Muchos opinan que la mejor compañía de un hombre es un perro y aducen, entre otras, las siguientes razones:
Un perro nunca va de compras, ni se la pasa buscando gangas, ni satura tarjetas de crédito una tras otra.
El estado de ánimo de un perro es el mismo a lo largo de todo el mes y no necesita que le digas a cada rato que lo quieres.
Un perro no exige que le platiques todo acerca de los otros perros que tú has tenido en tu vida.
Un perro sólo tarda en el baño el tiempo necesario para echarse un par de tragos rápidos.
Un perro no te exige que le avises por teléfono cuando se te hace tarde.
Ningún perro necesita examinar periódicamente la relación que lleva con su dueño ni ventila por radio sus problemas de convivencia con Patricia Kelly y Ernesto Lammoglia.
Un perro te recibe con más entusiasmo cuanto más te tardes en llegar.
A los perros sí les gusta la cerveza.
Un perro realmente prefiere que le des de cenar una hamburguesa que una langosta.
Los perros jamás recuerdan un aniversario, ni exigen que tú lo hagas
Un perro ni se inmuta si tú te equivocas y lo llamas con otro nombre.
A los perros sí les agradan los juegos bruscos.
Sólo raras veces extravía tu perro las llaves de tu casa o del auto.
Un perro ni siquiera nota si te rasuraste o no ese día.
A ningún perro le preocupa jamás estar demasiado gordo o demasiado flaco.
Un perro puede husmear tus calcetines o tu cabello, pero no tu cartera, tu agenda, tu directorio personal o tu chequera.
Cualquier hombre puede conseguirse sin demasiados líos un perro verdaderamente hermoso.
Un perro no se asusta si tú tienes armas en casa.
Ningún perro se pone celoso de otros perros más bonitos.
A los perros les encanta que tú dejes montones de cosas tiradas en el suelo.
Los padres de tu perro nunca se quedan en tu casa de visita por semanas.
Un perro no monopoliza tu teléfono y nunca ladra nomás por ladrar.
Los perros disfrutan los viajes largos en automóvil.
Todo perro entiende que cualquier animal de menor tamaño que él fue creado por la naturaleza sólo para ser cazado.
Ningún perro colecciona discos de Julio Iglesias.
Cuando un perro envejece se vuelve más paciente y tolerante, no menos.
A ningún perro se le ocurre que debes comprarte un seguro de vida para dejarlo protegido si tú te mueres.
Ningún perro te agobia a diario con lo que dijeron o hicieron los otros perros de la cuadra.
Ningún perro se fija si las cadenas o collares del perro del vecino son más caros o finos que los suyos.
Un perro no se pasa las tardes viendo telenovelas, ni consulta su horóscopo cada mañana.
Ningún perro critica, cuestiona o sospecha jamás de su dueño.
Un perro entiende perfectamente que algunas veces tú tienes que gritar para enfatizar alguna orden.
Los perros jamás esperan regalos ni se quitan años de vida.
Son muy raros los perros a los que se les arruga la piel con la edad.
A ningún perro le inquietan lo más mínimo las opiniones de Paty Chapoy.
Un perro oye sin protestas cualquier música que tú quieras escuchar.
Es legal mantener a tu perro encadenado en casa.
Un perro nunca se preocupa de los microbios, ni de la hipoteca, ni de la moda, ni de los chismes del vecindario.
Un perro siempre está de acuerdo con la decoración de tu casa y no se avergüenza ante las visitas si el tapiz de los sofás está un poco viejo o manchado.
Ni los perros ni las mujeres entienden ni comparten tu interés por los programas deportivos en la televisión, pero un perro al menos te acompaña y disfruta tus gritos de entusiasmo o de frustración.
Ningún perro guía su vida según los consejos de la revista ?Cosmopolitan?.
Un perro nunca va de compras, ni se la pasa buscando gangas, ni satura tarjetas de crédito una tras otra.
El estado de ánimo de un perro es el mismo a lo largo de todo el mes y no necesita que le digas a cada rato que lo quieres.
Un perro no exige que le platiques todo acerca de los otros perros que tú has tenido en tu vida.
Un perro sólo tarda en el baño el tiempo necesario para echarse un par de tragos rápidos.
Un perro no te exige que le avises por teléfono cuando se te hace tarde.
Ningún perro necesita examinar periódicamente la relación que lleva con su dueño ni ventila por radio sus problemas de convivencia con Patricia Kelly y Ernesto Lammoglia.
Un perro te recibe con más entusiasmo cuanto más te tardes en llegar.
A los perros sí les gusta la cerveza.
Un perro realmente prefiere que le des de cenar una hamburguesa que una langosta.
Los perros jamás recuerdan un aniversario, ni exigen que tú lo hagas
Un perro ni se inmuta si tú te equivocas y lo llamas con otro nombre.
A los perros sí les agradan los juegos bruscos.
Sólo raras veces extravía tu perro las llaves de tu casa o del auto.
Un perro ni siquiera nota si te rasuraste o no ese día.
A ningún perro le preocupa jamás estar demasiado gordo o demasiado flaco.
Un perro puede husmear tus calcetines o tu cabello, pero no tu cartera, tu agenda, tu directorio personal o tu chequera.
Cualquier hombre puede conseguirse sin demasiados líos un perro verdaderamente hermoso.
Un perro no se asusta si tú tienes armas en casa.
Ningún perro se pone celoso de otros perros más bonitos.
A los perros les encanta que tú dejes montones de cosas tiradas en el suelo.
Los padres de tu perro nunca se quedan en tu casa de visita por semanas.
Un perro no monopoliza tu teléfono y nunca ladra nomás por ladrar.
Los perros disfrutan los viajes largos en automóvil.
Todo perro entiende que cualquier animal de menor tamaño que él fue creado por la naturaleza sólo para ser cazado.
Ningún perro colecciona discos de Julio Iglesias.
Cuando un perro envejece se vuelve más paciente y tolerante, no menos.
A ningún perro se le ocurre que debes comprarte un seguro de vida para dejarlo protegido si tú te mueres.
Ningún perro te agobia a diario con lo que dijeron o hicieron los otros perros de la cuadra.
Ningún perro se fija si las cadenas o collares del perro del vecino son más caros o finos que los suyos.
Un perro no se pasa las tardes viendo telenovelas, ni consulta su horóscopo cada mañana.
Ningún perro critica, cuestiona o sospecha jamás de su dueño.
Un perro entiende perfectamente que algunas veces tú tienes que gritar para enfatizar alguna orden.
Los perros jamás esperan regalos ni se quitan años de vida.
Son muy raros los perros a los que se les arruga la piel con la edad.
A ningún perro le inquietan lo más mínimo las opiniones de Paty Chapoy.
Un perro oye sin protestas cualquier música que tú quieras escuchar.
Es legal mantener a tu perro encadenado en casa.
Un perro nunca se preocupa de los microbios, ni de la hipoteca, ni de la moda, ni de los chismes del vecindario.
Un perro siempre está de acuerdo con la decoración de tu casa y no se avergüenza ante las visitas si el tapiz de los sofás está un poco viejo o manchado.
Ni los perros ni las mujeres entienden ni comparten tu interés por los programas deportivos en la televisión, pero un perro al menos te acompaña y disfruta tus gritos de entusiasmo o de frustración.
Ningún perro guía su vida según los consejos de la revista ?Cosmopolitan?.
Fuente: Buhedera
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