Continuación de la recomendable "La Ultima Ola" de Roar Uthaug pero ahora dirigida por John Andreas Andersen y que a diferencia de la anterior no se enfoca en una ola sino como dice su titulo en un terremoto, Kristian (Kristoffer Joner, bien) se ha convertido en un héroe mediático gracias a que su información y la alarma (que se confundía con paranoia) salvaron muchísimas vidas incluyendo las de su idílica familia, pero el tipo se culpa de todo a pesar de que fue el unico que intento hacer algo y vive en un estado de estrés post-traumatico que le impide vivir normalmente, con sentimientos de culpa que lo llevan a tener información y fotos de las victimas y que evitan que pueda compartir tiempo con su hija Julia (Edith Haagenrud-Sande como niña modelo de comercial) y menos aun de su familia que lo abandono, aunque como le dice su mujer (bella Ane Dahl Torp) en cierta escena el los abandono primero al estar ausente.
Asi con esa introducción a la cinta, que cuenta con que hayamos visto la primera para entender todo ya que no se detiene a explicar, ya tenemos un interesante drama que muta de nueva cuenta en un suspenso in crecento al enterarse Kristian que los pequeños sismos que no son tomados en cuenta en un larguísimo túnel submarino en la ciudad capital de Oslo sean el aviso de un inminente terremoto mas fuerte que el sucedió hace mas de un siglo, con la información de un compañero caído en combate y su hija solovina (Kathrine Thorborg) Kristian de nueva cuenta deja a su familia en segundo lugar hasta que se desata la tragedia y todos intentan jugar su parte en salvarse. Muchos se quejan de la primera parte dramática en la que se tratan temas de traumas y problemas familiares pero funciona aunque no sea lo mejor, también se quejan de la parte de suspenso en la que todos sabemos que ocurrirá pero lo esperamos con ansia y desesperación.
Y aunque no esta tan logrado como en la cinta anterior sigue siendo atrayente, en especial la critica ya usada en "La Ultima Ola" de la corrupción e ineptitud del gobierno y los que lo habitan, cual cinta de catástrofes de antaño, el problema es que aquí el director no logra construir tan bien el ambiente y todo sucede demasiado rápido, apenas tenemos pruebas de un probable terremoto cuando este ocurre y llegamos al tercer acto, el que todos aman y la razón por la que vieron la cinta, un imponente terremoto con efectos que no le piden nada a Hollywood y un clímax de vértigo donde edificios cayendo, personas aplastadas y cayendo decenas de pisos y cristales quebradizos nos hacen el día y nos hacen perder las uñas por la tensión, a pesar de que algunos momentos chirrían y que a diferencia de la anterior se decida por un final mas realista pero menos satisfactorio, por desgracia para los que sufrimos y queremos a los protagonistas.
Calificación: Palomera