19/4/19

Cinecritica: Mirai

MIRAI (MIRAI NO MIRAI, JAPON, 2018)
El director Mamoru Hosoda lo ha vuelto a hacer, de nueva cuenta entrega una joya que nos recuerda el valor de la familia y nos invita a madurar de manera integra para bien de nuestra familia, la sociedad y nosotros mismos, se que suena demasiado pretencioso para una cinta animada pero debo recordar que animado no quiere decir infantil como lo han demostrado el genero desde su creación y en los años actuales, ademas la cinta es sencilla en su construccion por lo que todo mundo puede entenderla perfectamente, no es bueno decir que un visionado es obligatorio (nada debe ser menos obligatorio que ver cine ya que es un placer) pero si un niño pequeño ve esta cinta puede que le ayude de sobremanera en su maduración, muchos pensaran que es compleja o difícil de entender pero los pequeños son los que tienen la mente mas abierta a los simbolismos y a la fantasía que inunda una cinta que nunca choca con estos cambios sino que se sienten fluidos y nunca deja de parecernos cercano.

Esto debido a que la cinta nos retrata la vida familiar de cualquiera, es imposible no sentirse identificado con algún personaje, o con todos, todos hemos sido niños e hijos de alguien, o hay parejas inexpertas, padres, madres, abuelos, o somos hermanos de alguien como el protagonista Kun (Moka Kamishiraishi) que al principio esta ilusionado con la llegada de su hermanita pero que al poco tiempo se da cuenta de que no la quiere y hasta intenta hacerle daño. Desde el inicio se nota la mano de Hosoda en el diseño de personajes y una animación que es impresionante, pocas personas como los japoneses que pueden lograr que cada fotograma sea precioso y nos recuerde la belleza del mundo ya sea dentro de una casa o en la naturaleza, los trazos resaltan todo lo que vemos, hasta en los fondos y le dan identidad a cada momento, porque ademas los objetos, las zonas al igual que los diálogos vuelven a aparecer como parte integra de la historia.

Como anote antes el sello del director esta desde el inicio mostrándonos una casa de una joven pareja que cambiara con el tiempo en esa locura de imaginación arquitectónica y que con algunas imágenes estáticas nos muestra muchos años de vida, su comienzo como joven pareja, la llegada del perro Yuko y despues del bebe Kun con una hermosa canción de Tatsuro Yamashita que también nos entrega el hermoso ending, que ademas de bonita es simbólica, despues de escuchar una canción dedicada a las hermanas vemos a Kun emocionado por la llegada de su hermana Mirai (Kaede Hondo) pero pronto se convertirán en celos al ver que su madre (Kumiko Aso) apenas le presta atención, una que era total antes, y que su padre (Gen Hoshino) lo atiende poco al tener que desempeñar las tareas de la casa y cuidar a la bebe ya que trabajara desde casa a diferencia de su esposa.

Es asi que Kun se convierte en un desafiantes, llorón y desesperante niño que llora, exige ante las cosas mas sencillas, pero el árbol de su casa servirá de portal para su familia, pasada y futura donde aprenderá muchas lecciones importantes, desde el ver como él desplazo al perro primero, la llegada de la Mirai del futuro para una misión desternillante que le afectaría en el futuro, un viaje al pasado con su madre donde conocerá porque es asi el carácter de la misma y los demonios que carga por su miedo como madre y repetir los esquemas, conocerá a su bisabuelo quien le enseñara a andar en bicicleta o mejor dicho a depender de él mismo y dejar a sus padres respirar, y por supuesto ese viaje final con el tren diabólico donde no podrá ocultar sus verdaderos sentimientos y vera dolorosos sucesos de sus antepasados a los que tuvieron que enfrentarse para que él y Mirai existieran en ese milagro que es la vida, ademas Hosoda es lo suficientemente virtuoso para mostrarlo con la simple aceptación de no cambiar una prenda por el color. Preciosa y dulce cinta que reivindica la familia, el amor fraternal, la relación entre hermanos, los miedos de los padres actuales, y el valor de los antepasados donde las costumbres no tienen porque olvidarse y pueden convivir con lo nuevo, y quienes mejores que los japoneses para tan importante mensaje ya que lo viven día a día.

Calificación: Muy Bien

No hay comentarios: