El esposo llega una noche del trabajo con cara hosca y le dice a su mujer: “Fíjate que ya llegó la guillotina de los recortes a la oficina. Pero no te preocupes: están corriendo nomás a los pendejos.” La tarde siguiente llega con rostro largo y anuncia: “Vieja, ¿qué crees? Están agarrando parejo.”
1/11/14
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario