LA MULA /(THE MULE, EU, 2018)
El nonagenario Earl (majestuoso Clint Eastwood) se detiene a orillas del camino para ayudar a cambiar las llantas del carro de una familia con cientos de kilos de cocaína en su propia camioneta, estos despierta el enojo de los guardianes mexicanos narcos que lo cuidan pero eso le importa poco, como tampoco le preocupa soltarle al tipo que ahora no pueden nada sin internet y que no se imagino ayudando a unos negros, estos se molestan y le dicen que ya no se les dice asi pero a Earl no le interesa y solo se mofa de su ocurrencia, es obvio que de nueva cuenta estamos a una cinta de estilo clásico, tanto en su construccion como en su mensaje, de nueva cuenta asoma el Eastwood de extrema derecha y republicano que no duda en meter sus irreales y esos chistes tan políticamente incorrectos, pero la verdad sea dicha, cuando los vi reí a carcajadas y los que estaban conmigo también, aunque a diferencia de su Walt Kowalski de "Gran Torino" aquí el director que es consciente de los cambios en la estructura social es lo suficientemente inteligente para que su personaje no lo haga con dolo sino como de la mas completa ignorancia de los tiempos, y al mismo tiempo decirnos que estamos en una epoca ridícula y que antes era mejor y mas sencillo.
El legendario director de nuevo se pone en el papel protagonico desde la mencionada cinta y hay que decirlo, tenemos ciertas similitudes con la misma, aquí también se de-construye el personaje emblemático que Eastwood nos ha regalado, el que impregna su cine y su propia estela, despues de todo sus personajes se parecen a él, a su forma de pensar, y representan lo que el cree y piensa, todo esto con un clasismo sorprendente, tomándose su tiempo en presentarnos la historia que parece sencilla pero que se vuelve inmensamente grande conforme avanza, con una fotografía hermosa y una banda sonora de antología que nos deja tarareando las canciones días despues de haberla visto, incluso los narcos son incapaces de resistirse al encanto y cantan junto a Earl a pesar de la aprehensión que sienten por el Tata, esa mula que les da tantos resultados pero que apenas y sigue sus ordenes, Earl vive a su modo, asi ha sido siempre y no piensa bajar la cabeza frente a unos latinos por mas pistolas que le pongan enfrente, no a él que es un veterano rudo.
Claro que esa misma libertad también es criticada, despues de todo el sujeto siempre puso el trabajo por encima de su familia y eso le paso factura, una mujer (Dianne Wiest) que lo abandono, una hija que no le habla, una nieta (la siempre adorable Taissa Farmiga) que intenta remediar infructuosamente las relaciones, pero razones no les quedan, ya al inicio vemos a un Earl que es carismático, amable y trabajador pero que prefiere festejar con sus compañeros que asistir a la boda de su hija (Alison Eastwood, hija del director en la realidad), prefiere dedicarse a sus flores sin darse cuenta que su familia solo florece una vez al igual que ellas, pero años despues Earl queda en bancarrota y embargado por causa de la internet y los bancos, el ataque a ambos es evidente, y no le queda de otra que ser mula de los carteles mexicanos, primero solo con la sospecha, despues a sabiendas de lo que trasporta, asi somos participes de los diferentes viajes de Earl Stone donde tiene diferentes dificultades y aventuras pero siempre con ese ritmo ameno, mucha comedia y el optimismo de un personaje que ama la vida.
Tanto la ama que no duda en dar lo que gana, ya sea para la boda de su nieta o el lugar de los veteranos que la aseguradora niega pagar, que no siga ordenes lo hace mas difícil de seguir y menos sospechoso, por lo que convierte en el favorito del jefe Laton (Andy Garcia), aunque el gusto le durara poco ya que los delincuentes son despreciables, en tanto los agentes Colin (Bradley Cooper, bien) y Treviño (Michael Peña) buscan desesperadamente a esa mula que mueve cientos de kilos al mes, y que nos da una interesante subtrama que se corona con esas escenas donde los dos norteamericanos conviven y platican sobre la vida porque la ven igual a pesar de que estén en lados contrarios por el momento, no solo en la justicia sino en la moral de vida por mas que comiencen a converger en el punto de la familia a lo que Earl aconseja no lo haga.
Earl aprenderá una dura lección y tendrá la oportunidad de redimirse ante su familia, y por supuesto también ante la justicia y su país en ese final inesperado donde el héroe típico americano regresa a la pantalla, donde se toman responsabilidades y se respetan las leyes, donde Eastwood se rehúsa como lo hizo el Earl real, la historia es real, a darle una salida fácil a su protagonista, es cierto que los inmigrantes les han hecho la vida mas difícil pero la responsabilidad final es de ellos, ese es el verdadero mensaje republicano de la cinta, no el que los extranjeros sean villanos porque no todos son detestables como se deja claro, sino en esa rectitud y moral que siempre debe ser respetada por los norteamericanos, una que nosotros no entendemos ya que aquí el que miente, roba, engaña y delinque es admirado y el que respeta la moral como Earl es despreciado y nos reímos de él, quizá deberíamos empezar a vernos nosotros mismos y dejar de criticar a los demas, y decir las cosas como son, ver la moral como es, justo como el buen y cinico Clint Eastwood lo hace.
Calificación: Muy Bien