Dejemos de lado el inconveniente titulo en español que no respeta el espíritu de esta cinta homenaje/parodia del cine slasher, en especial de los ochenta y con mucho de la popular "Viernes 13", para recomendar una cinta metareferencial que no intenta hacer un desglose o estudio del genero como si lo hiciera "Scream" de Wes Craven, sino simplemente reírse de todos los estereotipos y reglas, en parte ridículas, del genero pero haciéndolo con cariño y hasta un dejo de admiración, Max (Taissa Farmiga, bastante bien) pierde a su madre Amanda (Malin Akerman, bien) en un accidente automovilístico justo después de una audición frustrada donde se queja de que todo el mundo la conocerá solo por esa tontería de terror ochentero llamada "Camp Bloodbath" en la que solo era carne de cañón para el asesino, debido a esto Max le agarra un fuerte rencor a la película.
Tres años después es convencida por el friki del cine de terror Duncan (Thomas Middleditch) de ir a una función especial de la saga en el pueblo ya que todos la esperan como invitada especial, por culpa de un incendio Max, sus amigos y enemigos terminan mágicamente dentro de la película para darse cuenta con horror de que no pueden escapar o modificar los acontecimientos, y peor aun, que pueden morir al igual que los personajes en manos de ese asesino clon de Jason llamado Billy Murphy (Daniel Norris), así mientras el director deconstruye el genero nuestros protagonistas enlistan todos los tópicos y reglas que deben cumplirse, se topan con esos personajes clichés que van desde la chica de cascos sueltos que no puede evitar quitarse la ropa (Angela Trimbur), el deportista sin neuronas (Adam DeVine), la virgen protagonista (Chloe Bridges), el negro chistoson y la ingenua Nancy que solo puede esperar morir cuando pierda su virginidad.
Es así que asistimos a como los protagonistas intentan sobrevivir a sabiendas de que ocurrirá en la cinta, y con una Max obsesionada con salvar a Nancy ya que ve la imagen de su mamá en ella, todo esto con muchísimo humor, sigue resultando el resaltar las ridículas reglas de la cinta, y funciona bien el juntar a los dos grupos, el de zoquetes de los ochenta con los tontos de la actualidad que ya se han convertido en los nuevos clichés del cine de terror, la historia de Max y su negación a dejar partir a su madre, y aunque se echa en falta más sangre, violencia y sexo no puedo negar que siempre me mantuvo entretenido, con una sonrisa en el rostro y de vez en cuando me arrancaba sendas carcajadas, con una producción muy buena, un reparto cumplidor y algunos momentos e imágenes coloridos que levantan la calidad de la cinta, mención a esos tonos e imágenes de la época, al final "The Final Girls" da justo eso, un grupo de chicas que entienden que solo cumpliendo las reglas pueden ganar, por doloroso (pero gratificante) que sea eso.
Calificación: Bien
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