüenza a los europeos como tratan esos asuntos ya que según él ese es el mensaje de la película, y no suelto toda esta palabrería intentando decir que la cinta es mala sino todo lo contrario, me parece que solo mencionar ese punto, que ademas es tratado por el director con inteligencia, valentía y clase, es menospreciar una cinta que vale mucho mas que la critica social de turno, estamos en Inglaterra, Londres, donde la pareja de refugiados; Bol (Sope Dirisu, excelente) y Rial (brillante Wunmi Mosaku) recibe una casa y un apoyo monetario semanal para poder afrontar los gastos en lo que se decide si son aceptados o los regresan a Sudan de donde escaparon de una cruenta guerra de tribus.
Ya en la casa se escuchan ruidos, un foco que no sirve prende a mitad de la noche, se ven sombras, en la oscuridad parece ocultarse "algo" o alguien, y los susurros son cada vez mas fuertes, esta claro que estamos ante la historia de una casa encantada que aquí se vuelve desesperante por el hecho de los requisitos que tienen para quedarse en el país, uno de ellos es que vivan en esa casa, pero justo cuando uno podría pensar que la cinta es una simbologia de lo complicado que es para los migrantes cumplir con las reglas impuestas el director subvierte las expectativas y rompe paradigmas que parecen inamovibles en la actualidad, como escribí antes la película es sobre una casa encantada y un drama, pero mas que sobre inmigración sobre una pareja cuya relación se empieza a resquebrajar, él quiere establecerse en el lugar y dejar todo el pasado atrás, incluyendo sus raíces, Rial no quiere olvidar sus raíces y ni siquiera intenta encajar en esta nueva sociedad (me sabe a metal dice cuando se mete al tenedor en la boca).
Es decir que el director nos pone sobre la mesa a dos tipos de personas migrantes o inmigrantes, uno que olvida su ser anterior para mimetizarse y otra que no acepta el cambio ni en lo mas mínimo, dos extremos que demuestran que pueden caer en esto y ser causantes propios de una mala experiencia al adaptarse, ademas no cae en estereotipos de hombres blancos racistas o malos funcionarios, por el contrario las personas con las que hace migas Bol se portan bien con él y lo hacen participe de sus hobbies, en tanto el funcionario de migración Mark (un solvente Matt Smith) siempre los apoya y hasta deja pasar cosas intentando comprenderlos y ayudarlos, y poniendo sobre la mesa esa inequidad que sienten los nativos cuando sueltan el "tu casa es mas grande que la mia" ante cualquier queja del hombre, en cambio las únicas personas racistas son justamente unos chicos negros que directamente le gritan a la mujer vuelve a África por su acento y su ropa, una decisión valiente por parte de un director que prefiere retratar una realidad a casarse con un discurso político cansino y repetitivo, ademas en cierta vuelta de tuerca clave resulta que nadie es particularmente inocente o santo, ni siquiera los inmigrantes, donde queda claro que la culpa es la causante del terror, uno ademas bien logrado con escenas muy bien facturadas, y que si causan miedo.
Calificación: Bastante Bien