Y como me encanta quedarme solo contra el mundo digo sin pelos en la lengua que este remake de Chuck Russell es mejor que el original con Steve McQueen, seguro que Kevin Dillon no tiene el carisma de McQueen pero por lo menos Russell es más arriesgado que Irvin S. Yearworth Jr. y aunque eso es lo que más le critican a la cinta es lo que más me ha gustado, claro que pierde parte del encanto por cierta vuelta de tuerca que le hacen a la trama pero en lo personal me agrado más el ataque/critica que hace al gobierno y al sistema militar, e incluso al científico que hace mucho se desvio del camino, ah, también es interesante que el del mero desmadre sea de color como si Russell y Frank Darabont hubieran visto el futuro que nos ha alcanzado y del que no podremos escapar tan fácilmente como aquí lo hacen nuestros valerosos héroes adolescentes.
La cinta se toma su tiempo en presentarnos a los personajes, un rebelde que desafia la ley (Kevin Dillon), un deportista con sonrisa perfecta (Donovan Leitch), la porrista no tan tonta de rigor (Shawnee Smith), el dedicado comisario, el policía déspota, la dependienta buena gente y un largo etcétera en uno de esos pueblitos que por lo visto abundan en el otro lado, ahí un indigente se encuentra con un meteorito y una extraña masa amorfa que de buenas a primeras le comienza a devorar la mano, los chicos lo encuentran y lo llevan al hospital solo para que la mancha que todos conocemos comience a hacer lo único que sabe, devorar y crecer mientras más come, asi que de pasar al principio por una simple gelatina de frasco termina en una masa que cubre una calle.
Por supuesto que todos sabemos de que va la cosa, el placer culpable de ver como la mancha devora a cantidad de personajes pedantes, sangrones y estúpidos, por fortuna Russell no se conforma con eso y se avienta a los que menos pensamos por lo que convierte este festival de muertes en algo sorpresivo en lugar del típico tu si y tu no, y es lo suficientemente incorrecto para satisfacer los gustos del verdadero terror, ver como devora a un niño es de antología porque además lo hace con saña al mostrárnoslo como a los demás, aquí la masa no solo devora sino que se da el lujo de mostrarlos digiriéndolos, y el ataque al gobierno con todo y venganza revanchista me convencieron de que esta cinta es mejor que la otra, a pesar de ser serie B los efectos son muy buenos y la cinta tiene suficiente violencia e incorrección para el disfrute en la actualidad, sin duda la mejor película de Russell y también la más subvalorada.
Calificación: Bien
La cinta se toma su tiempo en presentarnos a los personajes, un rebelde que desafia la ley (Kevin Dillon), un deportista con sonrisa perfecta (Donovan Leitch), la porrista no tan tonta de rigor (Shawnee Smith), el dedicado comisario, el policía déspota, la dependienta buena gente y un largo etcétera en uno de esos pueblitos que por lo visto abundan en el otro lado, ahí un indigente se encuentra con un meteorito y una extraña masa amorfa que de buenas a primeras le comienza a devorar la mano, los chicos lo encuentran y lo llevan al hospital solo para que la mancha que todos conocemos comience a hacer lo único que sabe, devorar y crecer mientras más come, asi que de pasar al principio por una simple gelatina de frasco termina en una masa que cubre una calle.
Por supuesto que todos sabemos de que va la cosa, el placer culpable de ver como la mancha devora a cantidad de personajes pedantes, sangrones y estúpidos, por fortuna Russell no se conforma con eso y se avienta a los que menos pensamos por lo que convierte este festival de muertes en algo sorpresivo en lugar del típico tu si y tu no, y es lo suficientemente incorrecto para satisfacer los gustos del verdadero terror, ver como devora a un niño es de antología porque además lo hace con saña al mostrárnoslo como a los demás, aquí la masa no solo devora sino que se da el lujo de mostrarlos digiriéndolos, y el ataque al gobierno con todo y venganza revanchista me convencieron de que esta cinta es mejor que la otra, a pesar de ser serie B los efectos son muy buenos y la cinta tiene suficiente violencia e incorrección para el disfrute en la actualidad, sin duda la mejor película de Russell y también la más subvalorada.
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